Moscú y San Salvador presentan prohibiciones a la difusión sobre las pandillas y el ejército, respectivamente, lo que puede traducirse en actos de censura, alertan periodistas

Dos leyes presentadas en apenas 24 horas hicieron que El Salvador y Rusia, dos de los países en donde es más difícil ejercer el periodismo en el mundo, sean aún más hostiles hacia la libertad de expresión y las voces disidentes.

En los dos países el argumento ha sido proteger a la población de la información falsa, pero en la práctica estas nuevas normativas abren la vía a represalias contra medios de comunicación críticos con la versión oficial de los hechos.

Rusia prohibirá la reproducción de noticias falsas sobre el empleo del Ejército en el exterior, según un proyecto de ley presentado este miércoles ante la Duma o cámara de diputados.

Una vez que sea aprobada, la ley perseguirá la reproducción de noticias falsas dirigidas a desprestigiar a las Fuerzas Armadas por defender los intereses del país y a sus ciudadanos.

También se castigará a los periodistas que publiquen informaciones de otros medios que falten al respeto al Estado, su Constitución y a las instituciones públicas, además de llamamientos a organizar y participar en manifestaciones no autorizadas.

Mientras, el Congreso de El Salvador aprobó el martes, a petición del presidente Nayib Bukele, una reforma penal para castigar con hasta 15 años de prisión la difusión de mensajes de pandillas en medios de comunicación.

La reforma aplica a quienes “reproduzcan y transmitan mensajes o comunicados originados o presuntamente originados por dichos grupos delincuenciales que pudieran generar zozobra y pánico a la población en general”, señaló el texto, que establece sanciones de 10 a 15 años de prisión.

La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) emitió acto seguido un comunicado expresando su “preocupación” ante un “claro intento de censura”.

La reforma “mordaza”, como la calificó la APES, “amenaza con cárcel a los medios de comunicación y periodistas que reporten sobre una realidad que desde la actual administración” de Bukele “se busca esconder”. (Agencias / Expansión)