MÉXICO.- De 2018 a 2020, la pobreza extrema de la población de primera infancia se incrementó 3.7% en la Ciudad de México, mientras que subió 5.4% en el Estado de México. Entre las principales carencias se encuentra el rezago educativo, servicios de salud, así como alimentación.

Lo anterior de acuerdo con el Análisis de la Evaluación de la Pobreza en Primera Infancia, con base en el Análisis de la Pobreza Multidimensional del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) 2018-2020.

La pobreza de primera infancia en la Ciudad de México durante 2018 se encontraba presente en 44.1% de la población de ese sector, mientras que en 2020 aumentó a 45.1%.

Mientras tanto, la pobreza extrema pasó de 4.2% a 7.9% en el sector de la primera infancia.

La capital se encuentra en el lugar 19 de pobreza a nivel nacional; en pobreza extrema se ubica en el lugar 16, este último después de Michoacán.

De acuerdo con el análisis, “la pobreza infantil es la negación de los derechos indispensables para las niñas, niños para que puedan desarrollarse con plenitud, tiene una mayor probabilidad de volverse permanente, además que genera daños, a veces irreversibles”.

El Análisis de la Evaluación de la Pobreza en Primera Infancia destaca que la carencia de servicios de salud y seguridad social para los menores se debe al panorama de la pandemia de Covid-19, “lo cual muestra un grave problema para garantizar el derecho a la salud de niñas y niños menores de seis años”. (El Universal)