Los recientes ejemplos de Luis Gamero Barranco y Laura Beristain Navarrete tendrían que contribuir a abrir las puertas del closet en el que permanecen muchos políticos locales; la evolución de la sociedad en los últimos años ha convertido a los integrantes de la diversidad sexual en una codiciada fuerza de voto, y en un segmento turístico que cobra cada vez mayor importancia en la entidad

JENNIFER AGUILERA

La petición de matrimonio de la alcaldesa de Solidaridad, Laura Beristain Navarrete, a su pareja Karla Robles Miranda –titular del DIF en ese municipio– durante la celebración de las tradicionales bodas colectivas, el pasado 14 de febrero, si bien acaparó espacios importantes en los medios de la entidad, fue por su cualidad anecdótica –su mayor trascendencia informativa radica, si acaso, en el hecho de que una funcionaria haya utilizado de manera tan notoriamente personal un evento público, con recursos del erario–, muestra de lo mucho que ha cambiado la percepción de la sociedad quintanarroense en torno a la diversidad de preferencias sexuales.

Un antecedente similar lo dio apenas en diciembre pasado Luis Gamero Barranco, secretario particular del presidente municipal de Othón P. Blanco, quien –él sí en un evento estrictamente privado–, de rodillas, entregó un anillo de compromiso a su novio, como mostró una serie de fotografías que fueron ampliamente difundidas en redes sociales.

En su oportunidad, Roberto Guzmán Rodríguez, presidente de la asociación civil Red Posi+hiva Quintana Roo, citó este hecho como un parteaguas en la sociedad chetumaleña, donde a diferencia de ciudades como Cancún o Playa del Carmen, no existe tanta apertura hacia la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT). “Tenemos que abrir el tema, puede ser un Chetumal más incluyente. Ojalá pudieran salir más funcionarios del clóset por ese maldito miedo”, señaló, pues es vox populi que muchos servidores públicos viven en unión libre con personas del mismo sexo, pero por temor no lo dan a conocer.

“Lo aplaudo, me gusta, porque hemos trabajado para esto: para que los hombres, mujeres, sean felices; no hay nada qué esconder, hay mucho qué aplaudir; hay muchos funcionarios que quieren ser felices, tenemos que abrir el tema”, enfatizó.

Estado con visión de género

Desde su conformación como estado, Quintana Roo llega en la década del 70 con leyes que protegen la diversidad sexual, ya que la Constitución de la entidad cuenta con mecanismos de defensas y utiliza para todo la palabra “personas”, como es el caso de las leyes para el matrimonio o el divorcio, habla de la unión o separación entre personas, nunca dice hombre-mujer, como en otras entidades del país; por lo tanto no es necesario cambiar las leyes del estado, con la apertura a la diversidad sexual que se vive en estos últimos años, porque desde su origen ya lo contemplaba, consideró por su parte Eduardo Sánchez Cetina, representante de la diversidad cultural, activista de derechos humanos y director general de una empresa de marketing político.

Eduardo Sánchez Cetina

Dijo que en la actualidad ya no es noticia escuchar que un político se declare gay, ni un tabú, “en realidad no tiene por qué ser el centro de atención su orientación sexual, ahora resulta ofensivo preguntarle a alguien si es heterosexual, homosexual, bisexual, pansexual, poliamoroso, o cualquiera de los 26 tipos de orientación sexual, lo que debe de importar de un político es saber cómo están trabajando en favor de la comunidad”, opinó.

Comentó que desde su perspectiva la presidenta municipal de Solidaridad, Laura Beristain Navarrete, no debió mezclar su vida personal con su vida laboral, pues pedirle matrimonio a su novia en un acto público desvirtúa el objetivo principal de las bodas colectivas al convertir su vida personal en el centro de atención para hacer visible su orientación sexual.

