AGENCIAS

MIAMI.- La amenaza de que las aguas cálidas del Golfo de México se transformen en una “incubadora” de destructores huracanes es uno de los temores mayores para los meteorólogos de cara a esta nueva temporada ciclónica en el Atlántico, que comenzó oficialmente el miércoles y se prevé muy activa.

Si el pronóstico de los expertos para la temporada de huracanes de 2022 se cumple, con el registro de entre 14 y 21 tormentas tropicales, este sería el séptimo año consecutivo que se sitúa la actividad ciclónica por encima del promedio (14).

Además de las tormentas con nombre, entre seis y 10 podrían devenir en huracanes y tres y seis de ellos alcanzar la categoría mayor, 3, 4 y 5 en la escala de intensidad Saffir-Simpson, con la magnitud 5 para ciclones con vientos devastadores que superan los 252 km/h.

Esta alerta por otra consecutiva y destructiva temporada de huracanes se refuerza por la amenaza de que las calientes aguas del Golfo de México actúen como una “incubadora” de feroces huracanes, o sirva de combustible para el fortalecimiento de tormentas a su paso.

”Las temperaturas de las aguas del Golfo de México son cruciales en términos de huracanes y tormentas, ya que obtienen el combustible que necesitan, vapor de agua cálido, de la superficie del océano”, advirtióAnthony Reynes, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

Manifestó su preocupación por el hecho de que la temperatura promedio de las aguas del Golfo de México “ya ha alcanzado y sobrepasado los 23.33 grados centígrados”, lo que las convierte en un ‘criadero’ de tormentas tropicales y huracanes, como sucedió con Katrina (2005), Harvey (2017) e Ida (2021), alertó.