Los calzoncillos ‘madurados’ de Al Bagdadi

Los kurdos aseguran que uno de sus espías los robó, lográndose el ADN del califa. Ello significó la muerte del líder homófobo del ‘Estado Islámico’ y su autoinmolación en Siria…

 SANTIAGO J. SANTAMARÍA GURTUBAY

Criticado por abandonar a su suerte a sus aliados en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS, en inglés), al despejar el terreno para la ofensiva turca en el norte de Siria el anterior presidente estadounidense, el republicano Donald Trump, tendió en los últimos días a minusvalorar la participación de las fuerzas kurdas en el asalto que, la noche del sábado, 26 de octubre del 2019, acabó con la vida de Abubaker al Bagdadi, líder del grupo terrorista y el criminal más buscado por Estados Unidos. Al dar cuenta de la operación, en su discurso a la nación el desagradable y desagradecido Trump explicó con sus acostumbrados ‘fake news’ que los kurdos no llevaron a cabo “ninguna labor militar”, pero reconoció, a regañadientes y con su pelo rubio zanahoria encrespado como nunca, que proporcionaron información “útil”. Ahora ha trascendido que, según el alto consejero de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Polat Can, esa información “útil” incluía nada más y nada menos que los calzoncillos de Al Bagdadi. Al parecer estaban sucios y sin lavar desde hace bastantes días, es decir ‘madurados’, con un ADN perfecto, “adornado de colores amarillos y canelas”, según palabras textuales de los médicos expertos. Esta y otras historias están saliendo a relucir en estas horas convulsas en Afganistán sobre las familias musulmanas más extremistas que insisten en matar a los infieles de Occidente, incluidos los ciudadanos de Cancún, Playa del Carmen, Chetumal… y el resto de Quintana Roo y México, “si no renuncian a su modelo de sociedad, en especial las mujeres, contra quienes se ha desencadenado una auténtica guerra misógina en Kabul, merced al acuerdo alcanzado en su día por el expresidente republicano, Donald Trump, y los machistas de calzoncillos cagados del Talibán y otros defensores de la Sharía. La Sharía o Ley Islámica es la base del polémico nuevo código penal de Brunéi que castiga el adulterio y el sexo homosexual con muerte por lapidación. Está en vigor en varios países con población mayoritariamente musulmana, pero con diferentes matices y reglas.

La verdad es que esta noticia no cuadra demasiado en una historia seria de agentes secretos, expertos en quereres y odios de inteligencias y contrainteligencias. Surgen muchos interrogantes por doquier, sin responder: ¿Cómo logró hacerse con una prenda tan íntima del yihadista homófobo, quien no dudaba en arrojar al vacío desde las azoteas desde sus medersas (escuelas coránicas) a todo gay que se topara por el camino, aunque se tratara de uno de sus propios milicianos y futuro ‘mártir’ de su ‘Cruzada contra los Infieles’, la Jihad? ¿Estaba enrollado el espía kurdo -en Cuba se dice de la borrachera que es una kurda- con el califa o alguna de sus mujeres? ¿No se habrá equivocado Donald Trump y nos estará contando una aventura de Mortadelo y Filemón, Agencia de Información, del creador catalán de comics, Francisco Ibáñez, nacido en Barcelona, España?¿Los calzoncillos eran de Calvin Klein, la marca de modelos como el canadiense consentido Justin Bieber, a quien le vemos como el niño que sigue cantando su ‘Baby’; o del actor norteamericano Mark Wahlberg y su Ted, su oso de peluche grosero; o del futbolista británico David Beckham, quien convirtió los vestuarios del Real Madrid en una clínica de tatuajes y ‘metrosexuales’, es el caso del portugués Cristiano Ronaldo o del tenista español Rafa Nadal?  En aras a globalizarse en mercados cautivos, la compañía estadounidense Calvin Klein lanzó semanas atrás una campaña mostrando a sus modelos con pelos en las axilas, curvas y demás detalles que anteriormente no eran aptos en el mundo de la moda. La firma de ropa interior publicó las fotos nada estilizadas de sus modelos. “Me siento extremadamente cómodo en My Calvins, solo porque me siento extremadamente cómodo en mi propia piel”. Revisamos, por si acaso, las fotos de los nuevos ‘guaperas’… No hay, por ahora, nadie que se parezca al yihadista autoinmolado barbudo gordito velludo.

