ASÍ NOS VEMOS

Edgar Prz

 

Esta última semana ha sido trágica a todas luces, las penurias tienen capturado al estado y al país. La pandemia del Covid, a pesar de la puesta de las vacunas a otros estratos poblacionales se niega a ceder, sigue siendo tema de lamentaciones, de dolor, de desesperanza, de molestia, enojo al seguir sumando decesos sin ninguna restricción, amanece y las noticias funestas invaden las redes sociales y la sorpresa continúa al llevarse a amigos, conocidos, parientes y familia.

El recuento de este año y medio es desfavorable, varios con aparente salud que lucían sanos son hoy parte de la estadística, muchas sillas han quedado vacías alrededor de las mesas familiares y en las tertulias.  En lugar de haberse controlado el virus, los estragos van en aumento, parece que se ha enfurecido más al bicho, está inclemente, intratable y se desplaza con total impunidad.

Las autoridades estatales del sector Salud han sido de nueva cuenta rebasadas, su cobertura es ínfima ante el monstruo, sus instalaciones hospitalarias sin las condiciones óptimas del servicio están saturadas, la mayoría padece de un olvido en infraestructura y equipo de varios años, no han recibido apoyos, no les han cambiado el rostro y la postal interna es muy lúgubre.

Diario son poco más o menos 500 nuevos casos, situación que hace un año en el apogeo, nunca se alcanzaron estas cifras. Los números no mienten, el jueves fueron 534 nuevos contagios y 16 fallecimientos, tenemos un acumulado de 42 mil 829 enfermos y 3 mil 293 decesos. Pero, que es lo que pasa, se han abierto todos los servicios al público en aras de la nueva normalidad, del rescate económico de las empresas, del combate al desempleo, del retorno al antiguo tipo de vida.

No está aparejada la revisión, supervisión y las recomendaciones con el libertinaje de la gente, se ha llegado al extremo que hay centros de hospedaje que ofertan fiestas Covid a sus huéspedes y Cofepris sigue durmiendo en sus laureles.

Mucho contagio entre turistas, vacacionistas,  de eso dan cuenta las redes sociales ¿y alguien se ha preguntado qué pasa con la gente local, con los prestadores de los servicios, con los meseros, taxistas, choferes, obreros, campesinos, trabajadores independientes que no se acercan a los hospitales por la terrible fama de que gozan? Ellos se mueren solos bajo la impotencia de su familia, no son sujetos de las estadísticas del gobierno, se tratan con remedios caseros y hasta donde su raquítica economía lo permita, ese es el drama del pueblo, esa es la verdadera realidad del sufrimiento y no solo salir a leer números y dar nuevas recomendaciones…

Este espejo crudo y verdadero, demuestra que hace falta una mayor y mejor coordinación, un enlace óptimo y adecuado entre los funcionarios del Sector Salud, que Alejandra Aguirre la Barbie del Gabinete, asuma su papel, su rol, no solo salga a dar noticias y emitir boletines. El ejército del personal de Salud requiere atención, apoyos, insumos y no solo oficios con restricciones e indicaciones de amarrarse más el cinturón. La realidad está de nuevo superando a la ficción…

En otro tema, dice un refrán que no hay día que no llegue y fecha que no se cumpla, el domingo fue la ansiada “consulta popular”, para obtener o negar los elementos de enjuiciamiento a los expresidentes de la República, lo cierto es que despertó poco interés, la gente está inmersa en sus problemas como para comprar otros pleitos y lo más comentado, la gente ya no cree en el gobierno, pase lo que pase las cosas sustanciales no cambiarán, otros opinan que es un distractor de la atención ante la severa crisis económica, atribuible al Covid, otros que no era necesario ese dispendio de recursos, era mejor adquirir medicinas para los niños con cáncer y otros padecimientos, en fin, usted tendrá la última palabra.

Mejor seguiré caminando y cantando “el tiempo pasa y es preciso, buscar la forma de olvidarlo, teniendo tu calor, irán pasando los minutos iré viviendo poco a poco,  viviendo de tu amor…”