El ofrecimiento presidencial de un sistema de salud “al estilo nórdico”, una fantasía; los primeros resultados de cancelar el Seguro Popular se están viendo y la improvisación para echar a andar el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar está afectando a la gente de menos recursos

GALO BURGOS

CANCÚN.- Aunque el 1 de enero de 2020 inició de manera formal el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), durante sus primeros días de funcionamiento ha sido severamente criticado, no sólo por deficiente atención a los enfermos y sus familiares, por el desbasto de medicamentos, incluso por el despido de miles de trabajadores del ahora desaparecido Seguro Popular.

El nuevo Insabi es una promesa más del presidente Andrés Manuel López Obrador que no tiene soporte para convertirse en realidad. El presidente ha resultado ser un gran “vendedor de ilusiones” y prefiere mentirle a la gente que admitir que, para ofrecer medicinas, hospitales y atención médica gratuita a toda la población, se requiere el doble de recursos de los que actualmente se canalizan al sector.

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Los primeros resultados de cancelar el Seguro Popular se están viendo y la improvisación para echar a andar el Insabi está afectando a la gente de menos recursos.

El mandatario reiteró en su conferencia mañanera del pasado miércoles que lo que busca es mejorar el sistema de salud en México y aspira a que se alcance un modelo similar al que tienen países como Dinamarca, Noruega, Reino Unido y Canadá.

“Queremos tener hospitales de primer mundo, pero también que la gente pueda ser atendida en los primeros niveles de atención medica; ese es el objetivo”.

Sin embargo, de acuerdo a un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los países que han avanzado hacia la cobertura universal en salud tienen un gasto de 6% del PIB, México canalizará en 2020 sólo 2.5%, o sea, un presupuesto insuficiente para cumplir la promesa del Presidente.

López Obrador asegura que eliminando la corrupción se logrará el objetivo, pero igual que en otras promesas miente, ya que aun sin corrupción, el gasto en Salud seguirá siendo de 2.5% del presupuesto y no de 6% que se requiere.

La cruda realidad

El nuevo Insabi que ofrece atención y medicamentos gratuitos en el primer y segundo nivel de atención, forma parte de una estrategia mundial de los países como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las personas que acuden a este servicio en muchas ocasiones no cuentan con los recursos económicos para acudir a un médico privado.

En los hospitales públicos del gobierno federal y en los estatales se realiza un cobro mínimo a los pacientes por su permanencia y atención médica, exentándolos de pago o aplicando un descuento dependiendo del resultado de una evaluación socio-económica.

Juan Antonio Ferrer Aguilar, director del Insabi

Juan Ferrer, nombrado por el mandatario Andrés Manuel López Obrador como titular del Insabi, ha informado que en el país hay 309 establecimientos dedicados a proveer servicios médicos que se encuentran “desperdiciados” y que se pondrán en marcha en los siguientes meses.

“Vamos a construir y rescatar con planeación estratégica centros de salud, hospitales regionales y nacionales que respondan a la necesidad de la gente; vamos a implementar un verdadero modelo de salud y bienestar integral centrado en la persona, la familia y la comunidad”, expresó.

Ferrer afirmó también que en la nueva institución de salud, que sustituye al Seguro Popular, se cubrirán todas las enfermedades que presente la población, además de que se garantizará el abasto de medicamentos y en general los insumos necesarios para otorgar servicios médicos de calidad.

Aunque el mandatario prometió que en los hospitales del sector salud ofrecería atención de calidad, humana y eficiente, así como medicamentos sin costo a los afiliados, la realidad parece no ser así.

En casi todo el país se ha denunciado que los servicios ahora no son gratuitos e inclusive los precios de atención aumentaron con respecto a los que tenía el Seguro Popular. Se menciona que el problema está presente en múltiples hospitales federales y hasta el momento parece no existir una solución.

“Uno de los más grandes cambios del nuevo proyecto es terminar con la corrupción en el sector salud para que puedan avanzar con rumbo a un mejor sistema, razón por la que se destinarán 40 mil millones de pesos adicionales para el sector salud”, afirmó.

Preocupación de exsecretarios

Los 40 mmdp que se utilizarán para este año, provienen del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, con el propósito de invertirlos en contratación y basificación de médicos; abasto de medicamentos y la operación del Instituto del Bienestar.

En una carta los exsecretarios de Salud, Guillermo Soberón, Julio Frenk, José Ángel Córdova, Salomón Chertorivski, Mercedes Juan y José Narro, expresaron su preocupación por el uso de dicho fondo, ya que ha servido para atender 66 padecimientos de alta especialidad, como cáncer de mama, cervicouterino y próstata.

López Obrador garantizó que pese al uso de ese fondo “nadie se va a quedar sin ser atendido, al contrario, se van a mejorar los servicios de salud. Todos van a hacer atendidos; no van a tener ningún problema”.

