Un sindicato que representa a trabajadores de cine y televisión en EU dice que sus 60,000 miembros comenzarán una huelga a nivel nacional el lunes si no logran un acuerdo

Un sindicato que representa a trabajadores de cine y televisión en Estados Unidos dice que sus 60,000 miembros comenzarán una huelga a nivel nacional el lunes si no logra un acuerdo que satisfaga las demandas de condiciones laborales justas y seguras.

La huelga detendría la filmación de una amplia gama de producciones cinematográficas y televisivas y se extendería mucho más allá de Hollywood, afectando producciones en Georgia, Nuevo México y otros sitios de rodaje.

El presidente internacional de la Alianza Internacional de Empleados de Escenarios Teatrales (IATSE, por sus siglas en inglés), Matthew Loeb, dijo el miércoles que la huelga comenzaría a las 12:01 a.m. del lunes a menos que se llegue a un acuerdo sobre los períodos de descanso y comida y el pago a los trabajadores con los salarios más bajos.

Loeb citó la falta de urgencia en el ritmo de las negociaciones para fijar una fecha de huelga.

Sin una fecha de finalización, podríamos seguir hablando para siempre”, dijo Loeb en un comunicado. “Nuestros miembros merecen que se aborden sus necesidades básicas ahora”.

Una huelga sería un serio revés para una industria que recientemente regresó al trabajo después de largos cierres por la pandemia y réplicas recurrentes en medio de nuevos brotes.

Quedan cinco días completos para llegar a un acuerdo”, dijo Jarryd Gonzales, publicista del grupo que representa a los estudios. “Los estudios continuarán negociando de buena fe en un esfuerzo por llegar a un acuerdo para un nuevo contrato que mantendrá a la industria trabajando”.

Como en otras industrias, muchas personas comenzaron a reevaluar sus vidas y las demandas de sus profesiones durante la crisis sanitaria. Y ahora que la producción está aumentando de nuevo, los líderes sindicales dicen que la “puesta al día” está resultando en peores condiciones laborales.

La gente ha informado que las condiciones de trabajo se han deteriorado y agravado”, dijo Jonas Loeb, director de comunicación de IATSE, a la AP la semana pasada. “Y estos 60.000 trabajadores entre bambalinas que están bajo estos contratos están realmente en un punto de quiebre”.

Esta sería la primera huelga a nivel nacional en los 128 años de historia de la IATSE, cuyos miembros incluyen a directores de fotografía, operadores de cámara, escenógrafos, carpinteros, peluqueros y maquilladores, animadores y otros.

Los miembros del sindicato dicen que se ven obligados a trabajar horas excesivas y que no se les da un descanso razonable a través de pausas para comer ni suficiente tiempo libre entre turnos. Los líderes dicen que los artistas peor pagados reciben salarios insostenibles. Y los servicios de streaming como Netflix, Apple y Amazon pueden pagar incluso menos bajo acuerdos anteriores que les permitieron mayor flexibilidad cuando apenas estaban debutando.

Seguimos tratando de inculcar a los empleadores la importancia de nuestras prioridades, el hecho de que se trata de seres humanos y de que las condiciones de trabajo tienen que ver con la dignidad, la salud y la seguridad en el trabajo”, dijo Rebecca Rhine, directora ejecutiva nacional del Sindicato de Directores de Fotografía, IATSE Local 600. “Los problemas de salud y seguridad, las horas inseguras, el no hacer pausas para las comidas, fueron la excepción durante muchos años en la industria, que es una industria difícil. Pero se han convertido en la norma”.

El sindicato informó el 4 de octubre que sus miembros votaron abrumadoramente para permitir que su presidente autorizara una huelga, pero las negociaciones, y las esperanzas de evitar un paro, se reanudaron tras la votación.

La Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, según sus siglas en inglés), que representa a los estudios y otras compañías de entretenimiento en las negociaciones, dijo que sus miembros valoran a los integrantes de su equipo y están comprometidos a evitar un cierre en una industria aún en recuperación.

“Una huelga siempre es difícil para todos. Todo el mundo sufre, es duro, pero creo que nuestros miembros tienen la voluntad y la determinación de hacer lo necesario para ser escuchados y que sus voces se traduzcan en un cambio real en la industria”, dijo Rhine. “Lo que aprendimos de la pandemia es que los empleadores pueden cambiar la forma en que hacen negocios si tienen el interés en hacerlo”. (Excelsior)