Durante varias administraciones municipales se han privatizado impunemente espacios que deberían ser libres, cobrando por su uso sin asumir responsabilidad alguna por posibles daños o robo, y sin que ninguna autoridad actúe a favor de los ciudadanos

SALVADOR CANTO

 

Bajo el amparo de la impunidad y durante varias administraciones municipales, los estacionamientos se han convertido en un gran negocio para algunos empresarios que han privatizado espacios que deberían ser libres tanto en plazas comerciales como en edificios públicos, tal y como lo establece el Reglamento de Construcción de Benito Juárez.

Cada año ingresan a la tesorería municipal poco más de 450 mil pesos por concepto de permisos de funcionamiento expedidos a administradores de estacionamientos en plazas comerciales y a cada empresa sus ganancias se le multiplican por millones de pesos. Por ejemplo, la de Plaza Las Américas obtiene ingresos por arriba de 60 millones de pesos al año.

Rafael Ortega Ramírez, presidente de la Asociación Civil “La Fuerza del Consumidor”, dejó en claro que el reglamento de construcción establece que las plazas comerciales deberán dejar un cajón de estacionamiento por cada 15 metros cuadrados construidos y a pesar de ello, eso no se cumple.

“Existen Leyes y Reglamentos al respecto pero no se respetan y si bien la actual administración municipal ha puesto de su parte y ha obligado a que las empresas que usufructúan los estacionamientos tengan ya su contrato de adhesión emitido por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), así como la licencia de funcionamiento, es evidente que existe un completo abuso porque definitivamente, los estacionamientos no se deberían de cobrar”, explicó en entrevista con El Despertador de Quintana Roo.

No obstante, también puntualizó que en gran medida el que se mantenga el cobro de los estacionamientos, obedece a que la misma ciudadanía sigue acudiendo a las plazas y pagan por entrar a consumir a los negocios.

“Lo he dicho en muchas ocasiones, el cobro en los estacionamientos no debería de ser y aquí los ciudadanos cometemos el error de acudir a las plazas y pagar; deberíamos de actuar como se hizo hace algunos años en Mérida, Yucatán, en donde la sociedad se unió y logró que quitaran el servicio de cobro en todas las plazas comerciales en menos de 15 días, pues dejaron de acudir a las plazas y las pérdidas para los negocios fueron incuantificables, por lo que optaron por retirar las plumas”, explicó el también miembro de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Cancún.

El presidente de la Asociación de Plazas Comerciales de Cancún, Eduardo Galaviz Ibarra, comentó que si bien el tema de los cobros del estacionamiento genera aún inconformidades, las autoridades municipales han atendido la situación conforme a lo que está reglamentado y aclaró que no existe hasta ahora modificación alguna y defendió a que “todo está igual conforme a lo estipulado por las autoridades”.

 

Visitar las plazas, caro y riesgoso

Pese a la pandemia por COVID-19 y la lenta recuperación económica de la ciudad, para cientos de familias de Cancún que buscan acudir a las plazas comerciales a disfrutar momentos de distracción, les resulta caro y de mucho riesgo, pues a pesar de que les cobran por el uso del estacionamiento, la empresa no se hace responsable de los daños que pudieran ocurrirles a los autos, como “cristalazos” o que, de plano, sean robados, pese a que es una obligación con base en lo estipulado en la reglamentación municipal.

De hecho, el cobro de las empresas que se han hecho millonarias con este negocio comienza a hacerse efectivo a partir del minuto 21, es decir, sólo dan tolerancia de 20 minutos a quienes entran ya sea a realizar una compra rápida o al pago de servicios, pero la situación se complica cuando hay largas filas o el tiempo que van a hacer en el supermercado o negocio que visitan es mayor, por lo cual tienen que pagar 13 pesos por el uso del estacionamiento hasta el cumplimiento de la primera hora, que posteriormente va en aumento.

Todo esto representa una verdadera molestia y un riesgo para los usuarios, sobre todo de plazas comerciales en donde no se ofrece ninguna seguridad por dejar sus vehículos estacionados en un lugar por el que tienen que pagar.

Es decir, los ciudadanos además de consumir en las plazas comerciales pagan por un boleto que no les garantiza protección en caso de robo al vehículo, daños u objetos perdidos, lo que los expone a la delincuencia ya que estos comercios no garantizan la más mínima vigilancia a los automóviles, menos al usuario.

La Asociación de Plazas Comerciales del Sureste, que preside Eduardo Galaviz Ibarra, se da por bien servida con las acciones municipales y consideran que en estos momentos, para ellos, lo más importante es la reactivación económica tras varios meses de afectación por la pandemia y desde luego, si bien el usufructo de los espacios de estacionamientos lo hace una empresa concesionaria, ellos también reciben ganancias al respecto.

 

Autoridad omisa; COVID-19, pretexto

En agosto del año pasado, un grupo de regidores de la actual administración del Ayuntamiento de Benito Juárez, encabezados por la regidora Lorena Martínez Bellos, quien argumentó que más allá de la discrecionalidad sobre el cobro de la tarifa de estacionamiento era necesaria la verificación aleatoria, en virtud de las quejas por una serie de irregularidades e incumplimiento al reglamento normativo del municipio.

