Las gemelas de siete años acudieron a la sesión del juicio contra su padre celebrada este jueves en Nueva York

NUEVA YORK.- El narcotraficante mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán, cuyo juicio arrancó hace un mes y medio en Nueva York, tuvo un momento de distensión el jueves por la mañana cuando sus gemelas de siete años llegaron a la corte.

Luego de unos días de ausencia en la Corte Federal del Distrito Este, en Brooklyn, la esposa del ‘Chapo’ Guzmán, Emma Coronel, volvió a hacer acto de presencia, pero esta vez llegó acompañada al tribunal de las menores.

De acuerdo con New York Post, Guzmán, quien podría ser condenado a cadena perpetua por haber dirigido durante 25 años el poderoso cártel de Sinaloa, las saludó con la mano y les envió besos mientras se subían al regazo de su madre.

Las niñas, Emaly y María Joaquina, comenzaron luego de unos minutos a responder con las manos los saludos de su padre. Ambas vestían de la misma manera, con un abrigo blanco y una diadema con un moño.

Guzmán incluso agradeció con un pulgar alzado cuando un reportero se movió para despejar el campo de visión hacia sus hijas. Los tres abogados y sus asistentes también miraban a las niñas, sonrientes.

En un momento, Loera no pudo contener la emoción y lloró, de acuerdo con la declaración de su abogado, Eduardo Balarezo. “Estaba visiblemente lloroso, los ojos brillaban por lo rojo. El las vio por última vez en agosto”, dijo.

El jurado reaccionó también a la escena, en especial las mujeres, que se mostraron conmovidas.

Por otro lado, las críticas rápidamente surgieron, pues se comentó que la visita de las hijas gemelas del Chapo fue una estrategia de la defensa para “ablandar” al jurado al hacerle ver el lado humano de Guzmán Loera, acusado de 11 cargos federales de narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas. Asimismo, se cuestionó el acceso a la sala a las menores.