Según estadísticas del SESNSP, entre enero y febrero de este año se interpusieron 33 mil 645 carpetas de investigación por violencia familiar, y se teme que la cifra se redoble por el confinamiento obligado por la pandemia; pone en marcha Quintana Roo el “Plan sin Violencia en Casa”

 

JENNIFER AGUILERA

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CANCÚN.- El confinamiento de la población ante la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, generador de la enfermedad Covid-19, ha prendido los focos rojos en Quintana Roo al multiplicarse los casos de violencia doméstica, por lo que quedarse en casa ahora es un riesgo para muchos niños, niñas, jóvenes y mujeres. Esta situación ha motivado la implementación del “Plan sin Violencia en Casa”, anunciado la semana pasada por el gobernador Carlos Joaquín González.

El mandatario explicó que el objetivo del programa es proteger a las niñas, niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores, y cuenta con tres ejes de acción: 1. Prevención, 2. Atención inmediata; 3. Justicia y reparar el daño.

 

30% más casos en BJ

En ese mismo sentido, el director de Prevención del Delito de Seguridad Pública en el municipio de Benito Juárez, Julio Góngora, manifestó que se han elevado en un 30 por ciento las atenciones por violencia doméstica, en especial en las regiones de la ciudad, pasando de 10 casos a 13 o 14 situaciones violentas al día, aunque en muchos casos no son las víctimas las que solicitan ayuda, pues en la mayoría de las ocasiones es un familiar o vecinos quienes denuncian los hechos; lo lamentable es que cuando llega una unidad de auxilio al lugar de los hechos las propias víctimas los niegan.

Destacó que para frenar la violencia doméstica y buscar alternativas, y así brindar atención de forma rápida a la población sin que tengan que salir de sus domicilios a denunciar, se reúnen de forma constante los titulares de la Fiscalía, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), el Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y de Género (Geavi), la Procuraduría de Defensa del Menor y la dirección de Prevención al Delito de SSP.

 

Estrategias gubernamentales

 

El gobernador del Estado indicó que para prevenir la violencia en el seno de las familias se han implementado varias estrategias, como el proyecto “Estamos Contigo”, en el cual por medio del número telefónico de emergencia 911 se cuenta con la ayuda de psicólogos especialistas que ayudan a las personas a regresar a su paz y tranquilidad, y también está a disposición el número de denuncia anónima 089.

Está también disponible la aplicación móvil gratuita “Mujer siempre alerta”, monitoreada las 24 horas del día, para brindar atención inmediata en caso de una emergencia, y de igual forma la Secretaría de Seguridad Pública, en coordinación con los gobiernos municipales, mantiene y mantendrá la cercanía con la ciudadanía, aseguró el gobernador.

El Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM) también invita a no callarse y denunciar a la línea telefónica 800 500 95 59, donde se ofrece atención y orientación, psicológica, jurídica y trabajo social; de igual forma, los juzgados penales y familiares del poder judicial continúan trabajando, así como la Fiscalía General del Estado (FGE).

Reconoció que el encierro puede provocar ansiedad, tensión y estrés, a lo que se suma la preocupación del dinero, salud y seguridad; además, muchas mujeres tienen parejas que siempre han sido violentas, y el confinamiento que ahora se vive con motivo del Covid-19 puede dar como resultado la situación perfecta para ejercer comportamientos agresivos en el hogar.

 

Atención con perspectiva de género

 

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta noviembre del año pasado 30.7 millones de mujeres han enfrentado algún tipo de violencia en su vida y el 43 por ciento sufrieron agresiones por parte de la pareja actual o en su última relación, por lo tanto, las medidas sanitarias de la pandemia llegaron a detonar aún más esa violencia que se vive en el país; de ahí la necesidad que los tres órdenes de gobierno incorporen la perspectiva de género, pidieron diversas organizaciones civiles, en el marco del foro virtual sobre violencia familiar, celebrado el pasado jueves.

Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México, aseveró que al no tener empleo los padres se estresan, se ponen de mal humor y se desquitan con sus hijos, siendo particularmente los niños, niñas y adolescentes los que estarán viviendo violencia verbal, psicológica y física, en especial delitos de orden sexual, que en realidad era algo que ya estaba presente en muchos hogares del país pero que ahora con la pandemia se agudizó.

Destacó que el 85 por ciento de las víctimas de delitos sexuales en el país fueron mujeres y niñas, para muestra la Casa de Asistencia Temporal del DIF de Benito Juárez, en donde por décadas la mayoría de niñas y adolescentes en resguardo ingresaron por violencia sexual cometida por un familiar cercano.

La presidenta de Causa en Común, María Elena Morera Mitre, dijo que las mujeres que viven violencia en sus hogares le tienen miedo a su agresor y difícilmente van a denunciar; por ello, se debe de atender la problemática de diferentes formas para que ellas puedan enfrentar la situación en la que se encuentran, de ahí la importancia de verla con perspectiva de género.

