CAMBIO DE PARADIGMA

El Despertador de Quintana Roo cumple con el compromiso asumido con la sociedad en 2017.

En este cierre de año iniciamos un nuevo camino, con la serenidad que nos brindan la madurez y la experiencia, somos un medio de comunicación adaptado a los cambios que exige este mundo globalizado, cada vez más competitivo, tecnologizado y más comunicado en lo político social. A esta evolución y desarrollo nos estamos comprometiendo de nueva cuenta, reiteramos nuestro compromiso con la equidad de género, con la inclusión, el cuidado del medio ambiente, la protesta social y la justicia, pero sobre todo con el ejercicio pleno de las libertades.

Nos hemos concentrado por necesidad en la denuncia social, sosteniendo una agenda crítica, pero sin juicios mediáticos lapidarios a “los personajes”, respetando de esta forma la presunción de inocencia, porque creemos en el estado de derecho.

Nuestro planeta y nuestras ciudades están viviendo una realidad inaceptable, tan inesperada como injusta, casi apocalíptica; aun así, tenemos la esperanza de cambiar nuestra realidad, para revivir la esperanza de un mundo mejor para todos.

Ahora pareciera que vivimos en una realidad paralela en la que no existe la pandemia, en la que tenemos una ciudad limpia, con un sistema de recoja de basura eficiente, con hábitos  ciudadanos más ecológicos, parecen virtuales y lejanas las banquetas y guarniciones debidamente pintadas, las calles con señalizaciones y sin baches, con alumbrado público, drenaje y plantas de tratamiento de aguas eficientes, con seguridad obligada e insustituible para nuestras familias, con bandera blanca universal en la salud, con un transporte público respetuoso y supervisado, con empleos para todos… en fin, en un mundo aspiracional en el que todos los gobiernos han fallado.

Es por eso que en El Despertador de Quintana Roo estamos evolucionando, cambiamos nuestro eslogan para proyectar algo mejor en lo esencial, en lo informativo y editorial, ahora nos apoyaremos en nuestro origen y nuestra aspiración: “Nacimos para ser libres”,  para informar con libertad, siempre la verdad.

El proceso de comunicación en estos tiempos de las PODEROSAS redes sociales obliga no solo a recibir información de calidad, sino a tener, acreditar y fortalecer todos los días la autoridad moral y el valor civil DE QUIEN te informa; como dice el refrán: “tómalo de quien viene”, es decir, la nueva exigencia a la pregunta: “¿quién lo dice?” ya no es suficiente, el envío de la información, el trascendido o la nota fácil se han quedado atrás.

Reinventarnos, comprometernos, adaptarnos, exigirnos y consolidarnos en la preferencia de la sociedad es nuestra lucha para vivir mejor y aportar lo que es nuestra tarea preponderante: informar con verdad y dignidad.

Concluye un año apocalíptico, sí, pero no concluyen los problemas: vendrán huracanes, más desempleo, persistirá la corrupción, la pandemia aquí seguirá, no se irá, ni con la vacuna ya aplicándose en todo el mundo. Hagamos que cuente. Nacimos para ser libres. Gracias por su preferencia.