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PARÍS.- Un nuevo estudio desarrollado por el Instituto Pasteur de París (Francia) revela nuevas evidencias sobre la pérdida del olfato, uno de los síntomas más frecuentes de las personas que se contagian del nuevo coronavirus y padecen una COVID-19 leve o asintomática. Según este nuevo trabajo, el SARS-CoV-2 puede infectar las células de la mucosa olfativa y permanecer ahí hasta al menos seis meses, lo cual explicaría la persistencia de la anosmia en pacientes ya recuperados de la infección.

“La fisiopatología de los trastornos neurológicos con la COVID-19 sigue siendo poco conocida. La disfunción olfativa y gustativa es común, especialmente en pacientes con síntomas leves”, explican los investigadores, que han realizado un estudio virológico, molecular y celular del neuroepitelio olfatorio de siete pacientes con COVID-19 que presentaban pérdida reciente del olfato y de otros cuatro con anosmia persistente (entre tres meses y medio y seis meses y medio después de la infección, aproximadamente). En total, once casos, todos de COVID-19 leve.

El artículo presenta evidencia de que el neuroepitelio olfatorio -que constituye el 1,25% de la mucosa nasal y cubre un área de 8-10 cm² de la parte superior del tabique nasal y los cornetes superiores- puede ser “un sitio importante de infección por SARS-CoV-2 con múltiples tipos de células, incluidas las neuronas sensoriales olfativas, las células de soporte y las células inmunes, que se infectan”.