De hecho, para estas acciones acudió personal de la Dirección Municipal de Fiscalización a cargo de Alberto Covarrubias, para revisar que las empresas que realizan el cobro de los estacionamientos tuvieran sus documentos en regla y, sobre todo, cumplieran lo estipulado en la reglamentación municipal sobre minutos de tolerancia, exhibición de tarifas o fracción de las mismas, además de la entrega de comprobantes de pago o documentos fiscales.

En esas verificaciones, la autoridad evidenció tanto el incumplimiento en la operación como un indebido funcionamiento de varios estacionamientos, y por lo tanto se levantaron actas para obligar a dichas empresas a cumplir con la reglamentación vigente.

Se buscó al titular de la dependencia, pero su asistente explicó que no está dando entrevistas por el momento y el funcionario tampoco contestó los mensajes que se le enviaron sobre el tema.

Al respecto, la propia concejal refirió en aquella ocasión que la consigna de esta administración municipal es la de regular el funcionamiento y operación de los estacionamientos en materia de tarifas establecidas y autorizadas por el Ayuntamiento de Benito Juárez, así como del cumplimiento a las disposiciones generales del propio reglamento, pero tal parece que nada ha cambiado.

No se cumple con ello  y se pone como pretexto el tema de la pandemia, pues se argumenta que “hay otras prioridades” qué atender y además, han disminuido las quejas de la gente.

Usuarios de Plaza Las Américas, por ejemplo, comentan que los estacionamientos deben ser obligatoriedad para los comerciantes y consideran que es que increíble que cobren por ir a las tiendas.

 

La gente debe poner de su parte

En ese contexto,  Rafael Ortega Ramírez, presidente de la Asociación Civil “La Fuerza del Consumidor”, lamentó que el tema de los abusos en el tema de los estacionamientos se mantenga, pues dijo que “está prácticamente todo igual”.

No obstante reconoció que esta administración sí ha hecho alguna presión para que estas empresas cumplan con las normas e incluso, muchas ya tienen su contrato de adhesión con la Profeco; dejó en claro que “lo que está mal es que cobren, pues eso es una contradicción al reglamento de construcción, el cual indica que tienen que proporcionar cierto número de estacionamiento por cada metro cuadrado de construcción, dependiendo si es plaza comercial”.

Sostuvo que el problema no es que cumplan o no cumplan con la reglamentación, sino que está mal de inicio, pues “no debería existir ese cobro y los estacionamientos deben ser gratuitos, pero por eso digo que sigue igual”.

Incluso, pronosticó que ahora que vienen las campañas políticas, algún candidato o candidata volverá a sacar a la luz este tema de los estacionamientos y lo tomará como bandera, pero indudablemente ocurrirá lo de siempre, que una vez que lleguen al cargo ese tema se olvidará y la situación de abusos continuará.

Finalmente, Ortega Ramírez insistió en que, de entrada, esos cobros están mal porque ni siquiera es la misma plaza comercial la que administra el estacionamiento, sino que lo concesiona a otras empresas que se dedican a ello y “pues es una cuestión de ver de dónde sacar más dinero”.

“Definitivamente esta autoridad municipal no fue la que dio los permisos, sino otra anterior a cambio de alguna prebenda, pues así nada más no creo que lo hayan autorizado y mientras nosotros sigamos pagando todo lo que nos pretendan imponer, porque aquí basta que lo impongan como un reglamento y se vuelve obligación, las cosas van a seguir igual y por eso insisto en que los consumidores debemos regir el mercado y alzar la voz todos unidos para lograr que ya no haya más abusos”, concluyó.

 

Desde el 2010 comenzó el gran negocio

En la administración de Gregorio Sánchez Martínez, el tema del cobro en los estacionamientos se comenzó a convertir en un gran negocio para las autoridades y las empresas que encontraron en dicha actividad todas las facilidades para ello.

Las autoridades de aquel entonces propusieron que las plazas comerciales de Cancún pudieran cobrar 10 pesos por hora a los usuarios que utilizasen sus estacionamientos, siempre y cuando no consumieran productos en esos lugares. Hoy, el cobro mínimo es de 13 pesos.

Pero hubo controversia y se planeó que se dieran lapsos de hasta tres horas a los usuarios de supermercados y de otros negocios, siempre y cuando hicieran una compra mínima de 30 pesos, y posteriormente, vendría el cobro.

También se planteó que otros usuarios ajenos a los establecimientos comerciales pagaran a partir del minuto 21 hasta cumplir la primera hora, y posteriormente aumentaría el costo por lapsos de hasta 20 minutos.

Otro punto que además, sería el más importante, es que las empresas que obtuvieran las concesiones para el cobro de los estacionamientos tendrían la obligación de hacerse responsables por cualquier daño, parcial o total de los vehículos, e incluso por robo, pero duchas empresas se han opuesto a ello hasta la fecha y prueba de ello es que mantienen en los estacionamientos letreros donde aclaran que ellos no se hacen responsables de lo antes mencionado.

