AGENCIAS LANSING.- Pese a todo pronóstico, un estudio en de la Universidad de Michigan comprobó que las mujeres regañonas podrían ser buenas para la salud de sus parejas.

“Regañar es querer”, es a la idea a la que llegan los expertos, debido a que en su investigación encontraron que aquellos hombres con esposas regañonas eran mucho más sanos que quienes presumían de una relación plena.

Se debe a que las mujeres que regañan a sus parejas, a veces sin quererlo, regulan las acciones de sus maridos, e incluso, pueden retrasar el desarrollo de enfermedades como la diabetes, por lo que cuando los riñen constantemente, generan un mejor modo de comportamiento, que en consecuencia tiene buenos aspectos para su salud.

Los especialistas estudiaron a 1228 parejas durante cinco años, y con ello descubrieron que este tipo de padecimientos requiere que se tomen controles constantes, como lo pueden ser los regaños.

Aunque las mujeres no lo quieran, llevan una carga extra en la relación, y no precisamente porque quieran hacerse las víctimas, sino por un instinto innato que las orilla a estar al pendiente no solo de su pareja, sino de los cuidados de la casa, la buena administración del tiempo, del dinero  y, por supuesto, de sus vidas privadas.

Sin embargo, si el hombre es el que regaña a su pareja, por cualquier motivo que sea, las mujeres no tienen buenos resultados en estabilidad emocional ni en su seguridad personal, ello porque ellas tienden a regular, sin que se les pida, sus excesos.