SALVADOR CANTO

 

El sistema de drenaje sanitario en Cancún, inadecuado e insuficiente, se suma a las problemáticas desatendidas durante décadas a pesar de su continuo agravamiento, que, como una bomba de tiempo, amenazan con colapsar el principal polo turístico del país

La saturación constante del drenaje sanitario en Cancún exhibe la falta de infraestructura adecuada por parte de la concesionaria Aguakan, empresa que señala que tan sólo en Benito Juárez hay poco más de 145 mil viviendas que tienen conectado el sistema pluvial a sus instalaciones, lo que provoca que en periodos de lluvia se registre un constante colapso y, por ende, se rebosen las aguas negras de las coladeras.

Sin embargo, el gobierno municipal, a través de la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano, destaca que la mala planeación que se viene arrastrando desde hace muchos años ha generado que existan fallas en los sistemas de drenaje y por ello es que para atender el tema pluvial se han tenido que construir pozos de absorción para que el agua pueda escurrir.

De acuerdo con Salvador Diego Alarcón, director general de Obras Públicas, en Benito Juárez existen alrededor de 6 mil pozos en toda la ciudad; sin embargo, alrededor del 50% presenta problemas de saturación; además hay estudios que indican que se requieren entre 30 y 40 pozos adicionales en el municipio para afrontar las temporadas de lluvias, además de desazolvar periódicamente los existentes.

En Quintana Roo ninguno de sus 11 municipios tiene una cobertura completa de drenaje, al cierre del 2017, Quintana Roo contaba con una cobertura de drenaje sanitario y saneamiento del 67% del total de aguas residuales producidas por sus pobladores; en lo que respecta a las zonas urbanas es un 73.70% y en la zona rural es del 13.30%.

Para el 2020, la situación no ha cambiado del todo, pues de acuerdo con la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) del Estado, la cobertura es del 75% en los municipios donde ellos prestan el servicio y en los otros donde Aguakan tiene la concesión como es el caso de Benito Juárez, a duras penas llega al 85%.

Cancún se convirtió en una ciudad de rápido crecimiento en la que fue casi imposible crear proyectos de infraestructura adecuada para cada colonia, por lo que en diversos sectores los pozos de absorción y de drenaje son casi inexistentes.

Esta situación provoca que habitantes del municipio tengan serios problemas durante las precipitaciones, puesto que las calles se inundan e incluso el agua llega a entrar a sus domicilios.

Cabe destacar que el drenaje sanitario son las tuberías por las cuales se trasladan las aguas negras hacia plantas depuradoras para su tratamiento y posterior vertido a un cauce que permita al agua continuar el ciclo hidrológico; en tanto, el drenaje pluvial, en esencia, es un sistema colector con instalaciones complementarias que recolectan agua de la lluvia, pero en la ciudad esta función se suple en gran medida con los pozos de absorción.

 

Urge hacer estudio

Alejandro López Tamayo, director de la Asociación Centinelas del Agua, comenta que es urgente hacer un estudio para determinar el porcentaje real de domicilios que están conectados al drenaje.

Señala que a principios del año, hicieron una solicitud al gobierno municipal de Benito Juárez para la realización el mismo. Sin embargo, funcionarios del ayuntamiento argumentan que por el tema de la pandemia, hay varios asuntos como éste que no se han podido llevar a cabo.

La Comisión Nacional del Agua estima que más de 90% de los domicilios están conectados; sin embargo, no hay estudios que lo corroboren, insistió López Tamayo.

En el municipio de Benito Juárez se considera que el 85% de los hogares tiene conexión al drenaje, siendo uno de los más avanzados en este tema, pero no existe un informe oficial que avale esas cifras.

En tanto, hay municipios como Tulum o Solidaridad que ya realizaron sus estudios en años pasados; los indicadores de Conagua consideran que hay drenaje cuando las tuberías ya están colocadas en las calles, pero sin embargo, eso no quiere decir que los hogares ya estén conectados a él, principalmente en zonas irregulares e incluso en las urbanas, lo que representa un riesgo para los acuíferos, pues además todo de alguna manera llega al mar y por ende, afecta a los arrecifes.

 

Concesionaria negligente

Pese a que desde 1993, de la mano del entonces gobernador, Mario Villanueva Madrid se le entregó la primera concesión por 30 años a Desarrollos Hidráulicos de Cancún (DHC), incluyendo los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento, misma fue ampliada hasta el 2053 por la administración de Roberto Borge, Aguakan se mantiene como una empresa negligente para atender el problema del drenaje sanitario en Benito Juárez.

La concesionaria ha sido negligente en su operatividad y para cumplir con los compromisos de renovación, mantenimiento y ampliación de servicios, de acuerdo a denuncias de empresarios del sector turístico, como el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos, Roberto Cintrón Gómez, quien asegura que tanto la distribución de agua potable como la red de drenaje sanitario en los más de 20 kilómetros de la zona hotelera de Cancún están en riesgo.

Las tres plantas procesadoras en la Zona Hotelera generan anualmente ocho millones 569 mil 911 metros cúbicos de agua tratada proveniente de hoteles, restaurantes y residenciales ubicados en esta zona integralmente planeada.

