Advierte Grupo Ecologista del Mayab que denunciará si a pesar de ello se inician formalmente las obras; el proyecto es inviable, insiste

REDACCIÓN

CANCÚN.- La presidenta del Grupo Ecologista del Mayab (Gema), Araceli Domínguez Rodríguez, denunció que el proyecto del Puente Lagunar Nichupté aún no cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), por lo que no es posible iniciar con las obras.

Si bien por el momento únicamente se realizan, desde el pasado viernes, labores de calas y sondeos de geotecnia para la obra de construcción, señaló a Noticaribe Pensinsular que estarán muy pendientes para interponer una denuncia, en caso de que arranquen formalmente con las obras.

“No tienen la MIA, nosotros lo que estamos previendo es a que realmente empiecen obras sin manifestación y en ese caso sí se presenta la denuncia. Estaremos atentos, muy atentos”, advirtió.

Domínguez Rodríguez Calificó de irresponsable que varias obras, tanto públicas como privadas, se hayan iniciado ya en el estado sin contar con ese documento que respalda que se está cuidando el medio ambiente.

“De por sí ya tenemos bastante con los delincuentes ambientales, que son muchos de los inversionistas que quieren hacer cosas como esta y que ahora sea el propio gobierno que lo esté haciendo, eso es muy irresponsable”, lamentó.

Con respecto al puente sobre la laguna Nichupté, la ambientalista había opinado anteriormente que es inviable en cuanto a movilidad, además de ser perjudicial para ese ecosistema.

Expuso que, a su juicio, lo que la Zona Hotelera de Cancún requiere en realidad es un reordenamiento en su transporte público, con un metrobus eficiente que haga innecesario tanto vehículo, en especial tanto taxi, pero esto no lo hacen porque “tenemos sindicatos que no podemos tocar”.

En lo que respecta al punto de vista ecológico, consideró que los 690 pilotes que pretenden sumergir en la laguna traerá una afectación al sedimento y empeorará la poca circulación que tiene el agua, lo que ha causado la mortandad de peces.

Recordó que Gema fue creado en 1983 precisamente en reacción a la contaminación de la laguna que ya comenzaba a darse en ese entonces y a pesar de que a lo largo de la  décadas han pedido incesantemente a la Semarnat y a cada gobernador un proyecto para sanear el ecosistema, sus esfuerzos han sido infructuosos. (Con información de Noticaribe Peninsular)