Dicha obligación está estipulada dentro del Artículo 39 del Reglamento de Estacionamientos del Municipio de Benito Juárez, en el apartado de Obligaciones de los Operadores, en donde se establece que están obligados, entre otras cosas, de acuerdo con la Fracción VII, a contar con una póliza de seguro de al menos 9 mil salarios mínimos vigente (en Quintana Roo es de 123.22 pesos) que equivaldría a un millón 108 mil 980 pesos, para garantizar los vehículos estacionados en ellos contra robo total, autopartes, pérdida total, daño parcial.

Miembros de la Barra de Abogados de Quintana Roo destacan que, de entrada, las empresas caen en una irregularidad desde el momento en que, al ingresar el usuario, muestran en sus avisos que no se hacen responsables por cualquier daño o robo a las unidades, lo que refleja que el usuario únicamente paga el estacionamiento para resguardar su vehículo.

 

Las autoridades tampoco hacen su parte

 

Existe un Reglamento de Estacionamientos del Municipio de Benito Juárez, pero está obsoleto desde el 2010, pues a pesar de los intentos de autoridades siguientes, todo ha sido ficticio, pues han permitido que empresas como  Eli-Park (con nombre comercial Operadora Elisa, S.A. de C.V.), de Daniel Geller Podlipsky, quien además es presidente de la Asociación de Estacionamientos y Valet Parking de Quintana Roo AC., se enriquezcan a costillas de la gente.

Eli-Park controla el 70% por ciento del mercado de los estacionamientos concesionados, con un cobro de cuotas que, dependiendo de la zona, va desde los 13 pesos por hora hasta 70 pesos por un lapso mayor, e incluso hasta 200 pesos si el usuario pierde el boleto, y a pesar de ello se niegan a aceptar responsabilidades por daños o robos de vehículos.

Si bien esta administración municipal ha hecho el compromiso de atender este tema, la realidad es completamente opuesta, pues es claro que nada se ha avanzado con esta situación que se evidencia en plazas como Cancún Mall, Outlet, Malecón y Las Américas, así como otras más pequeñas, e incluso aledañas a restaurantes y cafeterías en la ciudad que se calcula son alrededor de 45 puntos. La Gran Plaza es el único lugar donde no se cobra el estacionamiento.

En febrero pasado, antes de la expansión de la pandemia por COVID-19, el diputado José Luis Guillén López del partido Movimiento Auténtico Social presentó una iniciativa para que en la Constitución Política del Estado de Quintana Roo, en la Ley de los Municipios y en la Ley de Movilidad, se considere la obligatoriedad de que los estacionamientos de servicio público cuenten con seguros de Responsabilidad Civil contra daños y que los centros comerciales garanticen el número de cajones de estacionamientos gratuitos que marcan los municipios.

Pero esto tampoco ha prosperado, porque para los diputados este es un tema de poco interés en sus ambiciones políticas, pese a que municipios como Benito Juárez y Solidaridad cuentan con un Reglamento Municipal de Estacionamientos, pero que no se aplica conforme a lo establecido por falta de interés de las autoridades municipales.

Se estima que en poco más de 40 centros y plazas comerciales del municipio se cobra por estacionarse, lo que representa un negocio de muchos millones de pesos, con la anuencia comprada de las autoridades y a expensas de los ciudadanos.

 

Estacionarse es un problema desde hace años

La falta de estacionamiento ha representado un grave problema para el centro de la ciudad de Cancún, y durante mucho tiempo miembros del Comité de Reactivación del Primer Cuadro de la Ciudad, entre ellos Manuel García Jurado y Eduardo Solís Preciat, han pugnado porque se regule esta situación.

Sin embargo, el tema ha brincado más allá de lo planificado porque en la zona centro no se resuelve, incluso con la propuesta de hacer estacionamientos elevados en predios abandonados donde sí se podría cobrar al respecto con todas las de la ley, pues estaría enfocado para gente que viaja desde Cancún a Puerto Morelos, la Riviera Maya e incluso a la propia zona hotelera pero que no lleva su auto hasta allá y acostumbra a dejarlo para usar el transporte público o del personal proporcionado por la empresa para la que laboran.

Es de insistir que este ha sido uno de los principales argumentos de las plazas comerciales para establecer el cobro del estacionamiento, pues sus espacios son usados por los trabajadores antes mencionados, sin considerar que las más afectadas son las familias y personas locales que acuden a dichos lugares de compra o diversión, pero están obligados al pago del estacionamiento en lugares que deberían ser públicos.

En el 2010, dicho Comité de Reactivación del Primer Cuadro de la Ciudad hizo un estudio que arrojó que se requerían, en aquel entonces, mil cajones adicionales en la zona centro y que se podían generar implantando los parquímetros y utilizando algunos predios abandonados, pero esas propuestas no han avanzado, pues las autoridades le dieron prioridad a validar el cobro del estacionamiento en las plazas y centros comerciales.

Sin embargo, con el paso de los años, Cancún ya es una ciudad mayor, donde su parque vehicular es estimado en cerca de 700 mil, que en periodos vacaciones se duplica.