Justin Bieber, cantante, compositor, músico y bailarín canadiense, y no tan joven, de 27 años, es el rostro de Calvin Klein, por lo que no sorprende que reciba muchos regalos de la popular marca de ropa interior. Sin embargo, durante una entrevista Justin Bieber aseguró que le envían tantísimos calzoncillos que los puede tirar después de usarlos por primera vez: “No uso el mismo par de ropa interior dos veces”. El cantante aseguró, haciendo gala de su habitual solidaridad y lucidez intelectual, que podría haber “personas en África utilizando mis calzoncillos”. El ‘artista’ llegó del frío canadiense, unos pocos años atrás, al Caribe Mexicano, seduciendo a las quinceañeras de Playa del Carmen, con su cara angelical y marcados rasgos sicóticos y su cuerpo atlético en prematura decadencia con sospechosos síntomas de barriga cervecera a lo Leonardo DiCaprio. En las ruinas mayas de Tulum se equivocó, gritando, chocando y peleando con otros visitantes y ‘guaruras’ del lugar. Desconocía que estaba en Zona Rebelde, con ‘milicianos’ de ficción, pero guerrilleros al fin y al cabo, prestos a reanudar la Guerra de Castas, aplazada por un acuerdo de armisticio, un tratado de no agresión actualmente vigente, muy similar al existente entre las dos Coreas. David Beckham confirmó, en la misma línea que Justin Bieber, que cada dos semanas compra cuarenta pares de calzoncillos iguales, pues no puede soportar el hecho de ponerse dos veces la misma ropa interior… Aparquemos estas reflexiones íntimas de Bieber y Beckham y volvamos a centrarnos en Abubaker al Bagdadi, su desaparición, y su repercusión en el futuro de su distópico ‘Estado Islámico’…

La pieza de ropa interior, fuese o no Calvin Klein, resultó clave, las FDS, para extraer muestras de ADN del terrorista que permitieron confirmar la identidad del escurridizo objetivo antes del ataque. Can asegura, en un hilo de tuits publicadoque las FDS desempeñaron un papel importante en la operación. “Nuestra propia fuente, que logró llegar hasta Al Bagdadi, trajo sus calzoncillos para llevar a cabo una prueba de ADN y asegurar al 100% que la persona en cuestión era el propio Al Bagdadi”. Un portavoz de las FDS ha confirmado a la CNN su versión. Las FDS, por los kurdos, llevaban trabajando con la CIA “para localizar al terrorista y monitorizarlo de cerca”. lideradas Las FDS lograron llegar a la casa de la provincia de Idlib donde se ocultaba Al Bagdadi, que cambiaba muy a menudo de residencia, y descubrieron que estaba a punto de trasladarse a una nueva localización. “Toda la inteligencia y el acceso a Al Bagdadi, así como la identificación del lugar, son el resultado de nuestro propio trabajo. Nuestra fuente de inteligencia estuvo implicada en enviar las coordenadas, dirigir el lanzamiento desde el aire, participar en la operación y hacer de ella un éxito hasta el último minuto”. También el general de las FDS Mazloum Kobane Abdi, en entrevistas con medios estadounidenses, se ha referido al espía de los kurdos infiltrado en el círculo de Al Bagdadi. Asegura que ejerció de consejero de seguridad del líder del ISIS, al que traicionó por venganza, y que se encontraba en el interior de la residencia en el momento del asalto. Un oficial del Departamento de Estado confirmó a los periodistas la versión del general. “Él, su gente y sus fuentes de inteligencia desempeñaron un papel clave en todo esto. Fue un papel muy, muy importante. Nadie debería subestimar cuán relevantes fueron las FDS en todo esto”, dijo el oficial, según declaraciones recogidas por la CNN…

