En internet, redes sociales y en la vía pública, el “comercio de la carne” se oferta las 24 horas del día sin problema alguno en Cancún, sin ninguna restricción a lo largo de toda la pandemia, bajo la complicidad y corrupción de los tres niveles de gobierno

SALVADOR CANTO

Sin restricción alguna, la prostitución en todos los niveles ha sido la única actividad que se ha mantenido en funciones durante toda la pandemia por COVID-19 en Cancún, bajo la complicidad y corrupción de las autoridades de los tres niveles de gobierno que se han mantenido indolentes a pesar de los riesgos sanitarios que ello implica.

Quintana Roo junto con la Ciudad de México, Baja California, Chihuahua y Guerrero, son las entidades donde se concentra más del 80% de casos de prostitución con mujeres mexicanas y extranjeras, según informes de la Comisión Unidos Vs Trata que encabeza Rosa María de la Garza (Rosi Orozco).

En internet, redes sociales y en la vía pública, el “comercio de la carne” se oferta las 24 horas del día sin problema alguno en Cancún; incluso en casos más graves, hay indicios de prostitución de menores de edad, lo que mantiene la percepción del Caribe Mexicano ante el mundo como un destino idóneo para la explotación sexual infantil, como lo denunció Norma Elena Negrete Aguayo, coordinadora en México de Ecpat (End Child Prostitution, Child Pornography and Taffiking of Children for Sexual Purposes, por sus siglas en inglés) en el más reciente Foro Internacional “La explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes. Alternativas para la Acción” efectuado el año pasado en este polo turístico.

En diversas zonas de la ciudad bajo la fachada de “casas de masaje” y/o Spa, proliferan los negocios clandestinos y en las céntricas supermanzanas 64 y 66 de este municipio, hay decenas de viviendas que a la vista de todos son utilizadas para esta actividad por mujeres que con diminuta ropa ofrecen desde las banquetas sus servicios sexuales a todo quien pasa por ahí.

Autoridades como la Dirección de Fiscalización del municipio de Benito Juárez que encabeza Alberto Covarrubias Cortés, a pesar que dentro de sus facultades establecidas en el Artículo 479 del Bando de Buen Gobierno y Policía, está la de regular el funcionamiento de establecimientos comerciales, no hacen nada al respecto.

El tema de esas casas de citas, masajes o spa es un asunto con un margen jurídico bastante corto, en el cual no nos deja trabajar como si fuera un negocio legalmente establecido, en virtud de son casas habitación y tiene que ser tratadas de una forma diferente por la misma legislación”, informó un inspector de dicha dependencia, al ser cuestionado respecto a que si ellos regulan estos negocios.

Por su parte, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en Quintana Roo a cargo de Miguel Ángel Pino Murillo, cuya dependencia debería llevar un control por el tema de salud, tampoco tiene un padrón de establecimientos, zonas o número de personas que se dedican a la prostitución en Cancún, bajo el argumento de que esta actividad como tal no está permitida en las leyes locales, pues lo único que se sanciona es el delito de trata de personas, pero para ello son otras las dependencias que intervienen.

La prostitución está prohibida por ley; de hecho si se ejerce la prostitución debe de notificarse a la Fiscalía (de Justicia del Estado), la Secretaria de Salud realiza pruebas de control venéreo pero solo a las personas que los deseen. Al año realizamos unas 2 mil 300 pruebas”, comentó el funcionario a El Despertador de Quintana Roo.

Además, agregó que en el caso de las mujeres y hombres que se dedican al servicio sexual, no existe por el momento un control específico con las tarjetas sanitarias, pues insistió que es algo que no está permitido.

En México la prostitución no se regula, menos en Quintana Roo

Mientras en países europeos como Alemania, Austria, Grecia, Hungría, Letonia, Suiza, los Países Bajos, Turquía, entre otros, la prostitución por cuenta propia es legal y está regulada por leyes específicas para el sector, como pueden ser el control obligatorio de enfermedades venéreas o la zonificación, en México es un tema que aún no se atiende a fondo y son pocas las entidades que han adoptado medidas al respecto.