Cabe señalar que muchas de las medidas que fueron sugeridas ya se implementaron en Quintana Roo; sin embargo, piden otras que también son necesarias, como la elección de hospitales que atiendan a mujeres embarazadas víctimas de violencia, servicios de salud sexual disponibles y una política de salud mental durante la emergencia sanitaria.

Asimismo, Ana Yeli Pérez Garrido, de la Asociación Justicia Propersona A.C., aseveró que muchos de los servidores públicos no están capacitados para atender a las víctimas con perspectiva de género o son doblemente revictimizadas, además de que muchas de las denuncias son hechas por los familiares y vecinos, creando una cifra negra difícil de cuantificar.

Indicó que según estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y febrero de este año se interpusieron 33 mil 645 carpetas de investigación por violencia familiar, pero no hay claridad de qué tanto ha aumentado esa cantidad en los meses siguientes ni tampoco de qué magnitud es esa llamada “cifra negra”.

En la VI Reunión de Estrategias contra la violencia de género celebrada virtualmente el pasado jueves 16 de abril a instancias de la Secretaría de Gobernación, las organizaciones civiles pusieron de manifiesto su temor que las agresiones dentro de los hogares se eleven al doble por el confinamiento y lleguen hasta al 92 por ciento de las viviendas en México, con el añadido de que la mayoría de las mujeres violentadas, así como los menores de edad, dependen económicamente del agresor, por esa razón no denuncian.

La Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, informó que en estas semanas las llamadas por violencia familiar aumentaron hasta el doble en los estados, desde el 30 al 100 por ciento.

Expresó que la medida de aislamiento social significa un momento crucial porque un mes más en casa –tras extenderse hasta el 1 de junio– es un reto para todas las instituciones que tienen a cargo la prevención de la violencia.

 

Problemática mundial

 

Antes de la llegada del Covid-19, durante el último año 243 millones de mujeres y niñas entre los 15 y 49 años de edad en todo el mundo ya enfrentaban violencia sexual y física a manos de sus parejas sentimentales, cifra que se ha elevado con la pandemia; sin embargo, es un problema difícil de contabilizar ya que lo más frecuente es que no denuncien a su agresor, menos de 40 por ciento lo hace y de ellas, menos de 10 por ciento recurre a la policía.

A lo anterior se le suma que muchas de ellas, incluyendo las niñas, no tienen acceso a un teléfono; además, en uno de cada cuatro países ni siquiera existen leyes que protejan a las mujeres y menores de edad contra la violencia doméstica, que se convierte así en otra literal pandemia mundial y social que cuesta muchas vidas cada año.

Ante esta situación, en un comunicado emitido recientemente por la directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, Anita Bhatia, el organismo pidió a los gobiernos de los diversos países tomar cinco medidas específicas para frenar la violencia contra las féminas: 1.- Cubrir sus necesidades médicas; 2.- Líneas directas de servicios esenciales; 3.- Rescate y medidas de estímulos económicos, asistenciales y de protección; 4.- Incluir las voces de las mujeres en la toma de decisiones a nivel local, estatal y federal, para obtener mejores resultados; 5.- Acciones concretas de los actores políticos para que presten atención de lo que ocurre en los hogares y así acabar con los estereotipos y roles de género, para lograr la igualdad entre hombres y mujeres.

 

Postrauma por Covid-19

 

El 30 por ciento de la población en Cancún –y una cifra similar en  todo el país– padecerá un problema de salud mental por lo que vivió en sus hogares, después de la pandemia del Covid-19, en especial las más afectadas serán las personas que ya contaban con características de ansiedad, depresión, haber vivido traumas en la infancia y/o ser víctimas de maltrato que motiven el desarrollo de trastornos mentales, estimó el psicólogo y director de la Unidad de Especialidades Médicas del Centro Integral de Salud Mental (Uneme-Cisame), Ernesto Quiroz.

Destacó que la plantilla de psicólogos de la instancia se mantiene brindando atención vía telefónica a la población, y aunque hasta ahora no han detectado un incremento en las denuncias por violencia de género, no dudan que esté sucediendo, lo lamentable es que difícilmente salen a la luz.

Anticipó, con su experiencia como psicólogo, que al concluir la pandemia se elevarán los casos de síntomas postraumáticos mentales, como son agresividad, tristeza, negatividad, regresiones en la conducta, perdida de la autoestima, disturbios del sueño, déficit de lenguaje, disminución de las funciones intelectuales, y de no ser detectados y atendidos oportunamente por un especialista pueden derivar en situaciones peores.

Por ello, invitó a la sociedad en general a denunciar los casos de violencia doméstica, e instó particularmente a las mujeres a que pidan ayuda y denuncien a sus agresores, que no permitan el maltrato y abuso, tanto hacia ellas como en contra de sus hijos.