LIZETTE AGUIRRE MORLET

En 2015 dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que fue creada en 1992 con el objetivo de reforzar la conciencia pública a escala mundial de los problemas relacionados con el cambio climático y que es la máxima reunión de los órganos de negociación del régimen internacional del cambio climático que se celebra cada año y en donde se toman acuerdos y decisiones entre todas las partes o países miembros, se firmaron 4 importantes acuerdos: Acuerdo de Sendai, La Agenda Addis Abeba, La Agenda 2030 y El Acuerdo de París.

En esta ocasión hablaremos del Acuerdo de Paris que se firmó en esta COP21 o Conferencia de las Partes (COP), en donde se logró que casi todos los países del mundo, firmaran un acuerdo mundial para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que contribuyen a aumentar la temperatura del planeta con el uso de los combustibles fósiles de cada país.

El antecesor de este Acuerdo de París es el Protocolo de Kioto, que se llevó a cabo en 1997 en Kioto, Japón pero entró en vigor hasta 2005 pues aunque al principio muchos países firmaron los acuerdos de condición obligatoria de bajar un 5% sus emisiones de carbono para 2008 – 2012, con respecto a los niveles alcanzados en 1990, después varios de ellos rechazaron firmar pues la propuesta aumento a reducir las emisiones de GEI de un 25 a 40% para el 2020, estos países fueron Rusia, Canadá, Japón, Suiza y Nueva Zelanda. Aunque después eran negociaciones no vinculantes, es decir, no obligatorias para los países signatarios, estas naciones no quisieron firmar pues señalaron que estas propuestas de reducción de contaminación por uso de combustibles fósiles, podría tener un impacto negativo en sus economías o a sus planes de expansión económica de alguno de estos países… En 2009 este Protocolo de Kioto fue ratificado por 187 países, entre los que se adhirieron los anteriormente mencionados y la Unión Europea, pero no, Australia, China ni Estados Unidos.

La vigencia del Protocolo de Kioto finaliza este año, 2020, y aquí entra ya en vigor lo pactado en el Acuerdo de París con la presentación de las contribuciones de cada nación para lograr el cumplimiento de estos acuerdos firmados, este sí, por los 195 países miembros, México incluido por supuesto, aunque en 2017 Estados Unidos se retiró del acuerdo para no afectar, dijo, la economía de su país. Esto preocupo a muchas otras naciones que esperaban transferencia de tecnologías y financiación internacional para su proceso de transición energética.

El principal objetivo del Acuerdo de París es mantener el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de los 2º Celsius, incluso por debajo del 1.5º C pues actualmente ya está 1º C más alta con respecto a la época pre industrial y de seguir así se teme que en pocas décadas se llegue al peligroso umbral de los 2º Celsius. (Algunos científicos dicen que para el año 2050 necesitaríamos 7 planetas para sostener el ritmo de consumo y producción que tenemos ahora).

Desgraciadamente, casi ninguno de los países está implementando las políticas que acordaron y no han cumplido con la reducción de emisiones pactada. Dentro del Acuerdo se estableció lo que llamaron Contribuciones Previstas Determinadas a Nivel Nacional, que son las contribuciones que cada país hará respecto a sus emisiones de GEI para lograr que no siga aumentando la temperatura de la tierra y se pidió fueran ambiciosas para lograr un real progreso a largo tiempo y conseguir el propósito del Acuerdo, pero como no tiene el grado obligatorio, ni se establecieron mecanismos para forzar a los países a establecer sus objetivos de contribución al Cambio Climático ni cumplir su ejecución en una fecha concreta, el compromiso no se ha llevado a cabalidad.

Estas contribuciones son una parte clave del Acuerdo de París y deben ser revisadas y actualizadas cada cinco años por los propios países entregando un informe de sus contribuciones que se registrará por la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas por el Cambio Climático. Ahora en 2020 se espera que todos los países declaren sus contribuciones. Las Islas Marshall en el Océano Pacífico fue la primera nación en hacerlo, la segunda fue Surinam, antes Guayana Neerlandesa.

