NUEVA YORK.- Tener un empleo mal pagado o ir saltando de uno a otro con contratos de corta duración es nefasto para la salud. De las cuatro mil personas analizadas en un estudio, de 164 que fallecieron de forma prematura (con menos de 35 años) 106 padecían problemas cardiovasculares. Las conclusiones del trabajo muestran que aquellos que sufrieron una mayor precariedad laboral tenían dos veces más probabilidades de sufrir problemas cardiacos y también más del doble de posibilidades de morir jóvenes.