Antes de regresar a volar, la aerolínea debe hacer frente a deudas por 2 mil mdd, negociar con el fisco, conseguir una flota de aeronaves y recuperar la confianza de los viajeros

MÉXICO.- El 8 de enero, Interjet, fundada por la familia Alemán y ahora propiedad de Alejandro del Valle, cumple un año en huelga. Durante este periodo, ha habido dos realidades: los directivos y dueños de la empresa que aseguran que pagarán los salarios y que la empresa volverá a volar y la de los más de 5 mil 600 trabajadores que no cobran sus salarios desde agosto del 2020, que han tenido problemas con sus créditos hipotecarios y debieron enfrentarse a un campo laboral deprimido por la crisis en la aviación.

Pese a las promesas, los trabajadores no reciben su pago y, cuando se les pregunta si tienen esperanza de volver a ver a Interjet en el ‘aire’, dicen que es poco probable que eso ocurra.

La sección 15 de la CTM, que representa a cerca de 5 mil empleados, ha denunciado el impago a las prestaciones al gobierno, aunque la firma sí hizo los descuentos a los trabajadores.

En tanto, Alejandro del Valle e, incluso, el nuevo director general de Interjet, Luis Bertrand, han asegurado que de la plantilla de la aerolínea solo regresarán, en caso que eso ocurra, hasta 700 trabajadores y, al resto se les liquidaría o buscaría alguna otra opción.

Antes de regresar a volar, la aerolínea debe hacer frente a deudas por 2 mil millones de dólares, negociar con el fisco, conseguir una flota de aeronaves e intentar que los pasajeros crean de nuevo en la empresa y decidan volver a volar con ellos.

Los trabajadores entrevistados coinciden en una queja: no entienden las intenciones de los dueños de Interjet al hablar de su regreso sin que hayan hablado ellos. “El personal se encuentra a la expectativa ya que las autoridades laborales no se manifiestan al respecto y se teme seamos otra Mexicana: sin justicia y en limbo sexenal de gobierno”, lamentaron. (El Financiero)