La relación entre cracks del PSG se desgasta y huele a problemas en el campo.

 

La relación entre Neymar y Kylian Mbappé se empieza a romper al interior del Paris Saint Germain en la Ligue 1 y se nota con las declaraciones del campeón mundial con Francia, quien dedicó un comentario para el brasileño: “Este pordiosero no me la pasa”.

Tras cinco temporadas juntos, las contrataciones más caras del PSG muestran problemas que se están relacionando con su labor en el equipo y se puede notar por una revelación de la cadena de televisión Canal+, que leyó los labios de Mbappé.

Tras ser sustituido, una vez en la banca el francés no escondió su frustración y dijo a un compañero: “Ese pordiosero no me la pasa”.

La referencia, claramente dirigida al brasileño, se abrió un nuevo frente en el vestidor del PSG en vísperas del duelo de Champions League contra el Manchester City, su verdugo en esa competencia el año pasado. Una prueba que debe medir el momento en el que se encuentran los parisinos.

El club hace todo lo posible por minimizar el roce. Los dos jugadores aparecieron hablando tras el duelo y en la sesión de entrenamiento del día siguiente se les vio riendo juntos, como queriendo decir que todo va bien.

El equipo cuenta sus partidos ligueros por victorias, la integración de sus estrellas parece ir por el buen camino y el equipo comienza a vivir cierta estabilidad.

Las palabras de Mbappé sobre Neymar pueden afectar mucho al PSG y L’Équipe especula con un conflicto de más amplio calado, que la llegada del argentino Lionel Messi no hizo más que empeorar, al igual que la negativa del francés a renovar su contrato, que acaba a finales de esta temporada.

La amistad, según especula el rotativo, puede haber acabado y Mbappé se siente desplazado en un vestuario donde el sector latino ha ganado peso progresivamente y donde él no encaja.

La conexión entre el galo y el brasileño se está oxidando sin que entre ellos se hayan dado ninguna asistencia y el número de pases se ha reducido de forma sorprendente.

Tanto en el terreno de juego como fuera, las muestras de afecto eran constantes y ninguno de ellos desaprovechaba la ocasión para ensalzar al otro.

Cuando Messi llegó se cambió el equilibrio en el equipo parisino porque conocía a Neymar, con quien compartió vestidor en Barcelona entre 2013 y 2018, pero también tiene buena conexión con su compatriota Ángel di María, compañeros en la Albiceleste.

El propio entrenador, Mauricio Pochettino, reconoció la semana pasada que Mbappé tenía que encontrar un hueco en un ataque que tiene ya sus propios automatismos.

“Estamos en un momento en el que Leo, Ángel y Neymar se conocen, hay que integrar a Kylian en todo esto. Eso va a llevar un poco de tiempo”, señaló el técnico argentino.