MÉXICO.- Al cierre del 2018, en coincidencia con el cambio de estafeta en el gobierno federal, las empresas mostraron un nerviosismo significativo y sus desembolsos para inversión física mostraron un desplome de 6.4%, la mayor contracción desde septiembre del 2013, cuando cayó 7.3%, dijo el Inegi. El componente de mayor impacto fue el de gastos en maquinaria y equipo, con una caída de 9.4%; los gastos en construcción bajaron 4.6%, en donde el componente residencial disminuyó 0.7% y el no residencial 8%.