SALVADOR CANTO

Años de privilegiar ambiciones personales por encima del bien colectivo, cayendo incluso en actos impensables en cualquier país democrático, por lo inverosímil, han ocasionado que partidos y candidatos carezcan de la menor credibilidad ciudadana

Carentes de identidad, credibilidad y congruencia. Así es como se encuentran tanto precandidatos como los propios partidos políticos en Quintana Roo de cara al proceso electoral del próximo 6 de junio, en donde los intereses personales se encuentran por encima del bien de la gente, y que a lo largo de los años han caído, con total desfachatez y cinismo, en situaciones inverosímiles por lo absurdas.

De hecho, ante tal escenario que ha provocado un constante desprecio ciudadano, ahora los partidos políticos han recurrido a las alianzas convenencieras sin importarles que sus ideales sean como el agua y el aceite; tal es el caso del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que por primera vez en la historia hacen “equipo” para tratar de recuperar espacios perdidos.

En la misma situación está el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), integrado por renegados de todos los institutos políticos, que en esta ocasión eligió unirse al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el mismo que durante muchos años fue aliado inseparable del PRI hasta que fueron derrotados en la contienda presidencial pasada.

En esa fila de carencia ideológica de los aún llamados “partidos grandes”, están otros que a pesar de que tienen varios años dentro de la escena pública no figuran tanto, como el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), además de los más nuevos como Encuentro Solidario (PES), Fuerza por México (FPM) y Redes Sociales Progresistas (RSP), aunado a los locales Movimiento Autentico Social (MAS), Confianza por Quintana Roo (CQ) y Partido Encuentro Solidario (Pesqroo).

El Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) tiene el registro de 13 partidos políticos con derecho a participar en las elecciones, 10 de ellos con reconocimiento nacional y tres son estatales, además de prever la participación de candidatos independientes.

 

Ciudadanía no cree en los partidos

El más reciente informe del Índice de Desarrollo Democrático en México, dado a conocer la primera semana de febrero, ubica a Quintana Roo en la posición número 17 a nivel nacional, una posición inferior respecto a 2019, derivado de que la sociedad no ve ni avala a los partidos políticos.

El coordinador de investigación de dicho Indicador, Jorge Arias, comentó que de los 10 mil puntos posibles Quintana Roo obtuvo únicamente 5 mil 310, y destacó que aquí se tiene la participación más baja en las urnas, en virtud de que el ciudadano no se siente motivado para ir a votar.

A pesar de eso, la ciudadanía, sobre todo la más necesitada, se mantiene como clientela predilecta de políticos populistas de izquierda y de derecha para encumbrarse y mantenerse en el poder, con la promesa siempre incumplida de sacarlos de esa condición.

Por su parte, la edición 2020 del Ranking Confianza en Instituciones de México, publicado en diciembre por Mitofsky, observa que a nivel nacional los partidos políticos son la única de las 19 instituciones medidas que muestran un descenso, pues pasaron del penúltimo al último puesto, que viene alternando desde hace varios años con los diputados y los senadores.

Lo anterior es el claro reflejo del hartazgo ciudadano hacia los partidos, que como asociaciones de interés público han dejado de cumplir sus dos principales funciones básicas: constituir entes de atención ciudadana en donde la población presente sus exigencias o requerimientos sobre diversos temas y representar a la ciudadanía.

Las explicaciones a este fenómeno pueden ser muchas, y van desde promesas de campaña no cumplidas, acciones y dichos de políticos y funcionarios que “dan pena ajena”, el desencanto de la población que otorgó su voto a un determinado partido y a su candidata o candidato pero que cuando llega al cargo cambia sin pudor de camiseta, o bien aquellos que prometieron trabajo territorial con la gente y en cuanto ganan jamás vuelven a su demarcación, entre múltiples ejemplos más.

 

“Chapulines” de la política, sin vergüenza

En Quintana Roo se registran decenas de casos de políticos que han cambiado una y otra vez de camiseta por conveniencia, pues sólo buscan llegar a un puesto de elección popular para cumplir intereses propios, y en cuanto las perspectivas les son adversas renuncian al partido, se declaran independientes y al poco tiempo anuncian su incorporación con otro instituto que les ofrece la posibilidad de un nuevo cargo. Tampoco tienen reparo en abandonar sus responsabilidades, incumpliendo los períodos para los que fueron electos para buscar un puesto más apetecible a sus intereses, con total deslealtad a sus votantes.