Una de ellas es precisamente la Ciudad de México (CDMX) que el año pasado despenalizó el trabajo sexual y modificó la Ley de Cultura Cívica en su Artículo 27 donde se eliminó la sanción para las personas que ejercen la prostitución para retirar la multa y arresto y a cambio se exige a los y las trabajadores sexuales una revisión médica periódica, utilizar medidas preventivas para evitar cualquier enfermedad de transmisión sexual; además se aclara que en caso de haber queja vecinal se procede a una infracción.

En cambio, en Quintana Roo la prostitución como tal se mantiene como ilegal y no se sanciona, pues a decir del Maestro en Derecho y exfiscal de Justicia del Estado, Miguel Ángel Pech Cen, sólo es delito como lenocinio y trata de personas cuando alguien se aprovecha y obtiene algún beneficio con la explotación y para ello interviene el Ministerio Público. Todo en base a la Ley en Materia de Trata de Personas conforme al Decreto 252 y se persigue de oficio.

Si directamente se ejerce el sexo servicio, hay violaciones administrativas si no se sujetan a los análisis y revisiones sanitarias. También por ejercer en lugares prohibidos”, explicó.

Añadió que la prostitución como actividad que llegare a ejercer, sólo el Bando de Buen Gobierno y Policía de Benito Juárez tiene esas prohibiciones en el Artículo 534, por lo que es facultad del municipio atender esta situación y aplicar las sanciones correspondientes cuando se ejerce o se solicita dicho servicio en la vía o lugares públicos y ahí se sanciona con multa de 10 a 40 días de salario mínimo vigente en la zona.

De acuerdo con un informe de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en México, Cancún es el centro turístico que ocupa el primer lugar a nivel nacional en cuestión de explotación sexual, seguido de Acapulco, cuyo destino turístico fue criticado por la reciente campaña “Mom, I’m in Acapulco”, lanzada por el gobierno de dicha entidad debido a que se promovía diversión sin excesos en dicho destino, pues se insinuaban actividades de índole sexual.

Redes sociales: el auge de la prostitución y la explotación sexual en Internet

El uso de las nuevas tecnologías en la prostitución, con proxenetas que gestionan sus actividades por redes sociales donde buscan a sus víctimas y las atraen a sus clientes mediante diversos anuncios en Internet se han multiplicado por todo el mundo, y Cancún no es la excepción.

De hecho, la mayoría de sistemas de mensajería y redes sociales, como WhatsApp, Tinder, Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat o Airbnb se usan para la prostitución tanto de lujo bajo el esquema de acompañantes VIP como servicios privados mediante el esquema de Escorts, y tampoco existe control o restricción al respecto.

Los precios de estos servicios sexuales varían dependiendo de la mujer que el cliente elija y en base a un “catálogo” que circula en redes sociales, van desde los 300 hasta los mil 500 pesos, pero hay otros más caros si se trata de una extranjera y por cuyo servicio se pide entre los 2 mil 500 hasta los 5 mil pesos.

De acuerdo con Roberto Guzmán Rodríguez, presidente de la Asociación Civil Red Positiva de Quintana Roo, “nosotros insistimos en la cultura del uso del condón y el cuidado con las enfermedades de transmisión sexual, pero hasta ahí, el otro tema es competencia de las autoridades”.

Sin embargo, ninguna autoridad puede controlar la ola de prostitución tanto en internet como la callejera, así como las casas de citas clandestinas y spa que se han multiplicado en la ciudad con letreros de “Abierto” colocados en sus accesos.

Durante un recorrido por distintos puntos de la ciudad, en la región 92 sobre la Ruta 4 (Francisco I. Madero), entre el Sindicato de Taxistas y la avenida Kabah, al menos seis domicilios son usados para este tipo de actividades.

De hecho, en la entrada de dos de ellos fueron colocados vistosas lonas con silueta de mujeres en poses provocativas y un letrero donde se indica que se solicitan chicas con buena presentación.

Se solicita chicas de 18 a 26 años, buena presentación, disponibilidad de horario, excelentes ingresos”, se lee en una de las lonas, que termina con el número telefónico 9984825477, lo que hace entender que se trata de un gran negocio.

En grupos de Facebook hay anuncios con supuestos perfiles de chicas exhibiéndose en ropa interior o vestidos muy ajustados que dejan muy poco a la imaginación, todas ellas realizando poses sexuales muy sugerentes, pidiendo contratarlas vía inbox, resaltando su disposición las 24 horas del día.

