Así nos vemos

Edgar Prz

Ahora resulta que nuestros diputados locales salieron más papistas que el Papa, están muy  escrupulosos y su preocupación los está empujando llegar al límite de sus esfuerzos y capacidades.

Es verdad que esta legislatura nunca estuvo a la altura, primero llegó con una aureola de triunfo, con los mejores pronósticos y a los pocos meses nos enseñaron cuán limitado sería su alcance y su trabajo.

Se dieron con todo y mandaron al exilio a su primer pastor “el faro isleño”, Edgar Gasca Arceo”, por su proclividad a la zalamería, a la adulación y por haberse entregado a los brazos de la Marybel. El pleito intestino entre las dos M, Mara y Marybel estaba en su apogeo y el control del congreso era uno de sus objetivos.

Entra al relevo la Reyna Duran quien se transformó como Thalía en su telenovela María  la del Barrio, sufrió la misma metamorfosis, se la creyó y con el apoyo de la pandemia cerró unos buenos meses las puertas del Congreso y se llevó las llaves. Al final, se ensoberbeció, cambió e intentó perpetuarse, fracasó en ese intento y llenó su bolsita de Chedraui con sus pocos tiliches y harapos para emprender la huida. Aprovechó la oscuridad y renunció a Morena, se quedó solitaria como la bikina unos días hasta que se refugió en el PAN.

Esta breve reseña se llevó los primeros meses, después llega el chico todo palacio Gustavo Miranda, todo un figurín, un Palazuelos de barrio, alguien que trae en su bolsillo dos cosas básicas, su espejo y su peine. Le pegó un crepé a las arcas del Congreso hasta que la otra fichita Eduardo Martínez tuvo que comprar en Milano varios cobertores para taparlo. Entre pillos te veas, dice un refrán.

Así ha transitado la legislatura, les han metido infinidad de goles, recordemos el caso Capella, el Fiscal de Hierro y otros. Ahora tienen en asuntos por resolver la selección y nombramiento de un Magistrado Numerario.

La Barra de Abogados y el Colegio de Abogados Postulantes les dieron una repasada y les pidieron leer el artículo 101 de la Constitución local que consagra que los Magistrados deben ser personas que hayan servido con eficiencia, capacidad y probidad en la impartición de justicia o que se hayan distinguido por su honorabilidad, competencia y antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica.

Ninguno cumple con estos preceptos, carecen de experiencia en el tema de impartición de justicia, los puestos burocráticos son sus referentes. No deben condenar a los quintanarroenses a una aplicación deficiente de la justicia,  para este puesto se requiere gente con la experiencia necesaria para fortalecer el estado de derecho.

Alzaron la voz y demostraron la pobreza de la terna, le solicitan a los legisladores que su voto obedezca a la formula sacramental consagrada en la Constitución local. Aquí surge la interrogante: ¿Por qué los Colegios de la zona norte? ¿Dónde están los de la zona sur? ¿La Asociación de Profesionistas? ¿Los interesados en participar? ¿Luego vienen las frustraciones y lamentos de que no se les tomó en cuenta? ¿Será que sólo sirven como departamento de quejas? ¿Será que su zona de confort burocrática les impide alzar la voz?

Más bien, son grupos cuya finalidad no está en el servicio, sino lo hacen por ser proclives a la mezquindad política, a ser tomados en cuenta y reposar con tranquilidad por los siglos de los siglos. Aquellos que hace unos días se preocupaban por los chetumaleños, aquellos falsos adalides de la verdad se volvieron de pronto fantasmas y huyeron al monte, temen quedarse fuera del presupuesto en el próximo sexenio y por eso son voces sin eco y seres sin lengua ni oídos. Para eso me gustaban…

La ignorancia es contagiosa y ha invadido las paredes del Congreso. La han cajeteado demasiado, se han dedicado a atender asuntos sin suma importancia e irrelevantes. Tienen ahora la cócora de un nuevo impuesto a los licores, siguen pensando que todos deben tributar para que mantengan su nivel de vida, ese ya es otro tema que luego trataremos…

¿Será que merecemos otro Congreso? ¿O nos hemos habituado a este bajísimo, paupérrimo nivel? ¿Usted qué cree?

Mejor seguiré caminando y cantando con Mercedes Sosa: “Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo. Cambia, todo cambia, cambia, todo cambia…”

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