Primo del Rey Emérito, señalado como su testaferro, admitió haber cobrado un cheque por 4.2 mde como pago por la mediación del monarca en una operación inmobiliaria en Playa del Carmen, a mediados de los años 90

REDACCIÓN

MÉXICO.- El hoy Rey Emérito Juan Carlos I de España habría sido intermediario en una operación inmobiliaria en Playa del Carmen a mediados de los años 90, entre las presidencias de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, en la que participó la multinacional de la construcción OHL, por lo que habría recibido un pago de 4.2 millones de euros que fueron depositados a una empresa fantasma, de acuerdo con una confesión del primo del monarca, Álvaro de Orleans Borbón, ante la fiscalía suiza.

Aunque los documentos fueron publicados por el diario español OKDiario el pasado 16 de junio, el interrogatorio el 10 de octubre de 2018, como parte de la investigación emprendida por la fiscalía después de que Corynna Sayn Wittgestein, examante del Rey Emérito, lo acusara de ser uno de los testaferros de Juan Carlos I.

Álvaro de Orleans confesó a la fiscalía que en el año 2009 cobró un cheque por valor de USD 4,689.930, procedente de una comisión que obtuvo tras mediar en la venta de unos terrenos en Playa del Carmen, y lo depositó en la cuenta bancaria de la Fundación Zagatka de Ginebra, una organización donde el exmonarca español figura como tercer beneficiario, y que sería clave en la investigación sobre su fortuna oculta en el paraíso fiscal.

Fue la época en que la multinacional española invirtió en el Caribe mexicano, primero con la construcción del complejo turístico Ciudad Mayakoba y después con la absorción de las empresas Huarte y Obrascón, en una operación impulsada por el entonces presidente y fundador de OHL, Juan Miguel Villar Mir, hoy fuera del cargo y acusado ante múltiples tribunales por corrupción.

Parte de las investigaciones que se han iniciado en países como Suiza contra el antiguo Rey buscan esclarecer su papel como mediador con otros gobiernos del mundo para conseguir contratos públicos a empresas españolas, por lo que habría cobrado cientos de millones de euros en comisiones.

Sobre el rechazo del Congreso de los Diputados a abrir una comisión de investigación, el presidente Andrés Manuel López Obrador, se pronunció en su conferencia de prensa el miércoles y aseguró que sentía lástima por la situación del pueblo de España, pues “no hay justicia para todos. Se habla de una presunta relación de complicidad y un acto de corrupción. Y no pasa nada”, expresó.