Abu Bakr al-Baghdadi era conocido como ‘Maradona’ y ‘El Creyente’. De chico era un delantero implacable, según la biografía escrita por un simpatizante del terrorista, Turki al-Bin Ali, en agosto de 2013. Fuera de la cancha sus amigos de la mezquita lo describían como ‘tímido, calmo y predicador’. Pero con el paso de los años, aquel joven solitario se transformó en un líder sanguinario del grupo ‘Estado Islámico’ (EI), responsable de llevar a la ‘Jihad’ o Guerra Santa aún más lejos que Al-Qaeda. De él solo se conocieron un par de fotos y un solo video. Los pocos que lo vieron dicen que usaba una máscara para que no lo reconocieran y, según los analistas, esa oscuridad atrajo a varios simpatizantes extremistas. Abu Bakr al-Baghdadi fue dado por muerto muchas veces, pero en las sobras siempre siguió liderando. Seis meses después de la última aparición pública del terrorista, Donald Trump, confirmó que Al-Baghdadi fue ultimado en una operación militar en Siria, muy similar a la que acabó con la vida de Osama Bin Laden, en tierras de Pakistán, en Abbottabad, a 50 kilómetros de la capital paquistaní, un 2 de mayo del 2011. Con el nombre de ‘Gerónimo’ se bautizó aquella ‘batida’ que derivó en el ‘Estado Islámico’. Gerónimo nació en Arizpe, Sonora, en 1829, y murió en Fort Sill, Oklahoma, en 1909. Transcrito al inglés como Goyathlay, que significa ‘el que bosteza’ fue un destacado jefe militar de los apaches Bendoke. Entre 1858 y 1886 luchó contra los ejércitos mexicano y estadounidense a lo largo del territorio norte de México. El operativo que dejó momentáneamente a ISIS sin califa no tiene nombre.

Una pregunta queda en el aire: ¿Esos 22 y medio millones de euros, al cambio actual, se lo darán al valiente espía kurdo que arriesgó su vida y su reputación mangándose los calzoncillos ‘madurados’? Son perturbadoras las consecuencias mortales del robo de unos simples calzoncillos, originales locales de algodón o lino o chafas internacionales Calvin Klein de ‘nylons’ escaldadores de huevos y entrepiernas, comprados seguramente en el lejano tianguis de la región siria de Idlib. Estos calzones, en clave de inteligencia militar, son desde el ya histórico e histriónico 26-O, los otros ‘pasaportes internacionales’, de última generación, libres de falsificaciones, y blindados contra la corrupción. La Naturaleza no distingue entre infieles y yihadistas. Aunque Justin Bieber y David Beckham alardeen chulescamente de utilizar una sola y exclusiva vez sus calzoncillos Calvin Klein, los suyos también son pruebas ‘sustanciales’ para un agente secreto al Servicio de Su Majestad. No se olviden. Dentro de no muy poco tiempo, tendremos la obligación que salir de viaje por vacaciones con unos calzoncillos, preferiblemente ‘madurados’. Se han convertido en el documento identificativo más seguro de este todavía joven siglo XXI. La naturaleza es sabia en temas de sexo y seguridad, sabe ocupar su lugar, siempre. Talibanes y yihadistas, portavoces del radicalismo integrista, que quieren cargarse a media humanidad, incluida la gran mayoría de musulmanes que no piensan como ellos, están, sin saberlo, en su mayoría, fichados. Tienen tanto odio incrustado en su cuerpo que no pueden hacer bien sus necesidades. Son estreñidos extremistas.

 

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