SALVADOR CANTO

El incremento disparado del consumo de drogas, particularmente metanfetaminas —otra consecuencia del confinamiento por la pandemia—, multiplica el ya de por sí enorme poder de los grupos delictivos asentados en la entidad, que buscarían infiltrar el proceso electoral con aspirantes de dudosa reputación

En pleno arranque del proceso electoral, expertos en temas de adicciones advierten sobre el aumento en el consumo de drogas sintéticas conocidas como metanfetaminas —particularmente la conocida como “cristal”— en determinadas regiones del país, sobre todo en las zonas turísticas como Cancún, lo que representa un riesgo por el imperante flujo de recursos ilícitos que podrían terminar en financiamiento de las campañas políticas e, incluso, influir en el nombramiento de candidatos de dudosa reputación que buscarán un cargo de elección popular.

De acuerdo con el calendario electoral, el próximo 6 de junio se llevará a cabo en México el más grande proceso electoral y en Quintana Roo se elegirán los 11 Ayuntamientos, así como a representantes de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, por lo que las instancias reguladoras del proceso electoral deberán estar atentas a esta situación.

Lo anterior, debido a que al haber un aumento en el consumo de drogas, sin duda eso refleja el constante movimiento de recursos de procedencia ilícita que muchas veces es usado por los grupos delictivos para el pago de “nóminas” a policías y autoridades que les brindan protección para que puedan continuar con sus operaciones sin problema alguno, pero además a los candidatos les facilita el recurso para que en el futuro, si es que ganan la elección, cuenten con su protección.

Luis Armando Esquiel Orozco, expresidente de la Barra de Abogados Colegio Profesional AC, alertó que “hay que tener mucho cuidado con el tema de los candidatos y, además, de que no se caiga en esas aportaciones que sean sesgadas o de procedencia ilícita”.

Cabe decir que ya hay personajes con un pasado obscuro que han alzado la mano para pretender ser candidatos para ocupar algún cargo de elección popular, y por esa razón es que debería de haber mayor cuidado con los nombramientos y el uso de los recursos para las campañas.

El abogado, entrevistado por El Despertador de Quintana Roo, recordó que en México hay un sistema de financiamiento mixto para los partidos políticos: público y privado, con base en el Artículo 53 de la Ley General de Partidos Políticos, y eso debe respetarse para que el origen de los recursos que utilizan los organismos y candidatos provenga de las fuentes permitidas por la ley, que no pasen los topes establecidos y que se realicen a través del sistema bancario mexicano.

Pero además —agrega Esquiel Orozco—, se debe vigilar que bajo ninguna circunstancia los partidos políticos o candidatos reciban aportaciones o donativos de las distintas instancias de gobierno, iglesias, organizaciones civiles ni mercantiles; tampoco de personas físicas con actividad mercantil, personas morales, mexicanas o extranjeras, colectas públicas, ni de personas no identificadas.

“Lamentablemente, cuando no se cumple con la ley, después que los candidatos ganan una elección la situación se complica para los ciudadanos debido a que nos encontramos con autoridades corruptas que se conducen fuera de la ley”, afirmó.

Finalmente, el abogado pidió a la ciudadanía a que participen activamente en el tema político, pero si ellos saben o detectan que algún candidato anda en malos pasos, que los denuncien y que no permitan que lleguen a un cargo desde donde atiendan intereses ajenos al bien común del pueblo.

El Instituto Nacional Electoral (INE) cuenta con una Unidad Técnica de Fiscalización, cuya instancia es la que debe recibir y revisar los informes que presenten los actores políticos respecto al origen, monto, destino y aplicación que reciban por cualquier tipo de financiamiento, así como investigar las quejas en materia de rendición de cuentas de dichas figuras.

Lo peligroso de eso es que si bien en las boletas electorales de este año aparecerán principalmente candidatos de los dos bloques que se disputarán el poder como son militantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y aliados, también existe un frente opositor encabezado por PAN-PRI-PRD, aunado a los independientes que quieren principalmente buscar las presidencias municipales en Quintana Roo.