Algunos de estos grupos son Mercado Libre Cancún o Bazar Cancún, donde este tipo de publicaciones han sido más frecuentes y son muy compartidas por los usuarios, quienes no se limitan de escribir todo tipo de comentarios, en algunos casos repletos de palabras lujuriosas.

Autoridades coludidas

Autoridades de los tres niveles de gobierno forman parte de la enorme cadena de corrupción e impunidad que ha rodeado durante muchos años el gran negocio de la prostitución en el Caribe Mexicano, el cual ha sido operado por diversos personajes vinculados a la política mexicana nacional y local incluso se han beneficiado de ello, así como sujetos extranjeros protegidos por los mismos funcionarios.

Uno de estos casos es precisamente el de Raúl Luis Martins Coggiola, un ex agente de inteligencia argentino protegido por autoridades federales y particularmente de Quintana Roo y Cancún, quien fue detenido en octubre del 2019, luego de casi tres lustros de impunidad.

Raul Martins

Dicho personaje gozó de protección de autoridades federales como la propia Policía Federal (hoy adscrita a la Guardia Nacional), así como del Instituto Nacional de Migración (INM) que además le permitía tener en sus burdeles de la zona hotelera de Cancún como lo fueron el The One, Divas, entre otros, a mujeres extranjeras principalmente de Colombia, Venezuela, Argentina, República Dominicana e incluso Alemania, trabajando sin problema alguno.

También funcionarios locales y estatales le brindaron protección al hoy considerado “zar” de la prostitución que está sujeto a un proceso penal en México por encabezar una red de trata de personas y con petición de extradición de las autoridades de Argentina.

De igual manera se encuentra el caso del político local y ex dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en el Estado, José Isidro Santamaría Casanova, actualmente preso en el penal de Cancún bajo un proceso judicial por tráfico de personas, pues tenía en operación varios centros nocturnos tanto en la zona hotelera como en la ciudad.

Hay señalamientos de que en los bares que operaron ambos personajes desfilaban políticos locales y federales, así como autoridades bajo “invitación especial” por su apoyo y protección.

Jean Succar Kuri

Otro caso que enmarca el grave problema de la prostitución y la corrupción de las autoridades de los tres niveles de gobierno es el que encabezó Jean Thouma Sucar Kuri, quien también se encuentra encarcelado y sentenciado a 112 años de prisión por pederastía.

El corredor sexual de la zona popular

La zona roja de la ciudad de Cancún como se le conoce al rumbo de las populares supermanzanas 64 y 66 (calle de Las Sirenas), ha seguido abierta pese al potencial riesgo de contagio del COVID-19 y de enfermedades venéreas, pues ahí no existe ningún tipo de regulación tanto de las autoridades de seguridad como de sanidad.

En estas zonas la prostitución masculina y femenina se ha asentado desde hace más de 15 años sin que haya regulación de las autoridades y ni mucho menos ahora durante la pandemia, lo que afirma que esta actividad es la única que no ha parado en plena contingencia sanitaria.

En el área de “El Crucero”, como popularmente se le conoce a la zona, existen poco más de 20 casas de citas clandestinas, en donde las mujeres ofrecen servicios sexuales hasta por 100 pesos.

Vamos al cuarto, te cobro 100 pesos por 10 minutos, no caricias y no hay nada de besos; una sola posición”, le indicó una de las meretrices a un trabajador de la construcción que pasaba junto a la banqueta de la casa de citas donde labora diariamente.

En un recorrido por la zona se pudo observar que ahí laboran más de 40 mujeres bajo el mismo concepto, mismas que no portan ni siquiera cubre bocas y tampoco garantizan tener algún documento médico donde se indique que no padecen ningún tipo de enfermedad.

Trabajo sin prestaciones y de mucho riesgo

En medio de todo este embrollo de corrupción e impunidad, detrás del trabajo sexual existen seres humanos y en ese sentido, El Despertador de Quintana Roo pudo platicar con una de las mujeres que realiza esta labor en la supermanzana 66, misma que pidió no se le tomaran fotos y ni mucho menos se le grabara, pues advirtió que con una llamada telefónica llegan patrullas con policías que les brindan protección, además de personas civiles que se encargan de cuidarlas ante cualquier problema que se presenta donde laboran.