Es decir, la denominada Pok Ta Pok tiene capacidad para recibir 245 litros de aguas negras por segundo; la Gucumatz recibe 200 litros por segundo y El Rey alrededor de 100 litros por segundo.

También, en reiteradas ocasiones y a petición del Comité Comunitario de Vigilancia y Educación Ambiental de la Laguna Chacmuchuch, biólogos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), han documentado y tomado muestras de los constantes vertimiento de aguas que proviene del cárcamo de Aguakan en la región 237 y que cada vez que llueve, se expande áreas protegidas del camino a la Laguna Manatí, pero extrañamente se han dado a conocer los resultados, pese a que el problema es periódicamente.

 

Aguakán presume equipos, pero…

En su propia página web, Aguakan explica que cuentan con mil 580 kilómetros de tuberías para recolectar las aguas residuales, el equivalente a la distancia que existe en línea recta de Cancún y Dallas, Texas.

Además, expone que tienen 61 estaciones de rebombeo para enviar las aguas residuales a las plantas de tratamiento, así como siete plantas de tratamiento y aunque dicen que cada mes realizan en promedio tres mil análisis, no existe evidencia de ello, pese a que presumen tener un laboratorio de aguas residuales certificado con el ISO 9001:2008 para controlar que la calidad de los procesos de tratamiento de aguas residuales y la calidad del agua que se inyecta al subsuelo cumplan con la normatividad.

Y es que, si bien históricamente Cancún desde su creación el principal problema que se ha tenido para las redes del drenaje es la dureza del terreno, con el paso de los años y con una concesión ampliada hasta el 2053, Aguakan ya debería de contar con los equipos para resolver uno de los graves problemas que al dejarse pasar, provocan que los mantos acuíferos sigan padeciendo las consecuencias por la contaminación.

Un funcionario de dicha concesionaria, consultado por El Despertador de Quintana Roo, pero quien dijo no estar autorizado para dar información, comentó que las redes de drenajes deben de ir más profundas a las del agua potable, pues funcionan a través de gravedad ubicando las pendientes y el problema es el tipo de suelo.

“Cancún comenzó a crecer pero la ciudad acelera su crecimiento mucho más rápido de lo que se había pensado y diferentes sectores de la ciudad comenzaron a desarrollar vivienda pero sin contar con la red de drenaje y desde luego, aunado a que tampoco hay un eficiente drenaje pluvial, uno de los graves problemas es que el agua de la lluvia se mezcla con las aguas negras y así se van a los registros que se rebosan además por la basura”, platicó.

En octubre de este año, habitantes de condominios y dueños de hoteles, ubicados a la altura del kilómetro cuatro en la zona hotelera, protestaron para denunciar la falta de atención de una fuga de aguas negras, afectando a más de 100 familias.

En aquella ocasión protestaron con pancartas y mensajes que decían: “No más contaminación” o “No más aguas negras” y exigieron al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), instancia que autoriza las obras en la zona hotelera, y que desde hace meses no contesta la solicitud de la compañía concesionaria Aguakan.

“A lo largo de la calle Pescador se desbordan las aguas negras, debido a una tubería que no reparan desde hace meses, lo que provoca olores fétidos y malos olores en toda la colonia”, se quejó una vecina del lugar.

 

Escurrimientos, directo al subsuelo y al mar

En un informe de “Razonatura” se considera que en Quintana Roo, donde existen cenotes y los ríos subterráneos más largos del mundo que son componentes importantes del ecosistema subterráneo hidrológico que a su vez está conectado con el Arrecife Mesoamericano, las aguas claras pobres de nutrientes que se necesitan para la subsistencia, cada vez son más turbias por la contaminación del agua que se inyecta al manto freático.

 

“Los humanos estamos utilizando el agua del subsuelo para todas nuestras actividades como es lavarnos los dientes, bañarnos, cocinar, lavar vehículos la ropa y ya sucia regresa sin tratamiento al acuífero y no sabemos si se cumple realmente el tratamiento adecuado, pero lo que sí sabemos, es que cada vez hay más corales enfermos”, se explica en un informe de dicho organismo.

La práctica de colocar el tubo del drenaje directamente al acuífero, cuyas corrientes luego llegan al mar, es común en Quintana Roo, pero la situación se agrava en las más de 300 colonias irregulares que hay en la entidad, según datos de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus).

El mal tratamiento de las aguas negras en Quintana Roo debido a un mal trabajo, es evidente que está colapsando uno de los ecosistemas marinos más importantes del mundo como es el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), cuya una barrera coralina que se extiende por más de mil kilómetros en el Caribe, entre México, Belice, Guatemala y Honduras, genera ya un problema grave en materia ambiental.

Incluso, existen estudios que el mal manejo de aguas residuales y el crecimiento hotelero desmedido del centro turístico más importante del país como lo es Cancún, aunado a Puerto Morelos y Playa del Carmen, son las  principales causas del daño del SAM por lo menos en el área que corresponde a México.