Uno de los ejemplos más conocidos es la aún Senadora de la República Marybel Villegas Canché, que ha militado en múltiples partidos políticos como son el PRI, PAN, PRD y ahora con Morena. En todos ha obtenido cargos públicos.

Lo curioso es que al salir de un partido político e integrarse a otro, de forma inmediata ha hablado mal del que militó y hace acusaciones de corrupción, sin considerar que ella fue parte de esa etapa; como ejemplo de ello es de recordar que cuando fue diputada bajo los colores del PRI avaló la ampliación a la concesión de Aguakan por 50 años más y ahora como senadora de Morena abandera una causa para revertir esa autorización.

Cabe decir que a su paso por todos los partidos políticos en donde ha militado, Marybel y sus familiares se han visto beneficiados económicamente, y hoy aspira a ser candidata a la presidencia municipal de Benito Juárez, a cuya precandidatura se inscribió el pasado jueves 4 de febrero.

Otro político “camaleónico” es Jesús Pool Moo, vinculado durante muchos años al PRI, partido por el cual fue funcionario en diversas administraciones tanto del Estado como del municipio de Benito Juárez; en 2017 renunció a su militancia para afiliarse a Morena, donde fue coordinador de organización y en 2018 fue postulado candidato a diputado federal por el Distrito 4 de Quintana Roo.

En julio del año pasado renunció para hacerse “independiente” y en las siguientes semanas se unió al PRD, partido con el cual busca abanderar la candidatura aliancista para administrar Cancún.

A la lista de políticos “chapulines” se suma Carlos Mario Villanueva Tenorio, quien ya fue presidente municipal de Othón P. Blanco y diputado local por el PRI, posteriormente se unió al Partido Encuentro Social de Quintana Roo por el que fue nuevamente diputado local y a mitad del cargo renunció a su filiación, se declaró independiente y en septiembre pasado fue nombrado delegado del PVEM en la zona sur, aunque pocos meses después se hizo a un lado sin empacho para unirse al partido Fuerza por México.

Un caso más es el de José Alfredo “Chepe” Contreras Méndez, quien ya fue regidor del municipio de Othón P. Blanco, presidente municipal de Bacalar y diputado local por el PRI, partido que abandonó para ser nombrado representante de Movimiento Ciudadano en noviembre de 2020.

Sin embargo, como si nada hubiera pasado, hace unos días “Chepe” se presentó a la sede del PRI en la capital del Estado para hacer su prerregistro para buscar de nuevo la candidatura a la presidencia municipal de Bacalar, pese a la indignación de la militancia tricolor.

Un caso similar es el de José Luis “Pelón” González, militante del PRI durante muchos años y por el cual ha sido funcionario público municipal y diputado local, quien en abril del año pasado se sumó a las filas del Movimiento Auténtico Social, partido que incluso dirigió a nivel estatal. Sin embargo en días pasados renunció al MAS y poco después su nombre figuró para ocupar la candidatura del tricolor a la presidencia municipal de Benito Juárez, lo que desató el descontento generalizado, a grado tal que la dirigencia tuvo que desistir de esa nominación que ya era “bola cantada”, ante el amago de numerosos militantes como Mario Castro Basto, quien ya había levantado la mano para abanderar esa causa.

Y así, la lista de personajes es larga y a pesar de los señalamientos por lo evidente y burdo de sus procedimientos, buscan continuar dentro de la política, en donde han encontrado su modus vivendi.

 

 

“Reciclaje”, por carencia de cuadros

Una de las graves carencias que enfrentan los partidos políticos son los cuadros propios, con ideales y objetivos concretos que les permitan competir a la altura, y en ese contexto el Maestro David Fernández Dávalos, Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, considera que el actual sistema de partidos políticos que hay en México está desfondado y ya no tiene credibilidad.

Por ello, considera que se debe de recomponer el sistema electoral, el de partidos y el modo de funcionamiento de la incipiente democracia en el país, pues hoy, un político que llega con buena fe, con optimismo a querer hacer el cambio, finalmente acaba siendo regurgitado, absorbido, refuncionalizado, por un aparato que todo lo corrompe.