 

Variantes de financiamiento ilícito a las campañas

El financiamiento es directo o indirecto. En la primera modalidad, es directamente del grupo delictivo a los candidatos o sus hombres más cercanos.

Por lo general no acostumbran a hacerlo a través de personas distantes al candidato que pueden prometer beneficios que después no puedan cumplir.

En la parte indirecta, el movimiento se hace mediante empresarios que se convierten en “padrinos” de los candidatos a cambio de contratos y/o prerrogativas una vez que lleguen al cargo de elección popular, así como protección al grupo criminal que representan.

El interés en los comicios por parte de los grupos delictivos se debe principalmente a la búsqueda de control territorial para el tráfico y comercialización de las drogas, así como zonas francas y seguras para sus familias.

Otra razón es para obtener contratos legales del gobierno o que les den facilidades para hacer inversiones en el sector turístico, comercial o inmobiliario, a través de empresas constituidas legalmente con las cuales lavan sus ganancias ilícitas.

Durante muchos años, Quintana Roo ha sido considerado un “paraíso” para el lavado de dinero, principalmente inyectado a proyectos relacionados con la vivienda y actividad turística.

 

Drogas sintéticas, “bola cantada”

Para el psicólogo Soilo Salazar García, director del Centro de Rehabilitación “Alitum” y extitular del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Benito Juárez, el aumento en el consumo de drogas de diseño ya era “bola cantada” en Cancún y destacó que lo registrado en los últimos meses es derivado del confinamiento de las personas durante varias semanas a causa de la pandemia por COVID-19.

Dijo que todas esas medidas generadas por la “cuarentena” tuvieron incluso consecuencias para pacientes que estaban en tratamiento para que seguramente recayeran y por ende, el estar dentro de un entorno de confinamiento fue un factor que generó que otras más de manera lamentable se pudieran inducir en el mundo de las drogas.

“El adicto tiene una personalidad diferente, un temperamento volátil, hipersensible, se enoja rápido, es impulsivo y por la pandemia muchos se vieron obligados a dejar sus tratamientos y seguramente recayeron por diferentes factores”, acotó.

Destacó que hay reportes de que durante el confinamiento hubo mucho consumo de alcohol e incluso drogas, lo que provocó ansiedad y desesperación.

En este punto, recordó que desde hace cinco años ya se venía un aumento en el consumo de drogas de diseño o también conocidas como sintéticas, aunque antes las preponderantes eran la mariguana y la cocaína.

“Ya se contemplaba hace algunos años que las drogas de diseño conocidas como metanfetaminas repuntaran y eso era de esperarse, pero es evidente que este aumento ha sido justo por el tema de la pandemia que influyó mucho”, señaló el entrevistado.

Cabe recordar que hasta antes de la pandemia, el cristal era colocado como la cuarta sustancia ilegal más solicitada en México, pero durante los últimos meses dicha droga ya ocupa el tercer lugar, solo detrás de la cocaína y la mariguana; ésta última ya se encuentra en uso medicinal, producción e investigación aprobada y avalada por las autoridades de México, aunque su legalización todavía está en análisis.

Hasta hace algunos años, el cristal sólo se distribuía en Estados Unidos y en el norte del país –caso concreto, Tijuana– y cuyos efectos son gravísimos para las personas y ya se ha convertido en una droga muy solicitada en Quintana Roo con millonarias ganancias para los grupos delictivos.

 

Puntos de consumo

En algunos bares lícitos que operan bajo medidas de “nueva normalidad”, hay reportes que indican que la distribución de esta droga de diseño ha ido en aumento, incluso por arriba de la mariguana y cocaína; y peor aún, en las decenas de negocios clandestinos que existen en la ciudad de Cancún donde no hay medidas sanitarias y prevalece la corrupción.

En esos puntos, hombres y mujeres por igual ofrecen a los clientes el consumo de cristal como una droga para “relajarse y aguantar la fiesta más tiempo”, incluso muy por encima de la cocaína, pues la mariguana no se vende ahí por lo “escandalosa” del olor que desprende cuando la fuman.

También hay indicios de que en las diferentes obras de construcción, tanto en la zona hotelera de Cancún como en la parte continental de Isla Mujeres e incluso de la Riviera Maya, el consumo de este tipo de drogas es frecuente, lo que habla del crecimiento que ya tiene en Quintana Roo.