Este país sudamericano, Surinam, es uno de los que ha logrado una economía de carbono negativo, que significa que cualquier gas de efecto invernadero que produzca, está compensado por sus sumideros o recursos naturales que absorben esos gases, pues sus grandes extensiones de bosques capturan estos gases y ya sabemos que a menor dióxido de carbono en la atmosfera, menor calentamiento.

Son importantes las contribuciones de Surinam, porque a pesar de ser un país pequeño y de pocos habitantes, está siendo un ejemplo para otros países en desarrollo, insulares o con áreas costeras que han vivido los estragos de los fenómenos naturales, cada vez más devastadores por este calentamiento global, y que si bien, estos países han sido los que menos han contribuido al problema, si son, por sus condiciones naturales, particularmente susceptibles al cambio climático.

Algunos de los rubros claves que aborda El Acuerdo de París para la mitigación del cambio climático son:

Limitar el aumento de la temperatura global por debajo del 1.5 grados Celsius. Alcanzar el punto máximo de GEI y lograr una neutralidad o equilibrio climático entre estas emisiones antropógenas y la absorción de los sumideros para la segunda mitad del siglo. Establecer compromisos vinculantes de todas las partes a nivel nacional para la mitigación y que cada parte comunique sus contribuciones con claridad y transparencia. Cada país debe conservar y mejorar sus sumideros y depósitos de GEI. Mantener participación voluntaria entre las partes para fomentar la integridad ambiental, la transparencia y una contabilidad sólida para cualquier cooperación que implique la transparencia internacional de los resultados de la mitigación y poder ayudar al desarrollo sostenible de los países menos desarrollados. Aumento de la capacidad de adaptación, fortalecimiento de la resiliencia y reducción de la vulnerabilidad de los países al cambio climático, fortaleciendo los esfuerzos nacionales de adaptación incluso mediante la cooperación internacional. Contribución del desarrollo sostenible a la reducción de pérdidas y daños relacionados con los efectos adversos del cambio climático. Obligaciones de los países desarrollados a apoyar los esfuerzos de los menos desarrollados con recursos financieros o tecnológicos para construir un futuro limpio y resistente al clima, este suministro de recursos debe tener por objetivo lograr un equilibrio entre la adaptación y la mitigación, las partes apoyadas deben informar sobre la financiación y entregar un informe bienal y transparente de sus acciones contando para ello con el Mecanismo Financiero de la Convención, incluido el Fondo Verde del Clima. Educación, formación, sensibilización y participación del público y el acceso a la información sobre el cambio climático. Transparencia, implementación y cumplimiento de los acuerdos sometiéndose cada país a un examen internacional de expertos técnicos. Balance mundial que tendrá lugar en 2023 y cada 5 años a partir de 2015 para evaluar el progreso colectivo y su resultado servirá de base para que los países se actualicen y mejoren sus medidas. Por último se acoge con beneplácito los esfuerzos de todos los interesados como la sociedad civil, el sector privado, las instituciones financieras, las ciudades y otras autoridades sub nacionales proporcionando una plataforma para mostrar los esfuerzos para actores no estatales (http://climateaction.unfccc.int).

Se espera que estos objetivos ambiciosos se cumplan colectivamente mediante el establecimiento de metas distintas e individuales o nacionales conocidas como Contribuciones Determinadas a nivel nacional, ya antes mencionadas. Se pide a los países una economía baja en carbono pues la acumulación antropogénica o por efecto del humano, de estos gases de efecto invernadero en la atmosfera, han provocado un aumento en la temperatura del planeta arriba de 1º C respecto a la época pre industrial y lo que se busca es no llegar al peligroso umbral de 2º C de aumento pues eso sería devastador para el planeta y por ende para los humanos.