De cara al próximo proceso electoral, los partidos políticos en general exhiben una ausencia preocupante de valores y elementos para la integración de un equipo que ofrezca competencia y garantía de triunfo y que, sobre todo, le generen confianza a la ciudadanía.

En el caso concreto de Quintana Roo, los partidos, además de entablar “alianzas contra natura” con antiguos opositores, recurren a “cartuchos quemados”, figuras que no tuvieron éxito en un instituto pero buscan llegar de nuevo a un cargo de elección popular, y pese a que adentro hay gente que pelea por una oportunidad, quienes dirigen los organismos no los toman en cuenta debido a que las candidaturas ya las tienen “amarradas” con ciertos personajes.

Todo lo anterior porque los partidos políticos renunciaron a formar verdaderos cuadros políticos o generar plataformas ideológicas, y han optado por personas sin importar la falta de credibilidad y su lejanía con la militancia.

 

Políticos de doble moral

En este punto se encuentran diversos personajes que han despotricado en contra de los partidos políticos, y si bien han tenido razón al señalar que siempre son más de lo mismo y por eso se declaran independientes para participar en los procesos electorales, con el paso del tiempo han terminado integrándose a los institutos formales.

Uno de ellos es Issac Janix Alanís, quien contendió para la presidencia municipal de Benito Juárez como independiente, y aunque no ganó, alcanzó una regiduría y posteriormente acordó asumir la Secretaría General del Ayuntamiento, cargo que abandonó intempestivamente, luego de la violenta represión contra  grupos feministas frente al ayuntamiento en noviembre pasado, deslindándose de la responsabilidad que le correspondía por organigrama, directamente vinculado con las dependencias de seguridad pública.

A pesar de ello regresó a la regiduría y nuevamente ha obtenido una tercera licencia para contender por un cargo popular para el próximo proceso electoral, sólo que ahora lo haría con un partido político, a los que siempre ha criticado.

“Es momento de que los ciudadanos tomemos el control y saquemos a los partidos políticos de nuestro gobierno, es hora de recuperar la ciudad, es hora de la gente”, dijo cuando fue candidato independiente.

Y agregó: “ya les dimos 48 años de oportunidad a todos los partidos políticos para que gobiernen este municipio y lo único que han hecho es burlarse de nosotros y tener un nivel de corrupción que no hace que haya seguridad, empleo, salud y educación. Necesitamos recuperar Cancún”. ¿Se acordará?

 

 

Cinismo e incongruencia

Ya en el poder, los actores se olvidan de su verdadera responsabilidad y muchas veces atienden sin empacho sus propios intereses, abusan de sus cargos, otras veces los dejan por ambicionar otros más, lo que representa una verdadera incongruencia de la política mexicana, pues es evidente que usan los cargos únicamente como trampolín.

Por ejemplo, como ya hemos citado, la mayoría de los diputados de la pasada Legislatura de Quintana Roo avalaron la ampliación de la concesión a Aguakan a 50 años, sin importarles la afectación a los ciudadanos de Benito Juárez.

En Cancún, la pasada administración municipal amplió también la concesión de la recolección de la basura y actualmente la ciudad enfrenta un serio problema al respecto.

Un caso que llamó Ela atención tanto a nivel nacional como internacional fue lo hecho por la administración estatal pasada al abusar del uso de recursos públicos para buscar a “Simón”, un perro de raza Beagle que pertenecía a la entonces esposa del gobernador, Mariana Zorrilla, por lo que se desplegó una maquinaria de publicidad en postes, semáforos, radio, televisión y periódicos para encontrar al animal y por el que se ofreció una recompensa de 10 mil pesos.

Otro hecho que forma parte del anecdotario de lo absurdo de la política lo protagonizó en el 2006 el exgobernador Félix González Canto, quien siendo Senador de la República retiró y destruyó propaganda electoral de Carlos Joaquín González en Cozumel, y todo eso quedó grabado en videos y a pesar de las demandas interpuestas en su contra, nunca le fue impuesta una sanción.

