EDMONTON.- En un viaje esencialmente consagrado a las comunidades originarias, el Papa Francisco inició una tensa visita a Canadá para disculparse por los abusos de los misioneros en las escuelas residenciales, un paso clave en los esfuerzos de la Iglesia católica para reconciliarse con las comunidades nativas y ayudarlas a sanar de generaciones de traumas. “Vengo entre ustedes para reunirme con los pueblos indígenas. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñenme con la oración”, difundió en un mensaje de Twitter.