PEKÍN.- Nueve personas de una familia fallecieron después de comer unos noodles que llevaban más de un año congelados. En el alimento había presencia de ácido nongkrékico, una toxina respiratoria que puede acabar con la vida de una persona en horas. La familia, natural de Jixi (China), se dispuso a comer el pasado 5 de octubre un Suantangzi, una especialidad local, con unos fideos que estaban fermentados. Tres niños se negaron a seguir comiendo porque no les gustó el sabor y son los únicos supervivientes. La intoxicación no tiene antídoto, por lo que los datos oficiales elevan la tasa de mortalidad al 40%.