El cuerpo de Amanda Gill habría sido intervenido por traficantes de órganos antes de su traslado a Inglaterra

LONDRES.- A una mujer británica que murió en México le faltaban los ojos, el cerebro y el corazón cuando su cuerpo fue trasladado de vuelta a su país. Se cree que el cadáver de Amanda Gill fue asaltado por traficantes de órganos, quienes se llevaron la mayoría de sus órganos vitales.

Su madre, Elaine Hines, de 65 años, dijo a los medios: “Vino a casa vacía. Se lo robaron todo dentro de ella. Si esto le ha sucedido a Amanda, ¿a cuántas otras personas le ha pasado y volverán a hacerlo? Creemos que fueron robados y vendidos”.

Las autoridades del Hospital de Cos, en la Ciudad de México, donde murió Amanda, insistieron en que no sabían qué pasó con su cuerpo después de que ella falleciera. Dijeron que su cuerpo fue entregado a la policía en una estación de policía en una bolsa sellada, con todos sus órganos intactos.

Según se informa, las bandas criminales de México roban órganos y se benefician de la escasez de donantes que está afectando al país. Amanda, una camarera de Shipley, West Yorks, murió a la edad de 41 años mientras viajaba por América Latina.

Falleció a las 12 horas de ingresar al hospital debido a complicaciones con su diabetes. Las autoridades mexicanas dijeron que su causa de muerte fue “congestión visceral”, pero los patólogos en el Reino Unido encontraron esa explicación desconcertante.

Se dice que el comercio ilegal de órganos está prosperando en México a medida que los carteles de la droga han entrado en el mercado.