Ello, a diferencia de otros políticos que también tienen orientaciones sexuales diversas y en ocasiones trasciende que en reuniones privadas han declarado su amor a sus parejas del momento o bien formalizan uniones ante las leyes, algo que no sorprende y que se trata de su vida personal y que así debe de ser, sin necesidad de mezclarlo con su vida laboral, añadió.

Consideró que para la comunidad LGBT, Quintana Roo siempre ha sido una entidad amigable que los acepta con sus preferencias sexuales a diferencia de otros estados del país, por lo que se volvió un imán para esa comunidad que además les dio la posibilidad de un desarrollo económico y que su personalidad encajaba de manera perfecta con las exigencias laborales del polo turístico, ya que al no tener familia o hijos, les permite trabajar más horas y dobles turnos, a diferencia de una madre o un padre; tanto creció la comunidad –opinó– que ahora en cada campaña política es tomado en cuenta el denominado “voto rosa”.

Aseveró que a diferencia de otros estados del país, donde la comunidad LGBT sólo representa el 1% de los votos, en Quintana Roo es el 23.2%, equivalente a alrededor de 391 mil personas; por lo tanto, el voto rosa es decisivo para muchos actores de la política y siempre habrá quien lo busque por medio de representantes que trabajen en beneficio de la diversidad sexual.

En similares términos se refirió Edgar Mora Ucán, presidente de la asociación civil Círculo Social Igualitario, quien se refirió a la creciente importancia del voto de la comunidad LGBT en Quintana Roo, pues de acuerdo con sus cifras, el 15% de la población en el listado nominal pertenece a este sector, lo que debe obligar a los candidatos de los diversos partidos a ofrecer propuestas de inclusión y en beneficio de la diversidad sexual. Citó, entre los temas pendientes para ese sector, los relacionados con la reforma del Código Civil para que con el matrimonio igualitario se permita, por ejemplo, la adopción.

Edgar Mora Ucán

Mora Ucán mencionó que desde las elecciones estatales de 2018 se marcó un precedente histórico de respeto e inclusión, cuando se dieron casos de participación, como presidentes de casillas, de ciudadanos transgénero aun sin tener el cambio de identidad, por lo que llamó al Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) para seguir reforzando el protocolo de participación de esa comunidad.

Un pasado de diversidad

Eduardo Sánchez Cetina aseveró que la diversidad sexual siempre ha existido tanto en la población en general como en el ámbito político, pues muchos gobernadores, presidentes municipales, regidores, diputados y hasta presidentes de la nación han formado parte de esa diversidad desde la época ancestral, y para muestra citó a los muxes de la cultura zapoteca en Oaxaca, donde son considerados como un tercer sexo respetado y celebrado por la comunidad.

Por ello, manifestó su extrañeza ante lo que narra la historia respecto al denominado “baile de los 41” celebrado en 1901, donde según la anécdota en realidad había 42 hombres, muchos de ellos vestidos con ropa de mujer, el cual fue disuelto por la policía, que terminó arrestando únicamente a 41 de los asistentes porque le permitieron escapar a uno de ellos, quien sería el yerno de Porfirio Díaz, Ignacio de la Torre y Mier. Lo extraño, para él, es que dentro de la cultura oaxaqueña, de donde era oriundo el entonces presidente de la nación, es normal ver a hombres vestidos de mujer, es algo común en su cultura y no los espanta, porque para ellos existe un tercer género y juegan un papel importante dentro de esa cultura.

En realidad, si revisamos la historia de México –abundó–, en cualquier cultura, ya se citaba la diversidad sexual, lo que sucedió fue que con la imposición de la religión católica se apagaron o intentaron matar muchas de las costumbres originarias, como la misma religión, la medicina herbolaria, las diferentes lenguas y muchas otras manifestaciones que para nuestros ancestros eran normales, los llenaron de prejuicios y los sumergieron en la ignorancia, y empezaron a rechazar muchas de sus creencias.

