DE VIVA VOZ

SALVADOR CANTO

La falta de participación y visión de la Mesa de Seguridad y Justicia nos deja con menos esperanzas; hay que comenzar por atender la Fiscalía de Justicia que es lo que menos funciona, afirma el presidente de Ángel Ciudadano

La galopante inseguridad que hoy se vive en Quintana Roo no se va a resolver con más patrullas, armamentos, blindajes, cámaras, arcos detectores o retenes porque eso es corrupción, ya que representan la posibilidad de poderse robar el dinero de contratos y licitaciones; si las autoridades quieren realmente atender la problemática y dar pasos importantes en ello, deben poner atención en la Fiscalía de Justicia que es lo que menos funciona y en donde realmente se deben de enfocar las Mesas de Seguridad y Justicia.

Lo anterior fue planteado por el ingeniero Hernán Cordero Galindo, presidente de la Asociación Civil “Ángel Ciudadano Quintana Roo”, en entrevista con El Despertador de Quintana Roo, en donde De Viva Voz recordó que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos, obstaculizó el crecimiento de las Mesas Ciudadanas de Seguridad que se impulsaban desde la Comisión Nacional de Seguridad Pública de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), avaladas incluso por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

Durante la plática, Cordero Galindo que tiene poco más de 23 años de radicar en Cancún lamentó que la actual Mesa de Seguridad y Justicia sea controlada por gente afín al gobierno y eso impide realmente un avance en el tema de la seguridad, pues además –dijo–, hay empresarios que a pesar de vivir en carne propia la inseguridad, en lugar de denunciar se presten mediante asociaciones civiles a ser comparsas del gobierno con tal de quedar bien.

De hecho, a pregunta concreta de que si Cancún ya se había “tijuanizado” o “acapulquizado” por la inseguridad de dichos destinos, consideró que ya se ha superado “y por mucho”, y que gracias a la pandemia por COVID-19 “no se ha desparramado, pero estamos detenidos por hilitos”.

De igual manera habló de los obstáculos que tuvo en el 2016 en su intento por buscar una candidatura para la gubernatura, en donde fue traicionado para bajarse de su proyecto que pretendió llevar por la vía independiente pero al no poder avanzar buscó concretarla con un partido —el PES—, donde pretendían que participara para quitarle votos a Carlos Joaquín y beneficiar a Mauricio Góngora.

Con relación al Mando Único, opinó que se trata de un asunto complejo que tiene sus pros y sus contras, pues si por un lado es positivo por el tema de la unificación de criterios, por otro ha servido para que el gobernador tenga “el sartén por el mango” y el control político para poder presionar a los presidentes municipales.

Sobre la Policía Militar que llegó, y a la que le construyeron unas instalaciones de primer mundo que actualmente están prácticamente vacías porque el personal fue transferido a la Guardia Nacional en otros estados, el entrevistado destacó que se trató de “puro populismo”.

Sobre el Tren Maya, opinó que ha habido una completa falta de transparencia, como en muchas de las grandes inversiones que ha hecho el gobierno federal, y remarcó que utilizar al Ejército para la construcción de varios tramos como ya lo hicieron con el Aeropuerto de la Ciudad de México nos encamina a una verdadera dictadura.

 

—¿Quién es Hernán Cordero Galindo?

—En el tema empresarial soy constructor y comercializador, inicié entrando a Coparmex por la desesperación, como todos los empresarios, de que la autoridad en lugar de ser un facilitador es un obstáculo, la burocracia, las gestiones, la corrupción nos impiden muchísimo avanzar.

Tengo 23 años viviendo en Cancún y gran parte de mi vida la he hecho aquí, en donde a lo largo de este tiempo he visto cómo ha ido creciendo la ciudad y también empeorando en algunos sentidos y mejorando en otros.

 

—Además de presidente de la Coparmex, ¿qué otros encargos ha tenido dentro de cámaras empresariales?

—En el Consejo Coordinador Empresarial, estuve en la Comisión Nacional de Seguridad Pública de Coparmex, en varias comisiones a nivel nacional, de presidente de la Federación Peninsular de Coparmex y estoy en “Ángel Ciudadano Quintana Roo”.

De ahí me fui derivando en el tema de la participación ciudadana en Seguridad Pública, porque me vine a vivir a Cancún por la inseguridad de la Ciudad de México y comenzamos a sufrir inseguridad aquí también, y muchos eventos que definitivamente nos estaban augurando lo que ahorita está pasando.

