Aunque en general las probabilidades de contraer COVID-19 en un avión son bajas, según un estudio, aumentan de acuerdo a los desplazamientos que realices durante el vuelo

AGENCIAS

WASHINGTON.- Un estudio publicado en abril por National Geographic y llevado a cabo por un equipo de investigadores de Salud Pública de Estados Unidos, analiza los movimientos que se realizan en el interior de un avión, sacando conclusiones sobre los asientos en los que la probabilidad de contagio es mayor. En

El principal factor que influye a la hora del contagio dentro de una aereonave es dónde se localiza, en caso de haberlo, la persona infectada con Covid-19. Es algo completamente impredecible. Sin embargo, el estudio ha determinado que existen partes del avión en las que aumenta o disminuye el riesgo de contagio.

La primera pregunta que se suele hacer antes de reservar un vuelo es simple: ¿pasillo o ventana? Esta elección puede ser clave, ya que los investigadores aseguran que el número de contactos cercanos que tiene una persona sentada junto a la ventana frente a otra sentada en el pasillo es de hasta cinco veces más. Así, los contactos medios en la ventana son 12, los del asiento del medio 58 y los del pasillo 64.

La realidad que brinda este estudio es que la probabilidad de contagio sube conforme más movimientos realices durante el vuelo: “Los pasajeros que tenían menos probabilidades de levantarse estaban sentados en las ventanas: solo el 43% se movía en lugar del 80% de las personas sentadas en el pasillo”, asegura el artículo.

Pero los propios autores del estudio lanzan un mensaje tranquilizador: “Si está sentado en un asiento de pasillo, ciertamente habrá bastantes personas pasando por delante de usted, pero se moverán rápidamente”, señala Howard Weiss, investigador de la Universidad de Emory (Atlanta, EEUU) quien ha supervisado el estudio. “En conjunto, lo que mostramos es que hay una probabilidad bastante baja de transmisión a cualquier pasajero en particular”.