En la actualidad la Ciudad de México es la entidad con más avances en su Constitución con respecto al tema de la diversidad sexual; sin embargo, reiteró, ellos tuvieron que hacerle cambios y modificaciones, a diferencia de Quintana Roo, que desde que nació en 1974 en sus leyes ya se hablaba del respeto a las personas, de la unión de dos personas, de la separación de dos cónyuges y nunca se refiere a hombre y mujer, es un gran logro de Quintana Roo desde su nacimiento y se desea que siga habiendo avances en favor de esa comunidad.

Un ansiado segmento turístico

Quintana Roo es uno de los destinos turísticos que le apuesta a la comunidad LGBT, ya que cuentan con un poder adquisitivo superior. Datos de la International Gay & Lesbian Travel Associaton (IGLTA) estiman que alrededor de 15% del turismo mundial corresponde al segmento LGTB, lo que se traduce en 150 millones de personas en todo el mundo.

De acuerdo con la IGLTA, la derrama económica de este sector es considerablemente mayor: mientras que una pareja gay llega a gastar mil 166 dólares, la heterosexual gasta en promedio 667 dólares.

Además las parejas del turismo gay viajan en cualquier periodo del año, ya que no tienen hijos, ambos trabajan, usan sus tarjetas de crédito y en todo gastan al doble, a diferencia de las parejas heterosexuales, pues sus motivaciones para viajar están orientadas al turismo de lujo, incluyendo, cultura, compras y consumo en restaurantes de alto nivel y hoteles boutique.

A nivel nacional, la Secretaría de Turismo (Sectur) estima que el potencial de este visitante es de 3.5 millones de turistas anuales, los cuales tienen una estadía promedio de cuatro noches en temporada baja.

La dependencia menciona a Cancún y la Riviera Maya, junto con la Ciudad de México, Puerto Vallarta y Guadalajara como los destinos más atractivos para la población LGBT, que superan incluso a lugares como Río de Janeiro y Buenos Aires, con un crecimiento anual de alrededor del 8%.

Durante la recientemente celebrada Feria Internacional de Turismo en Madrid, la Sectur destinó una jornada a informar sobre la estrategia para impulsar la visita de turistas de este segmento al país en conjunto con la IGLTA, mediante la capacitación de destinos, hoteles y prestadores de servicios, el desarrollo de productos especializados, la adaptación a las últimas tendencias de promoción digital, y la creación de agencias internacionales.

Conforme al presidente de la Asociación Nacional de Comercio y Turismo LGBT de México (Cancotur), Mariano Osores, aproximadamente 5.6% del producto interno bruto (PIB) del turismo se explica por el segmento LGBT.

Por esas razones los hoteleros, restauranteros y empresarios le apuestan a impulsar un turismo con apertura en la diversidad sexual, en donde no exista ningún tipo de discriminación.

En Cancún y en toda la Riviera Maya existen varios resorts reconocidos por ser gay friendly, como Oasis Sens, Secrets The Vine, Adonis Gay Resort & Spa, Sun Palace y Paradissus Cancún, entre otros.

Matrimonio igualitario en Quintana Roo

A finales de noviembre de 2011 se celebraron en Kantunilkín las primeras dos uniones matrimoniales entre personas del mismo género en Quintana Roo, siendo los contrayentes dos parejas de nombres Sergio y Manuel, por un lado, y María Patricia y Arely, por el otro.
Estos matrimonios se llevaron a cabo a criterio de la oficial del Registro Civil de esa ciudad, quien no encontró ningún impedimento para ello, ante una laguna legal en el Código Civil del Estado, toda vez que el matrimonio no se encuentra definido como una unión entre hombre y mujer.

Posteriormente se desarrolló una batalla legal pues la dirección del Registro Civil de Kantunilkín declaró nula la inscripción de las actas matrimoniales, que concluyó el 20 de abril de 2012, cuando la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Gobierno estatal dio por válido el recurso de revocación interpuesto por las parejas contrayentes, con lo cual los primeros matrimonios homosexuales fueron finalmente reconocidos, con todas sus consecuencias legales, por el gobierno de Quintana Roo.

