La implementación a marchas forzadas de un programa de impartición de clases a distancia, obligado por la pandemia por COVID-19, que puso de manifiesto debilidades y carencias, deja experiencias que deberán ser analizadas y aprovechadas en la “nueva normalidad” para rescatar la actividad educativa

JENNIFER AGUILERA

La pandemia del coronavirus y la indicación de quedarse en casa pusieron a prueba al sistema educativo mexicano, exhibiendo sus debilidades y retos a vencer.

Entre las mayores preocupaciones para la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) se encuentra el hecho de atender a los dos municipios con mayor crecimiento poblacional de Latinoamérica, lo que complica no sólo garantizar la impartición de clases de manera virtual, sino también contar con las condiciones adecuadas en infraestructura para un regreso a clases que garantice la sana distancia.

Otra situación de atención inmediata fue la concertación con las escuelas privadas para brindar facilidades de pago a los padres de familia, ante las dificultades económicas derivadas del cierre de empresas de actividades no esenciales, las reducciones salariales y los despidos.

Carlos Gorocica Moreno

Carlos Gorocica Moreno, subsecretario de educación en la zona norte de Quintana Roo, dijo que en la entidad existe una matrícula estudiantil de 199 mil alumnos de todos los niveles educativos y 11 mil docentes, y comentó que la situación que enfrenta el país desde el pasado mes de marzo por el COVID-19, que ha obligado al confinamiento en casa, es algo que jamás se pensó que sucedería y que nunca antes se había vivido, y tomó tanto a las autoridades educativas y maestros como a padres y estudiantes, poco o nada preparados para la impartición de clases a distancia.

Capacitación al vapor

En ese momento, la Secretaría de Educación Pública (SEP) se vio en la necesidad de crear programas educativos en todos los niveles para completar el último trimestre del ciclo escolar a través de tres vertientes: impartición de clases por televisión, a través de las plataformas de internet o por medio de cuadernillos impresos para los alumnos que carezcan de acceso a los medios digitales.

Los docentes empezaron a capacitarse, también a través de plataformas digitales, para seguir el programa educativo, brindarles las tres opciones a sus alumnos y conocer las bases de cómo se calificaría cualquiera de las modalidades seleccionadas por el alumno.

Cabe destacar que de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con base en las estadísticas de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), solo el 40% de los hogares en el país tienen una computadora y en varias comunidades rurales ni siquiera llega la señal del internet.

Gorocica Moreno consideró que, además de las problemáticas y las deficiencias, también deben tomarse en cuenta las fortalezas, ya que de los 199 mil estudiantes, el 95% ha estado trabajando y enviando los proyectos y tareas que les asignan sus profesores. Ejemplificó que los alumnos que residen en colonias irregulares como Avante, Tres Reyes, el Porvenir, la Chiapaneca, y las diferentes comunidades mayas, a quienes se les hicieron llegar los cuadernillos impresos que van relacionados con sus libros de texto.

Asimismo, reconoció la gran labor de los profesores de Quintana Roo de todos los niveles educativos, ya que la gran mayoría está poniendo todo de su parte para continuar impartiendo clases y capacitándose, fueron muy pocos los que se opusieron a colaborar y advirtieron que el sindicato los respaldaba, “porque sí los hubo”, admitió.

Reconoció que en los niveles medio superior y superior hubo deserción de alumnos, aunque “es mínima”; la mayoría de las universidades públicas están impartiendo clases en línea, solicitando proyectos para entregar en PDF, usando la plataforma Google Classroom, para que cada asignatura sea calificada y que no se pierda el semestre.

Comentó que también se sostuvieron diversas reuniones en línea, entre las que destaca la celebrada entre el Gobierno del Estado, las autoridades de la SEQ y los propietarios de colegios particulares, a quienes se ofreció incentivos y facilidades para los pagos de impuestos si ellos a su vez firmaban un convenio de facilidades de pagos con los padres de familia.

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Dolores de cabeza

En los hogares, la nueva forma de tomar clases ha representado un verdadero dolor de cabeza, no sólo para los estudiantes, sino también para los padres de familia, sobre todo los que tienen hijos en kínder o primaria, ya que deben estar acompañándolos para que pongan atención, evitar que jueguen en lo que dura la sesión, o inclusive ayudarlos en las actividades del momento, o estar registrando claves para acceder.

Se distribuyeron cuadernillos con guías de estudio para alumnos sin acceso a internet

Con los hijos de los niveles como secundaria tienen que verificar que en verdad pongan atención y no se distraigan en redes sociales.

