LONDRES.- Un hotel desechó la cama matrimonial del rey de Inglaterra Enrique VII, fundador de la dinastía Tudor, después de usarla por 15 años. El mueble fue recogido por un comerciante de antigüedades en el estacionamiento del hotel, y lo vendió por 2,200 libras esterlinas a Ian Coulson, un restaurador de camas, quien determinó la autenticidad de la cama del siglo XV, tras una investigación de nueve años que incluyó las características de la madera, sus tallados y vestigios microscópicos de pintura medieval.