Ignacio Trelles Campos, legendario director técnico del fútbol mexicano y de Cruz Azul, oriundo de Guadalajara y fallecido por un paro cardiaco a los 103 años, el pasado miércoles 25 de marzo, deja grandes recuerdos a lo largo de su prolongada carrera en el mundo del balompié; aquí, algunos de los más memorables:

Cuando conoció el fútbol

“Jugaba basquetbol, frontón y atletismo, pero fútbol nunca. Mi padre tenía que reparar los postes de luz, porque los insurrectos colgaban de ahí a los muertos y nos mudamos a la capital. Llegando a Buenavista, el tren se detuvo y sin querer volteé por el vidrio y vi un campo de futbol y a jugadores tras la bola. Por primera vez vi que estaban jugando una pelota con los pies. Eso no lo había visto en Guadalajara. Y nunca me imaginé que a partir de entonces iba a estar toda mi vida atado al futbol”.

Dejó, tras su paso como DT, una vitrina con 16 trofeos

Su primer oficio

Estudió en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional a petición de su padre que era ingeniero electricista. No destacó como esperaba y su papá abandonó la idea de que siguiera sus pasos. Le consiguió trabajo en la misma fábrica en la que laboraba su padre y logró su primer sueldo por manejar el torno y la fresadora. Ganaba 96 centavos al día, a la par de que practicaba fútbol.

Una pierna fracturada acabó con su carrera de futbolista

La lesión que terminó con su carrera de futbolista

“El ‘Pulques’ León que fue mi portero en el Necaxa, fue quien me lesionó, pero fue sin querer. Nada más duré siete años como jugador profesional. Entonces la medicina estaba en pañales. Desde entonces tengo la pierna chueca. Me dieron la pelota en el interior derecho, la recibo, se la doy a Vantolrá, quien estaba solo, corrió e hice lo mismo, me puso adelantado el balón, entré al área, pero el ‘Pulques’ León, con los pies, me cayó en la pierna y me fracturó”.

Su apodo de ‘El Cachuchas’

“Desde que llegué a Zacatepec me vi obligado a usar cachucha o visera para protegerme de los rayos solares, que a las cuatro de la tarde caían a plomo por allá, en el ingenio azucarero. Empecé a utilizar las cachuchas, con las cuales todo mundo me empezó a identificar, y la verdad me sentí halagado por ese motivo; pero lo hice para protegerme del sol. El doctor del equipo me lo recomendó, debido a que los lentes me estorbarían, y desde entonces uso la famosa gorra”.

Regaba el campo en el ‘Coruco’ Díaz

Cuando dirigió al Zacatepec, él mismo regaba el campo previo al juego para que el vapor elevara la temperatura de la cancha. Los juegos de locales iniciaban a las 15:30 horas y mojaba el césped una y media hora antes del inicio para debilitar al visitante.

Su pelea con Yamasaki

En un juego, Trelles fue expulsado, pero fiel a su costumbre, no abandonó el campo. Se mantuvo en su área técnica y sacó de quicio al árbitro Arturo Yamasaki. El colegiado se acercó y lo invitó a salir de la cancha: “O se va usted o me voy yo”, a lo que Don Nacho le respondió: “pues váyase usted, yo aquí estoy de lo más cómodo”, a lo que el juez central dio por acabado el juego y se marchó a su vestidor.

Expulsado por el árbitro Abel Aguilar

Resistencia a abandonar el campo y triquiñuelas

En reiteradas ocasiones fue expulsado y se resistía a abandonar el campo. En una de ellas, se quedó en la banca y los medios se acercaron a él para tomar sus declaraciones. De pronto, tenía a varios periodistas rodeándolo al tiempo que ofrecía una conferencia de prensa en pleno banquillo y durante el juego. Otra vez, para quedarse en la cancha, pidió a un fotógrafo su cámara para estar como fotoperiodista detrás de uno de los arcos y continuar dando indicaciones. Muchas veces, cuando su equipo se veía en problemas, pedía a sus jugadores tirarse al suelo para que entraran las asistencias o entraba al campo para romper la inercia del partido.

Durante una sesión con la Selección Nacional

Suspensión de un Puebla vs Rayados

El juego había sido suspendido por invasión de aficionados en la cancha del Cuauhtémoc. Los equipos se resguardaron en los vestidores y después de minutos, el árbitro dio por suspendido el juego. Cuando los futbolistas ya se encontraban bañados y listos para abandonar el estadio, el árbitro De la Mora señaló que siempre sí se jugaría, pues llegó a un acuerdo con directivos de ambos equipos. A Trelles no le pareció y no presentó a su equipo para la reanudación del encuentro y arremetió contra el árbitro: “No tiene criterio ni pantalones ¿Cómo anunciar primero que el juego está suspendido y luego, cuando el público se ha ido y los jugadores se han bañado, cambia de decisión y dice que el encuentro continuará? ¿Esto es tener criterio? ¡Y es un mal general!”, concluyó el entonces técnico del Puebla.

Se disfrazó de mesero para ‘atrapar’ a ‘La Tota’ Carbajal y Cárdenas

“Una noche atrás había venido a la concentración un golfo ofreciendo mujeres en un bar, entonces me di cuenta que estos dos se escaparon y los seguí. Al llegar al lugar entré por la puerta de servicio y le pedí al mesero que me prestara su moño y su servilleta. Ya Carbajal y Cárdenas estaban sentados con mujeres y que les llego, diciéndoles: ‘¿Qué van a ordenar los señores?’ ¡Se quedaron petrificados! Y que me los llevo de regreso casi de las orejas”.

Su sueño: dirigir a Chivas

“Nunca supe por qué no me dieron la oportunidad. Desde luego que me hubiera gustado, claro, era un equipo que todos querían entrenar, todo el mundo. Nunca supe por qué no me tomaron en cuenta, nunca supe”. (As)

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Nacho Trelles dirigió la Selección Mexicana en dos Copas del Mundo: Chile 1962 e Inglaterra 1966, así como en dos Juegos Olímpicos, Tokio 1964 y México 1968. Asimismo, comandó a los clubes Marte, Zacatepec, al que ascendió a la primera división, América, Toluca, Puebla, Atlante, Leones Negros y Cruz Azul, al que dirigió de 1976 a 1983 y con el que logró el bicampeonato en las temporadas 1978-79 y 1979-1980, por lo cual es considerado un referente del conjunto celeste. Fue además el primer director técnico en obtener siete títulos en la primera división de la liga mexicana.