 

 

 

 

 

A nivel nacional abundan otros ejemplos de acciones absurdas de la política, como la elección contra viento y marea, de Félix Salgado Macedonio como precandidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, a pesar de que pesan sobre él tres denuncias de violación y al menos otros tres señalamientos por abuso y acoso sexual.

 

 

El caso Pacho

Remontándonos a la historia de la política en el estado, es de recordarse cuando, en 1993, Cancún registró una reñida campaña electoral entre Eduardo Pacho Sánchez y Carlos Cardín Pérez, quien finalmente llegó a la presidencia municipal en medio de una gran polémica.

En aquel entonces, el PAN, el PRD y agrupaciones ciudadanas se sumaron en una coalición que postuló como candidato a Eduardo Pacho Sánchez, quien había sido militante del PRI, con buena imagen, pero su molestia fue no haber sido considerado y buscó otra opción, la cual fue aceptada a grado tal que por primera vez la oposición tenía reales posibilidades de triunfar, pero sospechosamente, dos días antes de las elecciones, previstas para el 18 de febrero de 1993, cuando los partidos políticos ya no podían cambiar de candidato, Pacho renunció aduciendo el recrudecimiento de una añeja enfermedad. Para muchos fue una táctica para que Cardín Pérez ya no tuviera problemas para llegar a la presidencia municipal, lo cual logró.

 

 

“Showmen” de la política

De cara al próximo proceso electoral federal y ante la evidente falta de cuadros competitivos, inclusive dentro de las alianzas ya pactadas, los partidos han tenido que recurrir a actores, conductores, deportistas y cantantes para sus candidaturas.

 

Hasta la fecha se contabilizan más de 15 personajes de la vida pública que han sido “seducidos” por el poder, quienes sin saber nada de política han aceptado participar, primero en las precandidaturas –proceso que, seamos francos, representa también una gran simulación– para posteriormente ser investidos como abanderados de partidos y alianzas.

Es claro que la mayoría de ellos no tiene experiencia ni la formación política, pero poseen la fama y el reconocimiento y es a lo que le apuestan los partidos.

Entre la lista de famosos se encuentran la actriz mexicana Gabriela Goldsmith que se registró para contender por una diputación federal por el partido Morena en el Estado de México.

El exentrenador de futbol José Luis Sánchez Solá, mejor conocido como “el Chelís”, busca ser diputado por Puebla con Morena, pero años atrás lo intentó hacer con el PRI.

La Miss Universo Guadalupe Jones Garay, mejor conocida como Lupita Jones, quiere ser candidata a la gubernatura del PAN en Baja California.

Patricio “Pato” Zambrano busca la candidatura a diputado en Nuevo León por el PRI, el clavadista Rommel Pacheco, por el PAN busca ser diputado federal.

Por el mismo partido contenderá el vocalista de la Banda Jerez, Marco Antonio Flores, quien busca la candidatura a diputado federal por Zacatecas.

El partido que más registros de famosos tiene es Redes Sociales Progresistas (RSP), donde han sido inscritos el actor Alfredo Adame, quien es precandidato para diputado federal por el distrito 14 de Tlalpan, y la boxeadora Mariana “La Barbie” Juárez, quien quiere ser diputada federal.

Para las alcaldías de la Ciudad de México se apuntaron Héctor Hernández, exvocalista de Los Ángeles Azules, quien busca la candidatura para Iztapalapa, y la actriz Malillany Marín quiere ser alcaldesa de Miguel Hidalgo.

De igual manera hay tres luchadores aspirantes: “Tinieblas Jr.” en Venustiano Carranza, “Carístico” en Cuauhtémoc y “Blue Demon Jr.” en Gustavo A. Madero.

Por el Partido Encuentro Solidario (PES) están los exfutbolistas Adolfo “Bofo” Bautista y Francisco Javier “El Abuelo” Cruz, quienes buscan una curul de la Cámara de Diputados por Jalisco y Nuevo León, respectivamente.

También están el cantante y actor Ernesto D’Alessio que quiere ser candidato del PES a la gubernatura de Nuevo León y el exportero Adolfo Ríos, quien busca ser el abanderado del PVEM a la alcaldía de Querétaro, en tanto que el actor Carlos Villagrán “Quico”, se registró como aspirante a candidato a gobernador por el partido local Querétaro Independiente.