El líder minero llega al Senado con afán de construir y de reconciliación, pero quienes lo
calumniaron “que se atengan a las consecuencias de la ley”
MÉXICO.- El líder del Sindicato de Mineros, Napoleón Gómez Urrutia, aseguró que dejó
atrás la persecución “injusta” y el conflicto “innecesario”, pero que llega al Senado con un
espíritu de transformar.
Después de doce años lejos de los medios mexicanos, Gómez Urrutia, acompañado de un
nutrido cuerpo de seguridad, aseguró que su persecución fue injusta porque derivó de un
conflicto propiciado por grupos de poder que se “amafiaron para atacar y tratar y pretender
destruir a una organización sindical como la que me honro en presidir”.
“Quiero decirles que para nosotros atrás han quedado toda esta serie de conflictos y
actitudes perversas que trataron de deformar la realidad del país, la realidad del sindicato
minero… Vengo con el mejor espíritu y estoy aquí para compartirlo con ustedes, de
construir y ayudar a transformar la realidad económica, política y social de México”, dijo.
Acompañado de líderes sindicales de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, recordó que
la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo exoneró, en 2014, “completamente de
calumnias”.
También se dijo honrado de llegar al Senado de la República, donde apoyará uno de los
temas que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador impuso desde su campaña: la
reconciliación, pero advirtió que “los que hayan cometido abusos que se atengan a las
consecuencias de la ley”, en referencia a quienes lo calumniaron.
Referente a la tragedia en Pasta de Conchos, el senador reiteró que es necesario rescatar los
cuerpos de 63 mineros, indemnizar a las familias y abrir una investigación a los
responsables.
Gómez Urrutia dijo que sólo ha hablado teléfono con el Presidente electo Andrés Manuel
López Obrador, pero confió que en breve se pueda reunir con él.