AGENCIAS

HONG KONG.- Sam Bankman-Fried tiene apenas 30 años y ya es dueño de una gran fortuna. Se codea con superestrellas, se mueve como pez en el agua en el negocio de los cripto activos y su capital asciende a los 26 mil 500 millones de dólares. Aun así, no tiene una vida de lujos.

El joven duerme al lado de su escritorio, usa ropa sencilla, tiene un estilo relajado y, por lo general, lleva el cabello alborotado.

“No quiero un yate de lujo”, declaró a la revista Forbes y planea regalar el 99% de la fortuna generada gracias a la FTX Trading Limited, una de las exchanges de criptomonedas más importantes del mundo.

El fundador de FTX dice que su meta es crear una alternativa al “comercio de mierda (sic) que existía cuando compraba y vendía criptomonedas en 2017 y 2018”, explicó.

El joven multimillonario es nativo de California. Es hijo de profesores universitarios y firma que desde muy pequeño mostró interés por la filosofía del utilitarismo, la que señala que la felicidad es el resultado de las acciones y que esta se construye haciendo sentir bien al mayor número de personas.

Por el momento, sigue en la lista de los multimillonarios menos caritativos, ya que solo ha donado el 0.1% de su fortuna, aproximadamente 25 millones de dólares.

El dinero fue redireccionado a la India, a iniciativas contra el calentamiento global y en la lucha de la pandemia en este país.