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HONOLULU.- En 2017, Joshua Spriestersbach se quedó dormido en una acera mientras esperaba comida de un refugio para personas sin hogar en Honolulu. Un policía lo encontró y pensó que era Thomas Castleberry, buscado por tráfico de droga desde 2006. Spriestersbacher fue arrestado y enviado a un psiquiátrico, donde permaneció encerrado casi tres años.

El hecho de que los dos ni siquiera se parecieran no pareció importarle a nadie, y en lugar de simplemente comprobar fotografías o sus huellas dactilares, el vagabundo se convirtió desde entonces en Castleberry.

A pesar de sus repetidas protestas de que no era el hombre que todos creían, a Spriestersbach le administraron diariamente medicación psiquiátrica para mantenerlo sedado. Cuanto más trataba de convencer a la gente de que no era Thomas Castleberry, más pensaban que deliraba, por lo que fue declarado psicótico por el personal del hospital.

Un psiquiatra finalmente decidió realizar una investigación y sólo necesitó algunas llamadas telefónicas y una búsqueda en Google para averiguar la verdad.

Al parecer, después de que se verificaron los datos, los funcionarios celebraron una reunión secreta y decidieron liberar a Spriestersbach en silencio con sólo 50 centavos a su nombre, pensando que a nadie le importaría otro vagabundo liberado en las calles.

No fue así, y actualmente Hawaii Innocence Project ha llevado a los tribunales el caso de Spriestersbach y pide que se abra un caso por negligencia.