El primer mandatario criticó a quienes defienden el Seguro Popular. “La única explicación es que no tienen información suficiente, porque por lo general también, con todo respeto, no salen de las oficinas, de los cubículos. Los investigadores, los académicos, no van al campo, no conocen la realidad y no se puede transformar una realidad que no se conoce, afirmó.

“Por eso hasta me extraña que haya gente, por falta de información, porque hay algunos que no lo hacen de mala fe, que defiendan lo del Seguro Popular, si era lo más ineficiente que ha existido.

“Es un plan completamente nuevo, porque nos dejaron tirado el sistema de salud. Se dedicaron a robar en el sector salud, como lo hicieron en todo el gobierno, se robaban hasta el dinero de las medicinas”, planteó. Precisó que para la contratación de personal médico convocará incluso a jubilados, pensionados, enfermeras y médicos.

El mandatario federal argumentó que una unidad médica rural sólo tiene posibilidades de contar, en condiciones óptimas, con 120 tipos de medicamentos; un hospital rural, con 300 tipos de medicamentos; un hospital del IMSS, 600, y un hospital de especialidades en Ciudad de México puede tener 1,200 claves de medicamentos. “Entonces, ¿cómo medicina de primera, de segunda y de tercera?”, cuestionó.

El secretario federal del ramo, Jorge Carlos Alcocer Varela, coincidió con López Obrador y dijo que el Seguro Popular fue un mecanismo con el que se lucró con las enfermedades de la población.

“Se trató, indudablemente, de una estrategia en alianza con el capital privado, que buscaba beneficiarse de las enfermedades, más que tratarse de una institución social sólida que ofreciera servicios de atención universal a todas las personas vulnerables”, puntualizó.

Al respecto, el presidente aseguró: “No cambia nada, quien tiene seguro popular, seguirá recibiendo atención e incluso se mejorará el servicio. Continúa todo igual, es un periodo de transición. Todo seguirá igual, pero sin corrupción.

“Lo del Seguro Popular va a seguir teniendo atención igual o mejor”, dijo López Obrador sobre las dudas de pacientes, sobre todo los que padecen cáncer, de cómo será el proceso.

“Es un periodo de transición”, indicó el presidente que dijo que el objetivo principal es que no falten medicamentos.

Déficit de médicos

Para subsanar el acceso a la salud de la población está el lanzamiento de un programa para formar unos 200 mil médicos, cifra que, según estimaron las autoridades, hacen falta en México.

“Nos encontramos que faltan 200 mil médicos en el país. Unos 130 mil médicos generales y unos 70 mil especialistas o de especialidades. Ese es el saldo y eso tiene que resolverse”, apuntó

“No se garantizaba el derecho a la salud; ahora, lo que se ha decidido es que se pueda proporcionar atención médica y medicamentos gratuitos a todos los mexicanos”.

Atención gratuita para todos

A su vez, indicó las características del Instituto de Salud para el Bienestar. Dentro de ellas se garantiza la atención a todos los que estaban inscritos en el Seguro Popular.

Todos los padecimientos se atenderán sin restricciones, incluyendo las enfermedades que generan gastos catastróficos, como, por ejemplo, los padecimientos oncológicos.

Se garantizará el abasto de medicamentos oncológicos como el metrotexato.

En lo que respecta a los profesionales de la salud, aseguró que se abrirán vacantes para el personal médico y existirá un aumento de sueldo. Dijo que uno de los inconvenientes del Seguro Popular es que se crearon más plazas para trabajadores administrativos que para médicos. Ahora eso se terminará, aseguró.

Quintana Roo, como otros estados, en el limbo

Respecto a Quintana Roo, Gabriela Sosa Guerra, Titular del Régimen Estatal de Protección Social en Salud, informó que se sigue trabajando en dar atención a los más de 606 mil afiliados al Seguro Popular que no cuentan con alguna otra seguridad social.

El Seguro Popular en la entidad recibió durante 2019, recursos por más de 448 millones de pesos provenientes del gobierno federal.

Para su operación se espera un incremento sustancial en 2020, debido a los cambios en la ley general de salud, para focalizar el recurso en la mejora de las atenciones médicas, señaló Sosa Guerra.

Informó que se sigue trabajando en dar atención a los más de 600 mil afiliados al Seguro Popular, que no cuentan con alguna otra seguridad social.

Y dijo que continúan trabajando conforme a lo establecido en la Ley General de Salud en materia de protección social en salud. “El estado de Quintana Roo sigue recibiendo las transferencias de los recursos en el marco de lo que establece la ley, no paramos, seguimos avanzando, seguimos trabajando como nos ha instruido el gobernador del Estado, Carlos Joaquín.”, subrayó.

Señaló en ese sentido que se requeriría de un crecimiento no sólo de presupuesto sino también de infraestructura hospitalaria, pues de momento la entidad tiene registrados a 606 mil 603 afiliados, cifra que podría incrementar en los próximos años debido a la inmigración.