En un sondeo realizado con estudiantes, refirieron que de la noche a la mañana tuvieron que iniciar con esta modalidad de clases, y fue complicado porque no todos tenían las herramientas.

La mayoría dijo que prefieren las clases presenciales, algunas actividades se complican más a través del método que utiliza la SEP o las videoclases a través de la aplicación Zoom; además de que se les hace muy pesado pasas horas delante de la computadora.

Otro factor que consideraron que los distrae son las fallas que suele presentarse con el internet, ruido, o se corta la señal, y otra serie de factores que se presentan.

Problemáticas desde todas las aristas:

  • Autoridades educativas:

Evitar la deserción de los estudiantes.

Contención de la matrícula escolar en el nivel privado.

Capacitación exprés en temas de tecnología a todos los profesores.

Impedir la quiebra de los colegios particulares y que mantengan a sus empleados.

El examen de admisión del nivel medio superior es presencial.

No se cuenta con inscripciones en línea en las preparatorias.

Los exámenes extraordinarios para los jóvenes que están por egresar de secundarias y preparatorias, de no presentarlos no tendrán su certificado a tiempo.

  • Docentes:

Sólo hay una computadora en casa a la hora que doy clases, mis hijos también la necesitan y han faltado a sus asignaturas”.

De 35 alumnos que tengo en nivel básico sólo tres hacen uso de la plataforma, la mayoría optó por la opción de las clases en televisión y entregar tareas que se les marcan en el libro, tomar una foto y enviarla vía WhatsApp como evidencia; el alumno que no trabajaba de manera física, ahora menos”.

En el nivel medio superior imparto la asignatura de matemáticas a seis grupos diferentes en diversos semestres, cada grupo ronda entre 40 a 35 alumnos por lo menos se perdió el contacto por completo con cinco de ellos, que podrían perder el ciclo escolar”.

La matricula de la universidad privada se redujo al 50 por ciento ya que la mayoría de los alumnos pagaba su carrera y ahora están sin empleo”.

  • Padres de familia:

Mi mayor temor es que mi hijo pierda el ciclo escolar, así como yo perdí el empleo.”

No soy maestra y mucho menos sé algo de tecnología, con dificultad escribo y leo”.

La plataforma de la SEP no revisó bien los programas, por lo que hay videos que ni siquiera existen o ya caducaron”.

No tenemos internet, ni computadora y no podemos ir a ningún cibercafé.”

Me quedé sin empleo, el dinero que hay es para la comida, no para ponerle crédito al teléfono y tener datos.”

La educación pasó a segundo plano, nos vamos de Cancún.”

Falleció un familiar de COVID-19, todo el dinero y energías se fueron en ese tema, la escuela ahora no importa y no hay quien ayude a los niños.”

Ahora tengo más trabajo entre mi empleo, los deberes en casa y además ser maestra, se me acaba la paciencia y las ideas.”

  • Estudiantes:

Mi decisión era estudiar la universidad fuera de Quintana Roo, ahora no sé si tendré mi certificado a tiempo y legalizado por el gobierno.”

La mayoría de mis profesores no sabe usar la computadora, yo sé más que ellos”.

Aún no califican lo que envié hace tres semanas”.

No me explican bien lo que tenemos que hacer”.

En casa no hay internet y tampoco tengo celular”.

Me van a dar de baja del colegio y me cambiarán a una escuela pública, ya no voy a ver a mis amigos”.

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Colegio de Bachilleres

Guadalupe Contreras Castillo, exsubsecretaria de educación en la zona norte de Quintana Roo y hasta hace una semanas coordinadora de los Colegios de Bachilleres en la zona norte, hoy titular del Centro de Servicios Académicos Integrales (CSAI), del Colegio de Bachilleres de Cancún, señaló que en sus 45 años de trayectoria jamás se había tenido un periodo tan grande en donde los alumnos no pudieran ir a la escuela, ni siquiera cuando se vivió el paso de los huracanes Gilberto, Wilma o la influenza.

Guadalupe Contreras Castillo, titular del CSAI del Colegio de Bachilleres de Cancún

Dijo que el Sars-CoV-2 le pegó muy fuerte al sector educativo y urge encontrar soluciones de inmediato, que van desde digitalizar las inscripciones y dejar de aferrarse a los antiguos modelos educativos pues ya no se puede postergar más la educación digital, apostarle más a la formación de los docentes, que los alumnos puedan hacer los pagos en línea de sus exámenes extraordinarios, y la digitalización de los certificados de estudios para los jóvenes que cursan el CSAI.

