BALTIMORE.- Con la ayuda de mapas satelitales, científicos calcularon los cambios en la cobertura forestal del planeta y descubrieron que el aumento global de bosque supera a la pérdida de árboles en los últimos 35 años.

Sin embargo, al contrario de lo que pudiera parecer, los resultados de la investigación no son optimistas, según admitió Xiao-Peng Song, investigador de la Universidad de Maryland y uno de los autores del nuevo estudio publicado en la revista Nature.

Y es que las imágenes satelitales no distinguen un aspecto fundamental: la estructura del bosque y su calidad desde un punto de vista ambiental.

El estudio, en el que también participaron expertos de la NASA y de la Universidad Estatal de Nueva York, concluyó que la cobertura global de árboles aumentó en un 7% entre 1982 y 2016. Este porcentaje implica un aumento neto de 2,24 millones de kilómetros cuadrados de superficie arbolada.

Pero en Sudamérica el panorama sigue siendo desalentador, ya que la región sigue siendo la más afectada por la desforestación. El estudio señala que los países que más perdieron superficie de bosque en el período analizado son Brasil (385 mil km cuadrados), Argentina (113 mil km cuadrados) y Paraguay (79 mil km cuadrados). También se registró una desforestación marcada en áreas de Australia, Myanmar, Vietnam. Camboya e Indonesia.

El estudio señala que el aumento global de superficies arboladas se debió fundamentalmente a cambios en el hemisferio norte, debido en un 60% a la actividad humana y en un 40% a otros factores como el calentamiento global, que está permitiendo el avance de bosques en la tundra.

A pesar del aumento neto de bosque a nivel global, los árboles que se plantaron en China o África no se comparan con los derribados en los bosques de Sudamérica en dos parámetros clave: la capacidad de albergar biodiversidad y la capacidad de absorber y secuestrar dióxido de carbono.

Sólo mediciones que revelen la estructura del bosque permitirán distinguir si un aumento global de cobertura forestal es realmente una buena noticia