DUBLÍN.- Es frecuente que en el ámbito de la nutrición aparezcan estudios cuyos
resultados contradicen lo que siempre se ha creído que era lógico. Por ese motivo, conviene
tomarlos siempre con la conveniente cautela. Y eso es lo que ocurre con los resultados de
una investigación realizada por un equipo de la Universidad de Dublín, según los cuales,
comer queso podría ayudar a reducir los niveles de colesterol en la sangre.
Los autores del estudio realizaron un experimento de seis semanas con un grupo de
voluntarios, a los que dividieron en cuatro grupos. Los del primero, tenían que comer 120
gramos de queso cheddar irlandés al día; los del segundo, una cantidad muy pequeña de
queso y mantequilla; los del tercero, una cierta cantidad de mantequilla acompañada de
suplementos de proteínas, que equivalían al valor nutricional de 120 gramos de queso; y los
del cuarto grupo, no tenían que comer nada de queso ni de mantequilla.
Y lo que observaron fue que, aunque los miembros de los cuatro grupos redujeron sus
niveles de colesterol, los que más lo hicieron fueron los del primero, los que comieron los
120 gramos diarios de queso. Pero, ¿cómo puede ser esto posible? Los investigadores no
tienen una respuesta clara pero, sospechan que puede ser debido a que la grasa de este
producto lácteo no resulta dañina cuando se consume en forma de queso, y si cuando se
consume de otro modo. Es lo que han bautizado como “la paradoja del queso”.
De todas formas, antes de lanzarse a comer queso como locos, conviene resaltar que este
estudio tiene algunas limitaciones importantes, especialmente el hecho de que la muestra de
voluntarios no era muy grande. Por eso, como ya hemos dicho, conviene tomar sus
resultados con cautela, a la espera de que nuevos estudios confirmen o desmientan estos
datos. (Quo)