Aseveró que a todos los alumnos se les está calificando por medio de las tareas que se les asignan, ya que no pueden hacer el examen en línea, los de las comunidades rurales están trabajando con medio de los cuadernillos, todos los docentes fueron capacitados para tener la misma estrategia para calificar a los jóvenes, los alumnos regulares que están por egresar tendrán su certificado en tiempo y forma además de que se entrega en línea, los irregulares son los que deberán de acercarse al plantel para saber qué método se usará con ellos y que puedan presentar sus exámenes, ya que no podrán asistir a la modalidad de cursos de regularización presenciales.

Nivel medio superior, complicado

Cada año alrededor de siete mil a 10 mil jóvenes se quedan sin la oportunidad de ingresar al nivel medio superior en el nivel escolarizado; tan sólo el año pasado presentaron la evaluación de asignatura 25 mil y sólo se cuenta con 18 mil espacios en las escuelas públicas. Ahora, tras las dificultades económicas que viven muchas familias a raíz del COVID-19, es probable que las cifras se eleven debido a los estudiantes que por necesidades económicas abandonen los colegios particulares.

Guadalupe Contreras dijo que para los Colegios de Bachilleres es una verdadera preocupación la oferta que pueden ofrecer, contra la demanda que existe en el estado y difícilmente se podrá tener grupos mayores de 40 alumnos, por lo pronto se prevé que en los próximos días se dé a conocer la nueva fecha para el examen del proceso de asignación para el nivel medio superior.

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Necesidad de cambio

Durante el foro virtual Los Sistemas Educativos Nacionales ante Situaciones de Emergencia. Aprendizajes de la Pandemia por COVID-19 y Perspectivas para el Futuro, Néstor López, especialista en política educativa regional del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO, señaló que más allá de lo que se haya hecho o no durante la emergencia, hubo muchas ideas y dinámicas nuevas que deben ser analizadas en profundidad porque ahí está “la semilla de grandes cambios” que pueden venir para el sistema educativo en el futuro post crisis.

Néstor López, especialista en política educativa regional de la UNESCO

Juan Pablo Arroyo, subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, enfatizó que en México fue evidente la falta de coordinación entre la autoridad educativa federal y las estatales para la toma de decisiones sobre distintos aspectos, desde la fecha de la suspensión de clases y el reinicio, así como la terminación del ciclo escolar.

Expuso que entre las muchas cosas que deben cambiar está el papel del docente, que ya no puede ser un simple repetidor o emisor, así como los contenidos para rescatar la actividad educativa, ya que no han sido revisados para adaptarse a los propósitos de la enseñanza, que es darles los conocimientos fundamentales a los jóvenes para el futuro.

Ese es uno de los temas centrales que la pandemia nos lleva a revisar: tenemos que llevar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a aprender a aprender, que tengan como propósito central el aprendizaje”, comentó.

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Regreso a clases, bajo normas estrictas

Los estudiantes de educación básica regresarán a clases el próximo 10 de agosto, siempre y cuando el semáforo epidémico esté en verde, indicó el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma.

Esteban Barragán Moctezuma, secretario de Educación Pública

El plan de reactivación de actividades académicas incluye el regreso a los salones de manera escalonada, de modo que los niños asistirán a clases de acuerdo con la inicial de su apellido. Esto significa que solamente la mitad de los estudiantes acudirá a la escuela los lunes y miércoles, mientras que los demás tomarán clases los martes y jueves.

A fin de que se respete la sana distancia, los pequeños tendrán lugares fijos que permitirán que sus lugares tengan el suficiente espacio como para no promover un ambiente donde sea fácil contraer COVID, y los recreos serán escalonados.

Algunos colegios están determinando la posibilidad de que los profesores impartan las asignaturas en espacios abiertos a fin de disminuir los peligros de transmisión de coronavirus.

De la misma manera se interrumpirán ceremonias o reuniones en las que los niños estén muy cerca de los otros, por lo que podrían anularse situaciones como los honores a la bandera o el canto del himno nacional.

Todos los alumnos, profesores, administrativos y trabajadores de los colegios tendrán que utilizar cubrebocas o algún pañuelo para evitar que las partículas de la saliva caigan sobre las superficies de las escuelas.

También será obligatorio el lavado de manos a ciertas horas del día y la constante sanitización de todas las zonas riesgosas a fin de que no se incrementen las transmisiones de este virus.

De acuerdo con el funcionario, en caso de que alguna escuela detecte algún caso de COVID-19, el plantel cerrará sus puertas durante al menos 15 días, que es el tiempo de incubación del virus.