Con el programa Quédate en México, y el acuerdo entre ambos países de 2019 para frenar los aranceles, miles de migrantes han quedado desprotegidos, advierten organizaciones

AGENCIAS

MÉXICO.- A casi dos años de la implementación del programa Quédate en México, más de 68,000 personas solicitantes de asilo en Estados Unidos han sido enviadas al país para esperar la resolución de sus casos, donde enfrentan múltiples situaciones de riesgo social, que se agravaron con la pandemia de COVID-19.

Esta situación es alertada en el informe “En la boca del lobo. Contexto de riesgo y violaciones a derechos humanos de personas sujetas al Programa Quédate en México”, elaborado por la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD).

El documento señala que al aceptar la implementación de este programa, “el gobierno mexicano se hizo cómplice de las políticas de crueldad desplegadas por la administración de Donald Trump”, aun cuando expuso que lo aceptó como una respuesta humanitaria.

“La administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a brindarles trabajo, acceso a la salud, a la vivienda y a educación. No cumplió. Cuarenta días después de aceptar dicho Programa, el 29 de enero de 2019, fue devuelta por Tijuana la primera persona. A octubre de 2020 suman 68,392 personas”, señalan las organizaciones.

De acuerdo con el monitoreo de Human Rights Firs (HRF), hasta el 13 de mayo 1,114 personas habían sido víctimas de secuestros, violación sexual, secuestros, extorsión, tortura y asesinato, y 256 niños y niñas, víctimas de secuestro o intento de.

Las organizaciones señalan que el acuerdo y el programa representan violaciones al derecho nacional e internacional en las que ha incurrido el Estado mexicano, por ejemplo al principio de no devolución, debido a que hay tratados que impiden que se retorne a las personas a sus países de origen, de donde salieron, principalmente, por condiciones de violencia.

Al respecto emitieron una serie de recomendaciones y pidieron al gobierno entrante del presidente electo, Joe Biden, cumplir con su promesa de campaña de desmantelar este programa en sus primeros 100 días de gobierno.