Parte del contingente mexicano ya está en Tokio y, basado en su tradición ganadora y una buena preparación, espera gran cosecha de medallas

 

La llama olímpica se ha extinguido, pero la actividad en la capital japonesa no para.

La logística implementada para los Juegos Olímpicos servirá en los Paralímpicos, que se llevarán a cabo del 24 de agosto al 5 de septiembre, y para los que ha llegado el primer contigente de atletas mexicanos.

A diferencia de lo que suele suceder con la delegación tricolor en los Olímpicos, para los Paralímpicos es un equipo que empieza a llegar a Asia con la esperanza de conseguir varias medallas y hacer sonar el Himno Mexicano, porque varios de sus representantes son favoritos en las pruebas que tendrán.

Un claro ejemplo es la nadadora Patricia Valle, quien competirá en la justa por séptima vez y sólo en Atlanta 1996 no subió al podio. Es una de las deportistas mexicanas más dominantes.

Ha ganado 11 medallas (cuatro de oro, una de plata y seis de bronce), cosecha que anhela aumentar en Tokio, donde disputará sus últimos Juegos. Con 52 años de edad, ha decidido que llegó el momento de dejar atrás la alta competencia.

“Estoy muy contenta porque son estos mis últimos Juegos Paralímpicos, y eso me llena el alma y el corazón de alegría, es un cúmulo de experiencia, de sabiduría, de amor, de pasión por el deporte adaptado que no puedo describir”, publicó la multimedallista en sus cuentas oficiales de redes sociales. “Arrancamos esta gran travesía”.

De la que espera volver con más triunfos, porque ese es el sello distintivo de los atletas mexicanos en los Juegos Paralímpicos. Ellos no van sólo a competir o a tomar experiencia, lo suyo es dar buenos resultados y colocar el nombre del país en un lugar bastante decente dentro del medallero. Calidad les sobra, llega el momento de demostrarlo, una vez más.