LONDRES.- Médicos del Reino Unido documentaron la infección por COVID-19 más larga registrada: un paciente que tuvo niveles detectables del virus durante más de 16 meses, o 505 días, en total. La persona no identificada tenía otras afecciones médicas subyacentes y murió en el hospital en 2021. El paciente contrajo el virus por primera vez a principios de 2020 y estuvo entrando y saliendo del hospital muchas veces durante las siguientes 72 semanas, tanto para controles de rutina como para atención y en cada ocasión, alrededor de 50 en total, dio positivo a la misma infección persistente.