Ringo Starr emprende esta noche en la capital francesa su primera gira europea en 7 años, la primera también tras el “brexit” al que mostró su apoyo, y lo hace pletórico de energía a sus casi 78 años, “bendecido” por poder seguir en activo y de la forma que lo ha convertido en una leyenda.

“Toco de manera emocional. Tuve suerte de comprarme mi primera batería sin tener ni idea y eso me hizo diferente. … Y además soy un ser humano encantador”, bromeó hoy en una charla con Efe el que fuera el Beatle más cuestionado, ahora que empieza a recibir los reconocimientos largamente aplazados.

A este respecto, rememoró que el pasado mes de marzo no pudo dejar de sentir cierta tristeza cuando fue investido Caballero del Imperio Británico. “Recordé que la última vez que estuve allí en una situación similar éramos cuatro”, subrayó Starr, en recuerdo de los fallecidos John Lennon y George Harrison.