De acuerdo con Adriana Campos López, extitular de la Unidad de Enlace de la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales de la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la hoy Fiscalía General de la República, el costo aproximado en el mercado negro de las drogas en México hasta hace tres años era de 12 mil 500 dólares el kilogramo de cocaína, 35 mil dólares la heroína, 14 mil 500 las metanfetaminas y 80 dólares la mariguana.

Pero en su distribución al menudeo, el costo por dosis varía dependiendo de la región o zona y precisamente en Cancún se estima que una “grapa” de cocaína cuesta entre los 150 y 250 pesos, la de heroína entre 500, 700 y hasta mil pesos, en tanto que la metanfetamina que incluye el cristal cuesta entre 100 y 200 pesos la dosis, mientras que la mariguana hasta en 100 pesos y hay lugares que se vende en 50 pesos el carrujo.

 

Pocos aseguramientos de cristal

De la mano de este aumento en el consumo de drogas, son pocos los aseguramientos de cristal en Quintana Roo, pues el último reporte más actual establece que en julio del año pasado y en plena fase de confinamiento, particularmente en el municipio de Solidaridad se dio un operativo que derivó en la detención de dos personas que entre otras drogas llevaban 11 bolsitas con cristal.

De ahí, los otros informes oficiales datan desde septiembre del 2018, cuando la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito (SMSPyT) de Benito Juárez informó el aseguramiento en un domicilio de la supermanzana 333 de diversos tipos de drogas, entre ellas mil 229 dosis de cristal.

Ese mismo año pero en el mes de noviembre mediante el “Operativo Titán”, policías federales en funciones de investigación, prevención y disuasión del delito decomisaron y pusieron a disposición del Ministerio Público a dos hombres, un automóvil y 20 bolsitas transparentes que contenían polvo blanco con características de la droga conocida como cristal.

En Cancún no existen acciones relacionadas con el tema de prevención, pues los puestos carreteros establecidos en las entradas y salida de la ciudad se mantienen sin acciones específicas de revisión vehicular y ello genera que por ahí cruce todo tipo de drogas sin el menor de los problemas.

 

 

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Preocupante aumento en el consumo de drogas

 

  • En los últimos 10 años, es decir de 2010 al 2020, el consumo de drogas ha aumentado hasta un 47%, situación preocupante para la salud pública de México.

 

  • La venta de sustancias ilegales ha aumentado vía internet de un 200 a 400%, poniendo en riesgo a cualquier persona para el consumo fácil de drogas.

 

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Se impone el cristal

 

El uso de metanfetaminas, particularmente el cristal que es una droga de diseño que se cocina en un laboratorio y que también es conocida como ice, hielo, crico, cristo, foco o simplemente meth, lleva a un proceso de destrucción de la salud y ocasiona disminución del apetito, náuseas, falta de sueño, fiebre y alteración cardíaca, entre otros padecimientos.

Lo anterior debido a que esta sustancia tóxica, se elabora en base a pastillas comunes y anfetaminas, mezcladas con químicos altamente dañinos y corrosivos como el ácido para baterías, ácido muriático, limpiador de desagües, combustible para linternas, anticongelante, veneno para ratas y acetona.

Luego de varios días, quien la consume empieza a sentir ataques de pánico, alucinaciones, convulsiones, se torna agresivo, y puede morir por sobredosis.

Quien sobrevive a la primera etapa sufre consecuencias más graves, ya que el cerebro se hace más pequeño, lo que conlleva a la falta de memoria, problemas en los riñones, pulmones y en el hígado, incrementándose la posibilidad de un infarto o derrame cerebral.

Su consumo en México empezó a cobrar importancia entre 2008 y 2016, pues en ese período se detectó que el número de adictos a esta sustancia internados en centros de narcóticos anónimos se había triplicado.

Después del alcohol, es considerada como la droga de más impacto en México. Los estados que han registrado aumentos importantes en el número de adictos son Quintana Roo, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Durango, Nayarit, Jalisco, Guanajuato y Colima.