Se manifiestan contra la celebración de la justa el próximo año, por el riesgo de coronavirus; el aplazamiento costará al COI 800 mdd

AGENCIAS

TOKIO.- El pasado viernes 23, varias decenas de manifestantes con máscaras se reunieron frente al Estadio Nacional de Japón, en el día en que deberían haber comenzado los Juegos Olímpicos, para protestar contra la celebración de la cita deportiva el próximo año dado el peligro relacionado a la pandemia de coronavirus.

Los Juegos se pospusieron en marzo y el gobierno está decidido a seguir adelante el próximo año. Pero hay una creciente oposición en Japón al evento por las dudas relativas a la salud.

“Creo que es un gran error”, dijo Kai Toyama, de 44 años, un artista que viajó desde los suburbios de Tokio para asistir a la pequeña manifestación y que agregó que es irresponsable que Japón siga adelante con los planes.

Una encuesta reciente de Kyodo News mostró que menos de una cuarta parte de los encuestados estaban a favor de celebrar los Juegos el año próximo, un cambio drástico teniendo en cuenta el entusiasmo generado en el país por la posibilidad de volver a ser sede olímpica cuando Tokio fue elegida como anfitriona, que llegó al 70% de los residentes de la ciudad.

Pese al compromiso de la organización de tener un evento seguro, expertos de salud dicen que esa promesa será muy difícil de cumplir sin una vacuna eficaz contra la pandemia que haya sido distribuida en todo el mundo.

Tokio ha vivido un rebrote de la enfermedad y el gobierno instó a sus residentes a no salir de casa salvo que sea absolutamente necesario. Japón ha reportado 27,000 casos de la enfermedad y 1,000 fallecidos.

“No creo que debamos celebrar un mega evento como este hasta que podamos ver el final de esto”, dijo Toshio Miyazaki, de 59 años, uno de los organizadores de la marcha, que agregó que el gobierno debería ayudar a los afectados por el coronavirus en lugar de pensar en organizar los Juegos.

El Comité Olímpico Internacional ha estimado que el aplazamiento le costará 800 millones de dólares, pero no se ha calculado cuál sería el perjuicio para Japón.