La actriz y conductora brindó más detalles sobre el cáncer que le fue detectado hace poco más de un mes.

La ganadora del Ariel, Verónica Toussaint, reveló hace unas semanas durante la emisión del programa que conduce en Imagen Televisión, Qué Chulada, que tiene cáncer de mama, mismo que le fue diagnosticado hace poco más de un mes. Desde entonces, su actividad en redes ha sido para agradecer las muestras de cariño y solidaridad que sus allegados han tenido hacia ella.

Sin embargo, Verónica no había compartido más detalles hasta ahora que medios como El Universal y dos revistas de circulación nacional realizaron entrevistas al respecto a la también comediante y conductora.

En estos encuentros, Toussaint confesó que no se realizaba autoexploraciones (recomendadas para detectar anomalías) y que fue hasta que apareció una bolita de gran tamaño que el tema comenzó a inquietarla.

“Siempre me hago mis estudios de rutina con el ginecólogo: el Papanicolaou, la mastografía y todo, pero, la verdad, es que las autoexploraciones mensuales para detectar cambios en la mama no las hago; sin embargo, me salió una bola muy grande en la axila y era imposible no verla”, dijo a la revista TVyNovelas.

Pese a que la conductora cumple con chequeos de rutina, nada había aparecido fuera de lo normal y fue gracias a la inflamación de uno de sus ganglios que notó una alteración que la llevó a realizarse más estudios.

“El ganglio estaba inflamado y había un tumor en el seno, que por alguna razón no había salido en las mastografías. Me fui a checar, me dijeron que era un ganglio inflamado y pensaron que había sido reacción por la vacuna de Covid; entonces me dieron desinflamatorio, pero nunca hizo efecto. Me hice otra mastografía y ya apareció el tumor, en realidad, el ganglio fue el chismoso, ¡gracias a Dios!”, detalló Verónica a la publiación.

La conductora y ganadora del Ariel aseguró que confía en las decisiones de sus médicos, quienes sugirieron que primero se ataque a la enfermedad con quimioterapia para posteriormente realizar una operación para extraer el tumor.

“Los doctores decidieron dar quimioterapia primero, ya las comencé y después sería la operación, ya que hayan reducido el tumor. Mis médicos no me dicen cuánto durará mi tratamiento, pero será una carrera de larga distancia, puede ser de un año, de dos, pero los seguimientos son de muchos años”, explicó.

Verónica dijo sentirse muy vulnerable y pide que la gente la trate como siempre, no como una persona enferma, pues le cuesta mucho lidiar con las emociones que la enfermedad ha traído y todos los temores que esta supone.

“Esa es la parte que me está costando trabajo: mostrarme vulnerable, el llorar porque sí, porque tengo cáncer, porque está de la ching*da, porque estoy asustada, porque no sé qué vaya a pasar, no sé cómo me voy a sentir. Lo primero que nos viene a la mente es ‘Tengo cáncer, me voy a morir, Game over (fin del juego)’. Y luego, cuesta trabajo digerirlo porque pienso que quizá no vaya a morirme, pero sí voy a ser esta calaca verde que vomita todo el día porque la quimio me destruye”, dijo en entrevista. (Quién)