Sucedió en Japón; las autoridades argumentan que con esta medida se identificarán como un “municipio pesquero” y se generarán mayores ingresos al fomentar el turismo

AGENCIAS

TOKIO.- En medio de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus, una ciudad japonesa tomó una polémica decisión que causó la molestia de sus habitantes.

Se trata de Noto, una localidad de la prefectura de Ishikawa, que decidió destinar parte de los recursos para combatir el COVID-19 en construir una estatua gigante de un calamar.

El gobierno local gastó 27 millones de yenes, cerca de 250 mil dólares, en una medida que justificó con el argumento de fomentar el turismo.

Lo anterior, debido a que Noto es una ciudad conocida por sus calamares, por lo que justifican que tener una estatua gigante los identificará como un “municipio pesquero” y significará mayores ingresos en el futuro.

Las críticas a la decisión del gobierno se deben, además, a que Japón está inmerso en la cuarta ola del coronavirus, aunque sus cifras son muy inferiores a las de otros países. En concreto, la prefectura de Ishikawa solo ha contabilizado 76 fallecidos desde el comienzo de la pandemia.