Me llamo Mariana, tengo 30 años y soy originaria del Estado de Tabasco; tengo dos hijos, una niña de nueve años que tuve con mi primer pareja en Veracruz donde viví tres años y un niño de cuatro que su papá nos abandonó aquí en Cancún hace tres años”, explicó.

Mencionó que desde hace dos años se dedica a la prostitución debido a que no tiene documentos ni estudios que le permitan buscar otro empleo, además de que “aquí me tratan bien, entre todas nos ayudamos”.

Dijo que ahí trabajan mujeres además de Tabasco, Chiapas, Veracruz y hasta de Yucatán.

Se le preguntó si cuentan con algún documento o tarjeta de salud, a lo que señaló que “no me la han pedido, aquí no llegan las autoridades sanitarias, los únicos que vienen son policías pero lo hacen para pedir su cuota (sic)”.

En cuanto al tema sanitario a causa del COVID-19, la trabajadora sexual reconoció que “nos hemos tenido que adaptar, no hemos tenido restricción alguna y tampoco usamos cubre bocas para no asustar a los clientes, pero en mi caso cuando llega uno le pido que se lave las manos o se ponga gel antibacterial y que no me toque”.

Finalmente, dijo que por su condición de sexoservidora no pueden acceder a programas gubernamentales como el seguro social o seguro de desempleo para recibir apoyo económico e incluso, “ni siquiera nos dieron despensa de las que estuvieron repartiendo las autoridades aquí en Cancún”.

En la zona se preguntó por “Doña Martha”, una conocida mujer que durante muchos años operó prostíbulos en Cancún y era considerada la “jefa” de las meretrices, pero nadie dio razón de ella, incluso, dijeron que la única que estaba era “Doña Estela”, pero que ella no da entrevistas.

La delincuencia ha tomado el control

Desde hace más de 10 años, la delincuencia organizada que opera en el Caribe Mexicano enfocada inicialmente a la venta y distribución de drogas, ha “tomado” el control de otras actividades, entre ellas la prostitución en bares, casas de masaje y spa, lo que se refleja con atentados hacia dichos establecimientos por el tema del cobro de “derecho de piso”.

Uno de los casos más sonados, fue el ataque que sufrió el bar “El Castillo del Mar” que se localizaba en la región 229 sobre la avenida Leona Vicario, a finales de agosto del 2010, donde un grupo de sujetos ingresó e incendió el lugar debido a que el dueño se negó a pagar una extorsión. En ese lugar además de droga, se permitía la prostitución.

Cancún sin zona de tolerancia desde hace años

Durante la recta final de la administración de Carlos Cardín Pérez se comenzó a planificar, a partir de quejas de vecinos y comerciantes de las céntricas avenidas Tulum, Yaxchilán, Uxmal y López Portillo, un lugar para mover a las mujeres que ejercían la prostitución en la ciudad y en los bares de la zona, por lo que se dispuso de un predio en las afueras de la ciudad, rumbo a Mérida donde se estableció el proyecto que se llamó Plaza 21.

El 4 de septiembre de 1996 se suscribió el convenio con la Asociación de Propietarios, Concesionarios, Arrendatarios de Bares, Cantinas, Centros Nocturnos, Restaurant-Bar, Asociación Civil y la empresa mercantil Desarrollo Urbanos Sol, a fin de reubicar mediante un fideicomiso a los restaurantes y bares con show nocturno

El lugar era un espacio para los espectáculos y servicios sexuales, además de que contaba con una zona bajo control de las autoridades de seguridad, así como de salud que daba atención para quienes ahí trabajaban.

Y en efecto, todo funcionó hasta el 2005, año en el que “pegó” el huracán “Wilma”, lo cual fue el pretexto para que dicho espacio cerrara algunos meses y los negocios comenzaron a retornar al centro de la ciudad, bajo el pretexto de la inseguridad y la poca afluencia de clientes.

Pero nuevamente el gobierno los obligó a regresar unos años más, aunque en el 2010 finalmente todos los negocios desaparecieron y Plaza 21, que nunca encontró la continuidad y la pasión por ser precisamente la zona de tolerancia, cerró sus puertas y así ha permanecido hasta la fecha.

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