LONDRES.- Once millones de muertes en el mundo en 2017 se relacionaron con una mala alimentación, con alto consumo de azúcar, de sal y carne procesada, lo que contribuyó a que las personas desarrollaran enfermedades del corazón, cáncer y diabetes, según un estudio global. La investigación, publicada en la revista médica The Lancet, encontró que entre los 195 países estudiados la proporción de muertes vinculadas a la dieta más alta fue en Uzbekistán, mientras que la más baja en Israel. Estados Unidos quedó en el lugar 43, Reino Unido en el puesto 23, China en el 140 e India en el 118.