El club secreto más poderoso y controvertido del mundo, en el que participan unos 130 líderes de la élite mundial, celebra cuatro días de cónclave a puerta cerrada en Suiza

AGENCIAS

MONTREUX.- El Grupo Bilderberg, quizás la organización secreta más controvertida del mundo, comenzó el jueves una reunión de cuatro días a puerta cerrada en un lujoso resort en Montreux, Suiza.

Al encuentro están invitados unos 130 líderes de la élite política mundial, así como personalidades de la industria, las finanzas, la academia y los medios de comunicación.

Los invitados estadounidenses incluyen al yerno del presidente Donald Trump, Jared Kushner; al secretario de Estado, Mike Pompeo; Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft; Eric Schmidt, expresidente de Google; Peter Thiel, cofundador de Paypal; y al exsecretario de Estado Henry Kissinger.

¿Pero es el Grupo Bilderberg simplemente una oportunidad para que los miembros de la élite mundial hablen en privado de manera abierta y relajada, o es como dicen sus críticos, una camarilla que busca socavar la democracia global?

Los teóricos de la conspiración, que se inclinan por la segunda opción, acusan al grupo de cosas como diseñar deliberadamente la crisis financiera de 2008 o hasta planear matar al 80% de la población mundial.

La primera reunión tuvo lugar en 1954, con el objetivo de reforzar las relaciones entre Estados Unidos y Europa, y prevenir otro conflicto internacional después de la Segunda Guerra Mundial.

No se invita a periodistas a que cubran el evento, no se envían comunicados de prensa y la organización mantiene un sitio web básico de un diseño bastante discreto.

Los partidarios del Grupo dicen que su secretismo facilita que las personas se digan la verdad con franqueza, sin tener que preocuparse de que lo que digan tendrá una repercusión política o cómo lo presentarán los medios de comunicación.

Puede que los teóricos de la conspiración exageren, pero tienen parte de razón, dice el profesor Andrew Kakabadse, coautor del libro Bilderberg People. Y es que el grupo tiene un poder genuino que supera por mucho al Foro Económico Mundial, que se reúne en Davos, sostiene.

“¿Todo esto conduce a la idea de querer dominar al mundo? En un sentido, sí. Hay una iniciativa muy fuerte para tener un gobierno único mundial, bajo el molde del capitalismo occidental de libre mercado”, argumenta.