Inicié con la ONUDD (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) en un esfuerzo para participar y organizarnos como ciudadanos, después fui presidente de la Comisión Nacional de Seguridad Pública de Coparmex y fundé Ángel Ciudadano Quintana Roo en asociación con la fundación México SOS de Alejandro Martí para mejorar la seguridad pública, y también formo parte de la Sociedad Protectora de Animales, en la Unicef, en APAC, siempre con mucha participación ciudadana.

 

—Desde su perspectiva, ¿cuál considera que es la principal preocupación de los empresarios y los ciudadanos en general?

—Obviamente la seguridad y el desarrollo económico. Los dos cada vez se ven peor y el panorama es aterrador, como dice Diego Fernández de Cevallos, ya no es el peligro o el riesgo porque ya lo tenemos, es definitivamente lo que viene es lo peor. El panorama que se tiene por el gobierno federal actual ha sido mucho más de efecto y daño causado por el presidente, si es que se le puede llamar presidente a Andrés Manuel López Obrador, que no es más que una intención de dictador, de autoritarismo total, de totalitarismo, ha sido una afectación tremenda independientemente del COVID-19, y yo creo que nos ha afectado más ese tema en lo social, en lo político, en lo económico y en todos los aspectos que el asunto del coronavirus que se está superando y ahí vemos el crecimiento que ya comienza a tener Estados Unidos y nosotros después de tanto rezago es lo más preocupante.

 

—¿Cómo surgió la Asociación Civil Ángel Ciudadano?

—Al estar en la Comisión Nacional de Seguridad Pública de Coparmex y tratar de hacer un esfuerzo a nivel nacional para armar mesas interinstitucionales de seguridad y justicia, primero con la ONUDD para formar apoyos de la ONU junto con instituciones de la sociedad civil para mejorar la seguridad y que hubiera participación, y que hubiera también intenciones de apoyar y presionar a los gobiernos a que mejoraran en todos los sentidos. En cuanto comenzamos a hacer el esfuerzo e inmediatamente cuando ya estábamos estructurando y homologando a nivel nacional varias mesas interinstitucionales, de repente la ONU dio la orden para que en México se parara ese esfuerzo, lo cual consideramos sumamente extraño y al año empezamos a ver que esto era por la intervención del entonces secretario nacional de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien había obstruido todo esto y se lo hicimos saber al presidente Felipe Calderón y la verdad es que o estaba coludido o no tomó en cuenta nuestro comentario. A pesar de eso y debido a que no se pudo hacer todo eso, seguimos en el esfuerzo, se conformó el Observatorio Nacional Ciudadano y lamentablemente cierto grupo tuvo el control de las demás agrupaciones en la materia desde Mexicanos Unidos contra la Delincuencia y todos ellos y entonces, nuevamente nos vimos metidos en intereses. No obstante, no nos quedamos quietos con eso y entonces vimos el esfuerzo que hizo Alejandro Martí, quien incluso trató de unirse a la Coparmex y también se vio enfrentado con esos intereses, pocas veces se ha dicho eso pero efectivamente así fue y por eso siguió su camino independiente y fue así como determinamos hacer Ángel Ciudadano en liga con México SOS y comencé a hacer esfuerzos con Félix González Canto y luego con Roberto Borge, pero obviamente ninguno tuvo la mínima intención de ayudar precisamente por lo sátrapas que eran y entonces seguí de forma independiente atendiendo a víctimas del delito vinculándolas con Policía Federal con muy buenos resultados.

Seguimos trabajando en Ángel Ciudadano hasta que se conformó la Mesa de Seguridad y Justicia derivado de todo ese empeño que estuvimos haciendo y pues los resultados ahí están, desde mi punto de vista negativos porque se conformó mal.

 

—En reiteradas ocasiones como Ángel Ciudadano, se ha hecho puntual señalamiento por las injusticias en materia de seguridad como extorsiones, cobro de derecho de piso que han provocado el cierre de decenas de negocios, ¿cuál es el panorama actualmente?

—Ángel Ciudadano se convirtió, en lugar de un ente en el que precisamente participaba y vinculaba a las víctimas, en un observador y un analista de lo que sucede, para estudiar el caso y ser un crítico puntual del tema. Desde nuestro punto de vista es sumamente desalentador, después de tantos esfuerzos, esperanzas y posibilidades que había, la única esperanza que nos quedaba era la Mesa de Seguridad y Justicia, pues ya habíamos visto por todos lados que no había una luz en el camino y ahora, la verdad, la falta de participación, desintegración y la falta de visión de la mesa de lo que realmente se tiene que hacer, todavía nos deja con menos esperanzas ante el grave crecimiento que hay, exponencial, de la inseguridad. Vemos como siempre que va creciendo, van sucediendo casos que antes no sucedían y no hay límite y cada vez hay más y más y más. El hablar de que hay mejoras en ciertos delitos es jugar con las matemáticas porque la realidad no es esa, obviamente hay ciertos delitos que sí van bajando, pero son mínimos y la realidad es que van creciendo la impunidad, el número de delitos, la falta de confianza y basta con ir a los Ministerios Públicos y ver el caos que es ahí, la falta de atención en delitos menores incluso.