En la zona hotelera de Cancún, es evidente que la situación es más crítica porque no todos los hoteles tienen plantas o equipos de almacenamiento de aguas negras y todo, se dirige en la tubería de Aguakan que ya está colapsada.

Cabe mencionar que en las últimas tres décadas, el acelerado crecimiento turístico en el Caribe Mexicano y el incremento en la demanda con el desorden urbano que ello ocasiona incluso en la parte urbana, ha traído consigo una serie de consecuencias ambientales que hoy ponen en entredicho la persistencia de los recursos naturales que irónicamente han sido el principal atractivo para los millones de viajeros que llegan cada año.

 

Pozos de absorción y alcantarillas tapadas por basura

El agua pluvial en Cancún se atiende a través de los pozos de absorción que son la infraestructura para el desagüe, pero a pesar de ello Aguakan considera que esto no es suficiente, pues al rebasar la capacidad del manto freático, el drenaje también se colapsa al llegar el líquido hasta la planta de tratamiento.

La Dirección de Pozos y Limpieza de Playas, informó que el desalojo de las aguas de lluvia en la mayor parte de ciudad, ese en base a los pozos de absorción y todo el esquema es mediante el escurrimiento superficial hacia el subsuelo.

En muchos casos no se cuenta con estas alternativas; generando desde encharcamientos transitorios hasta inundaciones de varios días. Entre otras causas, se tienen el relleno y elevación de terrenos donde se han edificado diversos tipos de obras; la disminución en la permeabilidad del suelo al aumentar la superficie urbanizada; la obstrucción o saturación de los pozos naturales que captan el exceso de agua.

En días en donde el agua se estanca en calles y en algunos puntos donde se genera un rebosamiento del drenaje sanitario, se generan malos olores como ocurre frecuentemente sobre la avenida Bonampak, entre la supermanzana 66 y la Donceles 28.

En Benito Juárez, cuyo municipio perteneciente a la Región Hidrológica de Yucatán Norte de Quintana Roo y a la Cuenca Quintana Roo, la porosidad del suelo hace imposible que existan corrientes superficiales en el centro del estado, se localizan cenotes y lagunas, la más importante es la Laguna Nichupté. La laguna Bojórquez y la laguna Río Inglés se encuentran situadas entre la Isla Cancún y el continente, son parte integral de la zona turística.

Hace algunos meses, antes del inicio de la temporada de lluvias, el gobierno municipal dio a conocer que más de 450 mil metros cúbicos de lodo, equivalentes a miles de toneladas, y basura, fueron retiradas de 220 pozos de absorción en Cancún como parte de los trabajos prevención de inundaciones.

En días pasados, el gobierno municipal dio el banderazo inicial de las obras de construcción de la Red de Drenaje en la Supermanzana 227, en su etapa número 3, con el objetivo de beneficiar a más de 17 mil habitantes de la zona y sus alrededores, así como mejorar su calidad de vida.

Esta obra se comienza luego de más de dos décadas de existencia de habitantes de la zona y con la existencia de un grave problema de contaminación por el vertimiento de aguas negras al mando freático, pues no todas las casas cuentan con fosas sépticas.

 

Corales enfermos por aguas negras

En 2002, Kathryn L. Patterson pudo comprobar que la enfermedad de la viruela blanca, letal en para los corales Acropora Palmata en el Caribe Mexicano (mejor conocidos como cuerno de alce) es originada por la bacteria oportunista Serratia marcescens, proveniente también de las aguas negras.

Y es precisamente la ascendente producción de aguas residuales desde hace 30 años lo que ya refleja estragos severos en este ecosistema de arrecifes, que gradualmente ha ido perdiendo su cobertura y su belleza natural, sostiene Lorenzo Álvarez Filip, investigador del Instituto de Limnología y Ciencias del Mar de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con sede en Puerto Morelos.

En los últimos dos años, expertos atienen el grave problema del Síndrome Blanco que es una letal enfermedad de la cual se desconoce la causa y que ha matado la misma cantidad de corales que los que murieron en 40 años en el Caribe mexicano de manera natural o por otros brotes, de acuerdo con datos del Laboratorio de Biodiversidad Arrecifal y Conservación de la UNAM.

Sin ser información oficial, una gran parte del problema es derivado del vertimiento de aguas negras y residuales sin tratamiento al subsuelo que al inyectarse se dirigen de manera directa al mar y por ende, a la zona de arrecifes.

 

 

 

 

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Estrategias y líneas de acción

* Lo que requieren hacer las autoridades es reducir el impacto de las afectaciones generadas por la ocurrencia de fenómenos hidro-meteorológicos extraordinarios en las zonas urbanas de la entidad.

* Desarrollar planes integrales de drenaje pluvial para las zonas urbanas.

* Desarrollar programas de fortalecimiento de infraestructura de drenaje pluvial para las zonas urbanas.

* Impulsar que los nuevos desarrollos urbanos construyan la infraestructura de drenaje pluvial requerida en las zonas de crecimiento.

* Participar en acciones de concientización en la población sobre cultura del buen uso de la infraestructura de drenaje pluvial.