La idea es que países ricos y pobres, logren un desarrollo sostenible y el crecimiento de su economía y la riqueza y bienestar social de sus ciudadanos al mismo tiempo que encuentran formas de revertir el cambio climático y proteger el medio ambiente. Y una de las opciones que proponen para esto algunos científicos es la utilización de energía nuclear pues ésta en teoría no genera estos gases, pero sabemos lo delicado que sería expandir el uso de esta energía. Por ello actualmente muchos países están apostando por la investigación e implementación de energías limpias o energías renovables para evitar el cambio climático antropogénico y el calentamiento global. Las sociedades deberán convertirse en sociedades de cero carbono, lo cual suena descabellado para los magnates del petróleo, pero de no entender lo delicado del asunto, no tendrán planeta para disfrutar sus millones y ni su acaudalada fortuna les servirá para salvarse de la segura muerte, y al contrario, la alta emisión de GEI que generan, dejará a su descendencia un mundo enfermo y una naturaleza casi muerta y sin recursos si seguimos basando la economía de los países en combustibles fósiles.

El problema es que los países en desarrollo no tienen el suficiente dinero y necesitan apoyo internacional para llevar a cabo sus planes de transición a energías libres de carbono, por eso se pide a los países más ricos y al sector privado intervengan y se asocien. Tienen que encontrar contribuciones que sean vías rentables para la descarbonización de la economía y lograr mantener sus recursos naturales, bosques, selvas, mares, arrecifes, etcétera, para que estos actúen como sumideros de carbono, y al mismo tiempo logren diversificar su economía con el objetivo de crear las condiciones para un desarrollo sostenible.

¿Cuáles tendrían que ser algunos de los puntos más importantes que los países deben tener en cuenta para lograr contribuciones y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París? Por ejemplo, 1 El uso de energías renovables y abandonar poco a poco los combustibles fósiles. 2 Mantener sus áreas naturales protegidas para que sean sus aliados en la absorción de dióxido de carbono. 3 Lograr una Agricultura Sostenible 4 Lograr mejoras en el rubro de transporte pues éste es el causante de un alto porcentaje de emisiones de GEI.

Aunque se haya empezado esta lucha por detener el calentamiento global por el cambio climático antropomórfico, aún estamos muy lejos de lograr que no siga aumentando la temperatura, por eso entre las partes se está buscando se logren apoyos y acuerdos para la provisión de fondos urgentes, tecnologías y medidas para fortalecer la participación de todos los países como reforzar y aumentar los conocimientos y las prácticas de las ciudades, comunidades locales y pueblos indígenas, así como la importante función de ofrecer incentivos mediante instrumentos como las políticas nacionales y la fijación de precios del carbono.

México reafirmó su compromiso de cumplimiento del Acuerdo de París, en la COP25 llevada a cabo en España en diciembre de 2019. La SEMARNAT lidera los esfuerzos entre los que se encuentran la implementación de un Sistema Nacional de Comercio de Emisiones que básicamente se trata de regular las emisiones de GEI de todas las industrias de un país, a través de este instrumento de mercado diseñado con el principio de “tope y comercio” donde el gobierno impone el límite máximo o tope de las emisiones de cada sector de la economía y las compañías de estos sectores deben contar con un permiso por cada tonelada de emisiones que generan, así pueden recibir o comprar permisos con otras compañías pero también debe estar alineado con la meta de reducción de emisiones. En la actualidad existen 17 Sistemas de Comercio de Emisiones en cuatro continentes. A la fecha, las jurisdicciones con comercio de emisiones representan 40% de la riqueza global (en términos de su Producto Interno Bruto). En México, la fase piloto de este SCE entró en vigor en enero de 2020. Se implementará también una Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica y se busca promover proyectos de mitigación emprendidos por los Estados como el Programa Ciudad Solar de Ciudad de México.

Actualmente la meta de la contribución de nuestro país, contempla una reducción no condicionada del 22% de las emisiones de GEI al 2030 sobre la línea base del 2013. Esto y más esperemos lograr, contribuyendo para ello, empresas, gobiernos y sociedad civil pues algunos producen pero todos consumimos. Como hemos visto últimamente, el planeta no nos necesita, actuemos ya, desde nuestra casa para lograr que no siga aumentando la temperatura de la tierra ni terminemos nosotros mismos expulsados de este planeta.