Héctor Cobá

Fotos Facebook de Rudy García 

El inicio en el periodismo de Rudy García (1933-2022) fue como voceador de periódicos a sus ocho años de edad. Todo lo inherente a la talacha del reportero no le fue ajeno, resultó un gran reportero: editor, traductor, compositor, cantante; buen bebedor y fumador… 

Me parece que fue por allá del año 2003, en los días últimos de mi presencia en Voz del Caribe, tras la metamorfosis a este nombre de su nominación original propuesta y dirigido desde el 2000 por Fernando Martí, hoy cronista de la ciudad de Cancún: del periódico Cancún. Voz del Caribe.    

Palabras más palabras menos, dicho por él, Rudy García  cobraba regalías de dos canciones a Tito Puente; su padre fue trovador, seguro algo heredó de él; tuvo de compañeros de parranda a Marco Antonio Muñiz, Olga Guillot, Willy Colón, Johnny Ventura y Celia Cruz.

Su vida era el periodismo de espectáculos, bebedor de ron incluso con sus dos marcapasos. El cigarro lo dejó los últimos años de su vida.

Apreciado por toda la banda reporteril, por todo mundo, el cancunense, no escatimaba un abrazo al verlo. Sin querer el abrazo se convertía en algo peligroso, si el del abrazo traía en su bolsa izquierda un teléfono celular, lo que podía afectar alguno de los dos marcapasos. Rudy casi gritaba: el celulá, el celulá… el rechazo era como el de la doncella cuando el patrón se quiere propasar.

El texto: El antrero mayor, cercano a panegírico del gran Rudy García, publicado, creo, en 2003, nació tras la impartición de un taller de periodismo por él, en la Casa del Escritor de Cancún, en un año que ya no recuerdo, en el que comenzamos más de 10 personas y solo terminamos dos.

A veces la sesión era toda para quien firma este texto, en una de esas platicó que él nació en Izamal, Yucatán, muy niño se lo llevaron sus padres a Cuba; ahí permanecieron un tiempo y al sexto año, por equis o ye razón, se trasladaron a Puerto Rico.  

De esa estancia el reportero de canciones norteamericanas en la ameritada revista Billboard, trabajar en el New York Times, hacer radio, dirigir dos periódicos en New York, 45 años de periodismo en los EU regresó a México con la doble nacionalidad: mexicana y estadounidense, lo que le facilitó trabajar como redactor del Miami Herald** con Kathy Loretta y del USA Today con Tere Carpinelli, en ambos casos en Cancún. El chivo lo completaba con las traducciones de escrituras de propiedades del inglés al español y viceversa.

Divertido, en una de las sesiones relató que una vez en Puerto Rico llegó a cantar Marco Antonio Muñiz, en el hotel Holiday Inn; ahí las condiciones contractuales son (o eran) muy rígidas y estrictas. Tras su actuación Muñiz le dijo a García “quiero tomar dos traguitos de ron”. “Está bien Marco Antonio vamos, pero recuerda que no puedes cantar, si lo haces los del Holiday te cancelan el contrato”. El lugar resultó ser el bar del hijo de Bobby Capó, en una calle puertorriqueña llena de bares similares a la Yaxchilán (en Cancún) o la 59 (en Campeche).

Rudy recuerda que desde el primer trago Muñiz movía los pies y piernas, con los dedos hacía como que tocaba en el piano en la mesa, a la vez que decía “quiero cantar”. Casi regañándolo nuestro finado hoy, vivo en ese entonces, le soltó a El Lujo de México y El Embajador del Romanticismo: “Marco Antonio no puedes cantar, recuerda el contrato con el Holiday Inn lo puedes perder”.

Viendo esa charla, el hijo de Bobby Capó (QEPD) se acercó y preguntó “¿qué necesitan?” “¡Si consigues un piano canto!”

Ni tardo ni perezoso Bobby Capó, hijo mandó a dos de sus empleados a buscar un piano de cola, el que se localizó a tres lugares de donde estaban bebiendo ron Muñiz y Rudy. Más rápido que un conejo perseguido por un pek Marco Antonio puso manos a la obra, perdón, su voz en el micrófono, a pesar de las recomendaciones del izamaleño-puertorriqueño-mexicano-cancunense.

Él mismo cierra la narración: preocupado por la cuenta, debido a que, en ese entonces, el ron Appleton añejo o blanco era carísimo. Descomunal sorpresa se llevaron: ¡no es nada! Cómo no, los meseros se llevaron propinas desde 10 hasta 70 dólares, gracias al público complacido por el inesperado espectáculo.        

De esas farras y muchas más se platicaron en la Ciudad de México, en la casa de Olga Guillot, con ella, Muñiz y García, de las que Guillot se desternillaba de risa. Alguna vez coincidieron con Celia Cruz en esas diabluras.

A la composición de canciones no le hacía el feo don Rudy, ya que en las charlas, en medio del taller de periodismo, recordó que escribió dos canciones para el timbalero mayor Tito Puente (QEPD, él nos abandonó en el 2000), de las que seguía recibiendo regalías una vez al año. 

Seguro allá donde llegó don Rudy se encontrará con Bobby Capó, el hijo de este; Olga Guillot, Celia Cruz, Tito Puente y entre todos soltarán unas tremendas descargas***. Solo falta que se les una Marco Antonio Muñiz…

Rudy &Willy

Willy Colón en su enésima boda, “no sé la número cuál” asevera el exreportero del Por Esto Quintana Roo Luis Mis. Añade, en el año  1994, vi en una mesa, en el hoy desaparecido Club Campestre de Cancún, al recién fallecido –abril 2022– en Texas (Estados Unidos), Rudy García platicando con los internacionales salseros: Willy Colón, Celia Cruz y Johnny Ventura, tras una boda más de Willy Colón en el marco del Festival de Cultura del Caribe.  

Misa del adiós

La reportera y directora del portal www.caribeempresarial.com  Talina González, a nombre de la viuda de Rudy, Gloria, convocó a los reporteros amigos al Santuario María Desatadora de Nudos, a una misa con una foto del gran reportero QEPD. Ella misma realizó una entrevista a Rudy García: Rudy García, periodista neoyorkino en entrevista para #Caribempresarial, el 1 de agosto de 2020, vía zoom, posible de localizar en YouTube. La reportera comentó que RG era un tipazo, cantó en la ceremonia del matrimonio de ella dos de sus canciones favoritas, y muchas más: New York, New York y My Way. Siempre fue un bohemio. Recoedó que en EU le van a hacer una ceremonia de Veterano de Guerra, ya que participó como soldado en el ejército estadounidense en la Guerra de Corea 1950-1953.

Codita

Por cierto este texto se redactó acompañado de los sabores del sikil pak, guacamole de aguacate criollo, salpicón de castacán casi con textura de ceviche y sus correspondientes tostaditas; por supuesto en Bar El Chesmerito, calle 10 por 51, centro de la ciudad de Campeche.

*El antrero mayor sin el uno, resultó imposible de localizar, ya que al parecer, el huracán Wilma en 2005 desapareció las banderas de la Voz del Caribe. Aunque hay rumores que don Fernando Martí posee una colección completa de los ejemplares del referido medio impreso desde Cancún. Voz del Caribe hasta Voz del Caribe.

**En el que, por cierto, al firmante le publicó tres textos, obvio, traducidos al inglés por mi antrero mayor. 

***Descargas, término común dentro de la música afroantillana o salsa, improvisación de un fragmento de canción llena de frenesí.  

Twitter: @HctorCob / Facebook: Héctor Cobá / hectorcobácc@gmail.com

Cancún, Quintana Roo; a 30 de abril de 2022.