 

—¿Cómo ve el funcionamiento de la Fiscalía de Justicia?

—Pésimo, en lo personal es ahí el grave problema de la inseguridad, pues imagínate, yo en lo personal tengo dos delitos que me cometieron, ambos por fraude y en uno de ellos se perdió el expediente y hay que iniciar de cero nuevamente. Me dijeron que como estaba radicado en Bonfil, entonces hicieron el cambio para que todo se unificara en la mesa central y se perdió, y aunque van tres veces que amablemente me atienden, me dicen que el expediente sigue sin aparecer y ni siquiera podemos reiniciar; y el otro, una mala coordinación entre la Comisión Nacional de Valores y la Fiscalía hizo que se tardara mucho tiempo en resolver y de repente me dijeron que ya caducó. Ahora, estos casos míos son fraudes, imagínense la desesperación y el coraje de la gente cuando se trata de violaciones, asesinatos, secuestros y nada se resuelve y la realidad es que nada se resuelve.

Lamentablemente siempre se menciona que faltan recursos y están relativamente limitados, pero la verdad es que conforme pasan los años se destinan más recursos pero no se ejercen o no saben cómo hacerle y se tienen que devolver porque no se ejecutaron. Muchas veces están etiquetados los recursos y entonces está lo que se llama subejercicio y disponen de recursos que como no son robables, la verdad es que no les ponen mucha atención y se tienen que devolver, y eso es el colmo porque en materia de seguridad pública es lo que más se requiere.

En resumen, lo que sucede es que en ningún nivel de gobierno, ni municipal, estatal y federal, entienden que realmente para abatir la delincuencia y la inseguridad, lo que se tiene que hacer es comenzar a resolver los delitos menores, poder llegar a la sentencia y que se resuelva para que de esa manera se abata los delitos de alto impacto.

La mejor prevención es que haya justicia en delitos menores y se va impidiendo que esos pequeños delincuentes que empiezan grafiteando, robando a transeúntes, acaben siendo narcotraficantes y si se les permite porque ellos van viendo que todo pueden hacer y que no hay justicia, que hay impunidad, llegan a ser hasta sicarios, y eso se ha convertido en el negocio más seguro en la República Mexicana.

 

—¿Considera que ha o no funcionado el Mando Único en Quintana Roo?

—El tema del Mando Único es muy complejo, pues es obvio que con tantos municipios en el país, sí era muy necesario porque había corporaciones del mismo estado que tenían diferente actuación, es decir, cada una procedía de manera distinta ante los delitos y eso no es posible porque además no había coordinación y todo era un caos. Algo que yo en lo personal veo es que este proyecto ha permitido que alguna manera el gobernador tenga el sartén por el mango y el control político para poder presionar a los presidentes municipales e incluso exhibirlos de que no hacían su trabajo.

En resumen, en un estado con pocos municipios como Quintana Roo, el Mando Único sirve más para control político que para realmente mejorar la seguridad y aunque nos digan que han deteniendo a ciertos delincuentes, la realidad es que muchos han quedado libres y así traigan a  Robocops, a los Boinas Verdes, Rojas y fabulosos policías, no servirá de nada si los delincuentes van a salir en la Fiscalía y en los Ministerios Públicos por corrupción principalmente, por falta de capacitación, capacidad y todas las circunstancias que suceden. Por eso insisto en que Mando Único o no, ahí no está el problema, el 90% del problema está en las fiscalías estatales porque la mayoría son delitos del fuero común y son los que se tienen que atender.

Por eso ni más patrullas, ni más armamentos, ni más blindajes, ni más cámaras, ni más arcos detectores ni más retenes, porque eso es corrupción y eso es la posibilidad de robarse el dinero de contratos y licitaciones y todo, ahí no radica realmente la inseguridad, sino en la Fiscalía que es lo que menos funciona y que es en donde realmente se deben de enfocar y abocar las mesas de seguridad y justicia y los ciudadanos para empujar ahí.

 

—¿Cree que sea necesario una depuración de malos elementos en la Fiscalía de Justicia por filtración de la delincuencia?