Más administrativos que doctores

Para algunos empresarios, diputados, senadores, dirigentes de partidos, ex secretarios de Salud, gobernadores y ciudadanos de distinta afiliación política, el Instituto de Salud para el Bienestar es una promesa más del presidente Andrés Manuel López Obrador que no tiene soporte para convertirse en realidad.

El Insabi se estrenó este 2020 con tropezones que dieron pie a que seis gobernadores decidieran no entrar al nuevo esquema de salud pública.

Los gobernadores de Aguascalientes, Baja California Sur, Jalisco, Guanajuato, Querétaro y Tamaulipas, consideraron que con el Insabi se les quitan facultades en materia de salud y que el nuevo sistema opera sin reglas de operación.

El gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco, fue más lejos al afirmar que en su estado él seguirá operando el Seguro Popular.

El momento fue aprovechado por los adversarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes compararan un pasado como una era gloriosa que no existió en la que pareciera que tuvimos un sistema de atención parecido al de países nórdicos y europeos con un presente en el que caímos a lo peor.

Lo cierto es que los servicios de salud pública desde hace algunas décadas se vinieron deteriorando y las carencias en hospitales y clínicas en todo el país fueron siendo cada vez más evidentes.

Se dieron casos en los que los recursos etiquetados para el Seguro Popular fueron desviados a otros fines por los gobernadores en varios estados de la República, además de que se contrataron a miles de administrativos, en muchos casos, amigos y (o) familiares de políticos, funcionarios de gobiernos estatales y municipales.

Pero justo es reconocer que no se preparó el terreno para el tránsito entre el Seguro Popular y el Insabi fuera terso.

Los trabajadores del viejo sistema, por ejemplo, no sabían que pasaría con ellos. El esquema de aportaciones de los beneficiarios quedó en la indefinición; por un lado, se dijo que los servicios médicos serían totalmente gratuitos y a la hora de implementar el INSABI resultó que sí había que pagar cuotas de recuperación, lo que ocasionó múltiples inconformidades.

Burocracia inconforme

En el caso de trabajadores del Seguro Popular en Quintana Roo, despedidos por el gobierno federal, señalaron que el Gobierno del Estado no tiene dinero para darle continuidad a su recontratación, por lo que tendrán que esperar a la designación de un liquidador que sirva de interlocutor para determinar su situación laboral.

Algunos de los afectados indicaron que son 169 trabajadores se encuentran en el aire, ya que los servicios estatales de salud únicamente se “pasan la bolita” y no resuelven su situación laboral.

“Desde el 31 de diciembre terminó nuestro contrato y en los servicios estatales de salud nos dicen que no hay dinero para nuestra recontratación a pesar del oficio enviado por el director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Ferrara, de que tendríamos continuidad laboral durante los primeros tres meses de este año y que se tenía dispuesto un 6 por ciento del presupuesto para los pagos”, según publicó el Novedades de Quintana Roo.

Reiteró que el sector salud del Estado afirma que la Federación no les ha radicado el recurso para cumplir con ese acuerdo.

Refirieron que a fines del año pasado, las autoridades les ofrecieron las posibilidades de ser recontratados o tener una liquidación, “pero aquellos que escogieron esta segunda opción tampoco les ha llegado su pago. Ni liquidación ni recontratación y esperamos lograr un buen acuerdo tanto para médicos como para afiliadores y gestores”, subrayó.

Tótems

Dijo que no saben si continuarán funcionando los módulos de afiliación y orientación, conocidos como “Tótems”, consistentes en agilizar la atención, dar servicios y orientación a los quintanarroenses interesados en tener protección social en salud, estos módulos digitales son atendidos por personal especializado a través de una videollamada al ciudadano.

Las unidades médicas que ofrecen servicios a los solicitantes de atención a la salud que no cuentan con otra seguridad social, son el Hospital Materno Infantil Morelos, Hospital General de Chetumal, Hospital Integral en Isla Mujeres, Hospital Comunitario en Bacalar, Hospital General en Felipe Carrillo Puerto, Hospital Integral en Kantunilkín, Lázaro Cárdenas, Hospital Integral en José María Morelos, Hospital Integral en Cozumel y el Hospital General en Playa del Carmen.

Así como los módulo del Hospital Materno Infantil Morelos Chetumal, Uneme Dedicam Chetumal, Centro de Salud Calderitas, Hospital Integral Bacalar, Hospital Integral Tulum, Hospital General Cozumel, Hospital General Cancún, Centro Salud 4 de Cancún, Centro de Salud Rural Leona Vicario,, Centro de Salud Urbano. Alfredo V. Bonfil, Tihosuco, Tres Reyes, Maxuxa y el Modulo Urbano No. 2 Cancún.