Los 41

“El baile de los cuarenta y uno” fue una redada policial realizada el 18 de noviembre de 1901, durante la presidencia de Porfirio Díaz. Ocurrió en la colonia Tabacalera en la Ciudad de México, contra un baile de hombres que se estaba realizando en una vivienda particular, de los cuales 22 estaban vestidos de hombres y 19, de mujeres. La prensa mexicana convirtió en un escándalo el hecho, pese a que el gobierno de entonces se esforzó en ocultar el asunto, puesto que los detenidos pertenecían a la clase alta de la sociedad porfiriana, y se dijo que permitieron escapar a Ignacio de la Torre y Mier, yerno del entonces presidente, siendo uno de los escándalos más sonados de comienzos del siglo XX.

El número 41 pasó a formar parte de la cultura popular mexicana para referirse de manera velada a los homosexuales, y en el caso del 42 a los homosexuales pasivos.

Los Escándalos” de Rafael Loret de Mola

Uno de los libros más polémicos de los últimos años, por referirse a la presunta existencia de un grupo político homosexual que se incrustó en lo más alto del poder en México, titulado “Los escándalos”, del periodista Rafael Loret de Mola, fue publicado en el año 1999, en los estertores de la administración de Ernesto Zedillo, y aunque posteriormente el autor afirmó que con la llegada de Vicente Fox ese grupo, al que denominó “la cofradía de la mano caída”, fue alejado de la federación, sostuvo que algunos de sus elementos permanecían dentro de la estructura del Estado.

De acuerdo con el autor, la cofradía se instaló en Los Pinos a partir del mandato de Miguel de Madrid, y además de éste, cita nombres de muy alta envergadura, como Carlos Salinas, José Francisco Ruiz Massieu –cuya relación, según Loret de Mola, habría detonado el asesinato del segundo–, José Córdova Montoya, Ernesto Zedillo, Jorge Carpizo McGregor, Francisco Labastida, Emilio Chuayfett, Diodoro Carrasco y César Camacho Quiroz, entre otros, e incluso políticos que continúan vigentes en la Cuarta Transformación, como el secretario de Educación Esteban Moctezuma y el incombustible Manuel Bartlett Díaz, quien despacha como director de la CFE.

Para algunos un atado de conjeturas, para otros, homofobia pura del periodista, Loret de Mola ha dicho sobre su libro que no condena la orientación sexual de los políticos señalados, sino que su propósito es denunciar los abusos y excesos que cometieron protegidos por un grupo incrustado en el PRI que compartía su condición sexual.

Descatalogado desde hace años, el libro es sin embargo fácilmente accesible e incluso descargable en plataformas de intercambios digitales, como en el link https://bit.ly/38YPnGc

Homofobia, la otra cara de la moneda

Tristemente, la realidad de México en el tema de la diversidad sexual es que no es inclusiva y aún falta un largo camino por recorrer; de acuerdo a los datos de la doctora en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Ivonne Vélez Monroy, siete de cada 10 personas del colectivo LGBT son discriminadas y el 75% sufre de hostilidad laboral y son frecuentes los crímenes de odio por homofobia.

México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en crímenes por homofobia, sólo por debajo de Brasil; la mayor parte de los crímenes son cometidos en contra de hombres de las comunidades trans –travestis, transgénero y transexuales–, y un porcentaje muy bajo es en contra de mujeres, aunque no resulta muy fácil de identificar, ya que no se habla de un crimen por ser lesbianas, sino que se tratan como feminicidios.

Los estados con más violencia homofóbica son el Estado de México, Nuevo León, Veracruz, Chihuahua, Jalisco, Michoacán y Yucatán, y las edades más frecuentes de las víctimas en esos crímenes rondan entre los 30 a los 39 años, seguidos por lo de 18 a 29 años, le siguen los de 40 a 49 años, 50 a 59 años y de 60 en adelante.