—Insisto, todo es necesario en la Fiscalía porque carece de todo tipo de cosas, de instalaciones, de un trato justo, digno, humano, de observación, de seguimiento, de capacitación, de mayor personal, de voluntad principalmente pero más que todo, de presión ciudadana, tenemos el gobierno que nos merecemos porque no participamos, la cultura y la manera de pensar del mexicano promedio, la idiosincrasia de que lo resuelva “papá gobierno”, el sometimiento, bajar la cabeza, halagar, adular en lugar de presionar, resolver y participar… Hay mucho por hacer en la Fiscalía, cosas elementales como abatir la corrupción y hay muchas maneras de hacerlo a través de universidades, instituciones, la propia mesa de seguridad, que pongan cámaras o voluntarios de servicios social, de estudiantes de derecho, de criminología que puedan estar observando para que se abata la corrupción y las triquiñuelas, la mala integración de expedientes, participación de abogados, de hecho, con muchos con los que he hablado me han dicho que no hay manera de darle resolución a los casos y todo queda impune e incluso que tienen que soltar grandes cantidades de dinero para que se les dé seguimiento. Algo curioso es que recientemente en una entrevista Zoom con el fiscal —Oscar Montes de Oca Rosales—, en donde estábamos unos 200 participantes, yo le pregunté qué porcentaje de delitos se resuelven y me dijo que no tenía en ese momento el dato, lo cual es gravísimo porque demuestra que no sabe realmente lo que ocurre en su dependencia.

 

—Cree que a estas alturas Cancún y Playa del Carmen ya se han “tijuanizado” o “acapulquizado” por el tema de la inseguridad?

—Yo creo que hemos superado por mucho a esos casos, lo increíble es que no se desparrame de inmediato porque está detenido por “hilitos” y el COVID de alguna manera nos justifica muchos de esos temas. Tan sólo caminar en la Quinta Avenida, en la zona antigua de Playa del Carmen, considero que la mitad o dos terceras partes de los locales ni siquiera están cerrados, están ‘tapeados’, grafiteados, llenos de vendedores ambulantes, obviamente la mafia ligada con la propia presidencia municipal porque no puede haber un vendedor ambulante sin que dé una cuota y entonces, se tiene aparte de los locatarios que pagan millones y millones de pesos para poder rentar y estar ahí, un vendedor ambulante que no paga impuestos, empleados, predial, agua, luz ni nada, y aparte los extorsionan, les piden derecho de piso, aunado a fiscalizaciones, extorsiones de los propios gobiernos delincuentes porque el inspector que va y te extorsiona y te pide dinero es un delincuente.

Entonces estamos rodeados de delincuentes entre el vendedor ambulante, el inspector, los que te piden derecho de piso y la propia autoridad y en esas condiciones, ¿quién demonios va a querer hacer negocio? Aquí en Cancún han quemado ambulancias, han atacado negocios y existe mucha impunidad y eso nos hace pensar que se verán cosas peores, más salvajismo, barbarie, delincuencia; la situación está completamente fuera de control y es inaudito lo que está sucediendo en Cancún y todo Quintana Roo.

 

—¿A qué considera que exista mucho silencio de los empresarios en torno a la inseguridad?

—Son cientos de miles de negocios que han cerrado por esas circunstancias de la inseguridad y si bien los grandes hoteles tienen cierto blindaje, algunos tienen sus limitaciones porque han tenido una bajísima ocupación, han tenido también que pagar derechos de piso, las grandes construcciones, todos pagan y tiene uno que defenderse como pueda y si no tienes relaciones tienes que cerrar y esa es la situación real, gravísima a nivel nacional y sobre todo aquí, pero lo peor es que del turismo se han colgado los gobiernos socialistas, es de lo poco que más o menos prevalece y es lo que ahorita está en riesgo y en peligro y aquí, lo que no se puede creer que cuando esto está en peligro, y cuando se trata de inseguridad y cuando muchos hoteleros han sufrido eso, se presten muchos de ellos a ser comparsas del gobierno con tal de tener picaporte y arriesgar incluso eso. Si estamos mal no sólo es por los sátrapas del gobierno, los delincuentes, los sicarios y los que piden derecho de piso, sino muchos de esos empresarios que también se han prestado a ser comparsas del gobierno y por lo tanto a estar coludidos con esos delincuentes, esos son los que más daño nos han hecho, ya que esos se disfrazan de representantes de asociaciones civiles, y son los que nos han afectado mucho.

 

—¿Sabe qué pasó con la Policía Militar y el estatus que aguarda el complejo de Ciudad Militar?

