AGENCIAS

LONDRES.- El primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró desafiante el miércoles en sus esfuerzos por mantenerse en el poder tras amanecer con la noticia de que otros tres miembros de su Gobierno -dos secretarios de Estado y una ayudante en el ministerio de Transporte- habían presentado sus dimisiones, después de las sorpresivas renuncias de Rishi Sunak como titular de Economía y de Sajid Javid como responsable de Sanidad el martes, quienes dijeron que ya no podían servir bajo un mandato empañado por los escándalos.

Los secretarios de Estado del Tesoro y de la Infancia, los diputados John Glen y Will Quince, respectivamente, y la ayudante parlamentaria en el ministerio de Transporte, la diputada Laura Trott, anunciaron sus renuncias tras los escándalos que han salpicado a Johnson.

El primer ministro está sumido en su crisis más profunda desde que ganó las elecciones generales de 2019. El líder conservador superó recientemente una moción de censura interna de su partido, pero la votación evidenció el descontento del 41% de los parlamentarios “tories” con su gestión y con la serie de escándalos, entre ellos el de las fiestas en la residencia oficial de Downing Street durante la pandemia o por tratar de ocultar que sabía los antecedentes del diputado Chris Pincher, señalado por acoso sexual.

De acuerdo con los medios, los “rebeldes” conservadores contrarios a Johnson quieren modificar las reglas del influyente Comité 1922 – que agrupa a los diputados del partido sin cartera- para poder convocar una segunda moción de censura contra el “premier”.

En virtud de las actuales reglas de ese comité, Johnson no puede afrontar por 12 meses otra moción de censura, pero el líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, ha llamado a los conservadores a cumplir con el “deber patriótico” y “saquen a Boris Johnson”, a pesar de que el primer ministro no tiene intención de presentar la dimisión.