—Todo esto fue puro populismo y teatro, ante el ataque a la Fiscalía que hubo al inicio de la administración, bombas y enfrenamientos directos a las instituciones de seguridad, pues se tuvo que hacer un teatro con la llegada de la Policía Militar que se instaló aquí. Hoy, ir a las instalaciones de Ciudad Militar es un claro ejemplo porque están desiertas y es también tener un poquito de información y de cultura porque los militares no podían estar ejerciendo labor de seguridad pública, pero finalmente todo recae en el tema de impartición de justicia, porque de nada sirve traer y traer más militares si a los detenidos no se les va a detener en las Fiscalías. Qué lástima que se hizo eso porque finalmente va a pasar y lo malo es que a la gente se le olvida, pero seguimos sufriendo de inseguridad y es lo que finalmente va pegando. Hoy la percepción de inseguridad para todos es mayor y eso es inocultable, no hay manera de que estemos mejor porque todos lo vivimos.

 

—En el 2016 se conformó la agrupación “Ciudadanos Unidos” en donde se postuló como candidato a la gubernatura de Quintana Roo. ¿Qué pasó realmente con eso y por qué se hizo a un lado?

—Precisamente porque las propias organizaciones o grupos ciudadanos lo que quieren es su propio interés particular, en lugar de buscar realmente el bien común y esa fue una decepción tremenda, porque los que tuve en contra eran aquellos en quienes más creía que me iban a apoyar pues sufrían lo mismo; entonces nos encontramos con mucho de eso comenzando con Francisco López Mena y algunos grupos de empresarios que fueron los que más empezaron a tratar de obstaculizarnos. En medio de todo esto, vimos nulo avance para conformar candidaturas ciudadanas por falta de herramientas y finalmente me tuve que subir a un partido en donde a los pocos días me di cuenta que eran verdaderos sicarios de la política que nada más estaban viendo con quién negociar para obtener recursos sin ningún escrúpulo y nos estaban utilizando, porque la estrategia era que yo le quitara votos a Carlos Joaquín para que pudiera ganar Mauricio Góngora, y entonces yo no me iba a prestar a eso y al bajarme de la contienda le dije al entonces candidato y hoy gobernador que me retiraba con la condición de que verdaderamente pudiera cumplir su palabra con lo que se necesitaba y se estaba buscando, que es simplificación administrativa, conformación de la mesa de seguridad, la independencia de la Fiscalía, de los juzgados, que se cerrara Sintra, que se abatiera la corrupción, entre otras cosas que se firmaron y la verdad sólo se ha cumplido la mitad de las cosas.

 

—¿Considera que existe descrédito hacia los partidos políticos?

—Lo que nos falta es información, ahorita hay más partidos políticos precisamente porque la estrategia de López Obrador es dividir lo más posible, pues sabe que se ha ido desacreditando por la forma en que está gobernando y eso le va quitando votantes, entonces crea muchos partidos y como hay decepción también para el PRI, PAN, PRD e incluso para Morena, conformar estos partiditos nuevos con lo que busca repartir la votación y sigan ganando los pocos votos duros. Ojalá que la gente no caiga en eso, que vote por la opción que sea la menos peor, que sea posible que gane y no votar por los nuevos que lo único que están haciendo es el juego a López Obrador y forman parte de ellos mismos.

 

—¿Qué opina del proyecto del Tren Maya?

—Todo ha sido una completa falta de transparencia total y un engaño, mentiras tras mentiras, como ha venido haciéndolo desde el primer día el presidente, pues todas las grandes inversiones que hay, no se han transparentado adecuadamente. En el caso de utilizar al Ejército para hacer varios tramos como ya los usa para el Aeropuerto de la Ciudad de México, eso no es más que fortalecerse en camino a una verdadera dictadura como se ha hecho en los países socialistas y lo peor es que ahí están Ecuador, Bolivia, Argentina, El Salvador, Venezuela, pues aquí tenemos un gobierno completamente totalitario, en donde la última palabra la tiene una sola persona y hasta ahí y todos se someten y perdemos la libertad que eso es lo más grave. Entonces en este tipo de inversiones suenan con ciertas cosas beneficiosas porque la comunicación es fundamental, y somos un país pésimamente mal comunicado, las vías de comunicación son mínimas y malas, entonces por ese lado podría sonar bien, pero hay tantas cosas en contra como problemas ecológicos, sin investigaciones reales de lo que es sustentable o no, si es rentable; hay muchas dudas de eso y hay pruebas de que efectivamente no va a resultar, por lo que entercarse en eso no es más que un tema de populismo, con la clara idea de ir en contra de todo e imponer a costa de lo que sea.